Ya hemos dicho que emprender y de poner en marcha un despacho de abogados es una idea que en más de una ocasión surge en la mente de los profesionales del derecho. Así, en el aire, parece que ser tu propio jefe puede ser una gran oportunidad, pero una cosa es tener una cierta noción de las implicaciones de abrir un bufete y conocer más o menos el mercado en el que te vas a mover y otra muy distinta es tener claro el panorama, con datos y estadísticas del entorno, el perfil del cliente, el valor diferencial que aportan los competidores, la viabilidad del proyecto, la inversión inicial y las fuentes de financiación y los ingresos previstas. La ruta que tienes que seguir para materializar este sueño y el mapa que te guiará en este camino es el plan de negocio o business plan.
¿Por qué es tan importante el business plan? Básicamente es el documento que te mostrará a ti mismo y a otros actores que tu proyecto de negocio será viable. También será clave para presentarlo a posibles inversores o socios y también para buscar fondos que te ayuden a arrancar. Por otra parte, te permitirá poner negro sobre blanco tu idea, con todos los detalles y la estructura necesaria, de manera que puedas actuar con un orden y una prioridad en las distintas etapas.
Además, te permitirá identificar posibles obstáculos o problemas, de manera que puedas adoptar las decisiones necesarias para resolverlos. También contribuirá a localizar posibles vacíos de información o lagunas, aspectos que no hayas considerado, para abordarlos de manera adecuada. Con el plan de negocio también podrás recabar la opinión y valoración de otros expertos sobre tu proyecto, que te pueden dar consejos y e feedback necesario para mejorar tu proyecto empresarial.
Contar con un business plan bien detallado y acabado el dará solidez y credibilidad a tu proyecto de negocio, permitirá comprobar que efectivamente has hecho una planificación seria y detallada, con todos los aspectos relevantes bien atados.
Claves para elaborar un business plan
Los planes de negocio deben ir precedidos por un buen resumen ejecutivo, que condense los detalles del proyecto empresarial, a qué se dedicará la firma, qué servicios va a prestar, su propuesta de valor, algo muy sucinto en el que se defina la idea con una presentación atractiva pero breve.
Por otra parte, será indispensable que defina el público objetivo, el segmento de clientes al que se dirigirá tu oferta que podrían estar interesados en los servicios que va a ofrecer tu firma una vez que empiece a funcionar. Este apartado será clave y tendrás que definir:
• Público objetivo. Si la firma se dirigirá a particulares (perfil del cliente o buyer persona, con edad, sexo, poder adquisitivo, ubicación) o a personas jurídicas, es decir, si será un modelo B2C o B2B (business to consumers o business to business, por sus siglas en inglés, de empresa a consumidores o de empresa a empresa). Dentro de este apartado, determinar, por ejemplo, serán sociedades (pymes, empresas de tamaño medio, grandes empresas) u otro tipo de organizaciones (asociaciones, fundaciones) y si estarán establecidas en tu comunidad autónoma, si operarás a nivel nacional o bien tu ámbito de acción ser a nivel internacional.
• Promoción. Explicar cómo vas a dar a conocer a tu empresa y cómo llegarás a tu público objetivo es otro paso clave dentro de tu plan de negocio. Es irreal pensar que solo con abrir las puertas tus clientes llegarán. El plan de marketing es mucho más importante de lo que se piensa a priori: hay que terminar los recursos, los medios que utilizarán, los canales, medir el retorno de la inversión. Siempre tiene que estar adaptado al cliente: no es lo mismo anunciarse en TikTok o aparecer en prensa especializada que organizar un plan de eventos o desayunos informativos. Todas las decisiones deben estar bien justificadas y ser coherentes con los objetivos que se han planteado. El plan de marketing debe incluir información sobre el precio, posicionamiento, promoción, punto de venta y beneficio por cada venta.
• Competidores. También conviene describir en detalle el mercado en el que te vas a mover, cuáles son sus características, cuál es el ciclo económico en el que están y cómo son las principales empresas que serían tus competidores directos (que comercializan los mismos servicios que tú) y otros competidores indirectos (que participan en el mismo mercado). ¿Existen barreras para entrar en este mercado? Si es así, hay que identificarlas y plantear de qué manera se van a sortear.
• Producto. Es el momento de describir en detalle las características de tu servicio y cuáles van a ser los medios para ofrecerlo a los clientes y cuál es el valor diferencial que les va a aportar: calidad, precio, plataforma para interactuar con los clientes.
• Plan financiero. Es el momento de hacer números y de plasmarlos en el papel con el máximo de rigor posible. Gran parte de la credibilidad de tu plan de negocio pasa por este apartado, que tiene que estar muy enfocado en la gestión económica y financiera. Tendrás que Este apartado trata de los números. Las cuentas también deben de estar muy claras y para conseguirlo necesitas analizar algunos aspectos económicos. Son los siguientes: compras, costes de elaboración, costes de personal, distribución, marketing, otros gastos fijos y variables.
• Talento. Se debe especificar con cuánto personal va a comenzar la actividad la empresa, cómo se hará el proceso de captación de talento y contratación, los costes. También se debe recalcar el perfil que tiene cada socio de la firma, la experiencia, la formación. Y si se prevé contratar a un gran fichaje para reforzar alguna de las áreas más relevantes del bufete.
Una vez que hayas redactado el plan de negocio, habrá que intentar simplificarlo al máximo, reducir su extensión para que sea fácilmente comprensible por las personas que nos interesa que lo lean y que capten de inmediato el interés de invertir en el despacho o de entrar como socio. Hay que releerlo todas las veces que sea necesario para mejorar la versión final. Será conveniente revisarlo cada cierto tiempo para mejorar y adaptarlo a los nuevos retos que vayan surgiendo mientras tu firma se va consolidando.