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El Pacto para el Futuro: Gobernanza global, Inteligencia Artificial y los desafíos del Derecho Internacional contemporáneo

El Pacto para el Futuro: Gobernanza global, Inteligencia Artificial y los desafíos del Derecho Internacional contemporáneo

Tuset Varela, Damián

LA LEY 26119/2024

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Resumen

El pacto aborda un amplio espectro de temas cruciales, desde la paz y la seguridad internacionales hasta el desarrollo sostenible, el cambio climático, los derechos humanos, y la cooperación digital. Incluye, además, compromisos relevantes como el Compacto Digital Global y la Declaración sobre las Generaciones Futuras, reflejando la creciente interrelación entre la tecnología y los derechos fundamentales en el panorama internacional.

Abstract

The compact addresses a wide range of crucial issues, from international peace and security to sustainable development, climate change, human rights, and digital cooperation. It also includes relevant commitments such as the Global Digital Compact and the Declaration on Future Generations, reflecting the growing interrelationship between technology and fundamental rights in the international landscape.

Portada

Damián Tuset Varela

Jefe de Sección en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Abogado

Experto en Derecho de la Inteligencia Artificial

En la Cumbre del Futuro, que tuvo lugar en Nueva York del 20 al 23 de septiembre de 2024, los líderes mundiales adoptaron el Pacto para el Futuro, un documento clave que busca redefinir la gobernanza global en respuesta a los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. Este pacto, fruto de un esfuerzo multilateral sin precedentes, aborda un amplio espectro de temas cruciales, desde la paz y la seguridad internacionales hasta el desarrollo sostenible, el cambio climático, los derechos humanos, y la cooperación digital. Asimismo, incluye compromisos relevantes como el Compacto Digital Global y la Declaración sobre las Generaciones Futuras, reflejando la creciente interrelación entre la tecnología y los derechos fundamentales en el panorama internacional.

El Pacto para el Futuro representa un esfuerzo trascendental por redefinir el multilateralismo y enfrentar los desafíos globales contemporáneos. En un contexto de crisis climáticas, profundas desigualdades socioeconómicas y transformaciones tecnológicas aceleradas, este pacto articula una visión para guiar el futuro del sistema internacional. La interconexión entre el desarrollo sostenible, la seguridad internacional, la ciencia y la tecnología, el empoderamiento de los jóvenes y la necesaria reforma de la gobernanza global son los ejes fundamentales sobre los que pivota esta ambiciosa agenda.

El pacto no se limita a ser una simple declaración de intenciones; se trata de un plan de acción concreto que exige la movilización de recursos financieros, institucionales y políticos. Sin embargo, es esencial abordar este pacto desde una perspectiva crítica, evaluando tanto sus promesas como sus limitaciones. A lo largo de este ensayo, examinaremos cada uno de los pilares del pacto en profundidad, con especial atención a las implicaciones jurídicas y a las áreas donde las tensiones políticas y económicas podrían desafiar su implementación. Asimismo, analizaremos cómo el pacto se conecta con los avances en la regulación de la inteligencia artificial (IA, en adelante, IA), una cuestión cada vez más relevante en el plano internacional, especialmente tras la resolución adoptada por la Asamblea General en marzo de 2024 sobre IA y derechos humanos.

1. Desarrollo sostenible: ¿un compromiso o una ilusión?

Uno de los pilares más importantes del Pacto para el Futuro es la reafirmación del compromiso global con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (LA LEY 22464/2015) (ODS). El pacto pone de relieve la urgencia de acciones ambiciosas para revertir el retroceso en el progreso hacia estos objetivos, una situación exacerbada por múltiples crisis globales, incluidas la pandemia de COVID-19, el cambio climático y los conflictos armados. Si bien los líderes mundiales han reafirmado su compromiso con la erradicación de la pobreza y el hambre, la realidad es mucho más compleja.

El pacto propone movilizar recursos financieros adicionales, aumentar la cooperación internacional y cerrar la brecha de financiamiento que impide a los países en desarrollo avanzar hacia los ODS. No obstante, surge una pregunta fundamental: ¿de dónde provendrán estos recursos? La historia reciente ha demostrado que las promesas de asistencia financiera, como los compromisos de la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD), rara vez se cumplen en su totalidad. Aunque el pacto insiste en la necesidad de aumentar los flujos de financiamiento climático y de desarrollo, no aborda con suficiente claridad los mecanismos que garantizarían que estos compromisos sean cumplidos de manera efectiva. ¿Cómo se responsabilizará a los países desarrollados que incumplan estas promesas?

Además, el Pacto para el Futuro reconoce la interdependencia entre el desarrollo económico y la justicia climática. Los países más vulnerables al cambio climático son, en muchos casos, los menos responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. En este sentido, el pacto reitera los principios del Acuerdo de París, como el de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Sin embargo, la falta de mecanismos coercitivos para exigir el cumplimiento de los compromisos en materia climática sigue siendo uno de los mayores obstáculos para alcanzar los objetivos globales. Aunque los Estados reconocen la necesidad de actuar con urgencia, las divisiones políticas entre el norte y el sur global ponen en duda la viabilidad de una cooperación verdaderamente efectiva.

Por otro lado, el pacto hace un llamamiento para aumentar las inversiones en energía renovable y tecnologías limpias, pero aquí también surgen tensiones. Si bien muchos países desarrollados están avanzando en la transición energética, los países en desarrollo enfrentan enormes dificultades para financiar y adoptar estas tecnologías. El Pacto para el Futuro menciona la transferencia de tecnología como una solución, pero la implementación de este principio ha sido históricamente problemática, y los obstáculos legales y económicos que enfrenta esta transferencia aún no se han resuelto adecuadamente.

2. Seguridad Internacional: La IA y las Nuevas Fronteras del Conflicto

El contexto de seguridad internacional en el siglo XXI es profundamente distinto al de hace apenas unas décadas. Las amenazas convencionales, como los conflictos armados entre Estados, han sido complementadas —y en algunos casos superadas— por amenazas asimétricas y emergentes, como el terrorismo, los ciberataques y el uso de nuevas tecnologías para desestabilizar gobiernos y sociedades. En este sentido, el Pacto para el Futuro subraya la importancia de adaptarse a este entorno cambiante mediante una cooperación internacional más sólida y el respeto estricto al derecho internacional.

Un aspecto crucial del pacto es el reconocimiento de que la IA está redefiniendo el campo de la seguridad internacional.

Un aspecto crucial del pacto es el reconocimiento de que la IA está redefiniendo el campo de la seguridad internacional. La IA tiene el potencial de revolucionar la vigilancia, la recopilación de inteligencia y las operaciones militares, pero también plantea riesgos sin precedentes. El pacto, siguiendo el camino trazado por la resolución de marzo de 2024 sobre la IA y los derechos humanos, insta a los Estados a regular estrictamente el uso de tecnologías autónomas en contextos militares. Las armas autónomas, capaces de operar sin intervención humana directa, podrían desestabilizar el equilibrio de poder global y generar nuevos tipos de conflictos que el derecho internacional aún no está preparado para gestionar.

La resolución de 2024 marcó un hito al reconocer que los sistemas de IA que no cumplen con las normas internacionales de derechos humanos deben ser prohibidos. No obstante, el pacto también advierte que la implementación de estas normas dependerá de la creación de nuevos marcos regulatorios que aseguren su cumplimiento. En este sentido, se destacan tres pasos clave que la ONU tiene planeados para regular la IA en el ámbito de la seguridad:

  • 1. Creación de un Grupo Científico Internacional Independiente sobre la IA: Este grupo evaluará los riesgos y beneficios de la IA desde una perspectiva objetiva y proporcionará recomendaciones basadas en evidencia científica para su regulación.
  • 2. Establecimiento de un Diálogo Mundial sobre la Gobernanza de la IA: Este foro internacional permitirá a los Estados discutir y coordinar la gobernanza de la IA, asegurando que no sea utilizada de manera que comprometa la paz y la seguridad internacionales.
  • 3. Fondo Mundial para la IA: El objetivo de este fondo es financiar proyectos que utilicen la IA de manera ética y responsable, fomentando su uso para el desarrollo sostenible y la mejora de las condiciones de vida en los países en desarrollo.

Estos pasos representan avances importantes, pero el pacto no ofrece detalles claros sobre cómo se implementarán y cómo se abordarán las resistencias políticas y económicas que inevitablemente surgirán. La cuestión crítica aquí es si los Estados que ya dominan el desarrollo de la IA estarán dispuestos a ceder parte de su ventaja tecnológica en aras de un enfoque más equitativo y ético.

3. Ciencia, Tecnología e Innovación: El Futuro de la Inteligencia Artificial

La IA ocupa un lugar destacado en el Pacto para el Futuro, que reconoce tanto su enorme potencial como los riesgos que conlleva su mal uso. El pacto establece que la ciencia, la tecnología y la innovación deben estar al servicio del bienestar de la humanidad y no perpetuar las desigualdades ni violar los derechos humanos. Sin embargo, lograr un equilibrio entre la promoción de la innovación tecnológica y la mitigación de sus riesgos éticos y sociales es uno de los mayores desafíos de la gobernanza global contemporánea.

La IA tiene el potencial de acelerar el progreso en múltiples áreas, desde la educación hasta la salud, pasando por la agricultura y la gestión de desastres. El pacto subraya la necesidad de cerrar la brecha digital entre países desarrollados y en desarrollo, asegurando que todos los Estados tengan acceso a las tecnologías emergentes. Esto es especialmente importante para garantizar que la IA no perpetúe un sistema de colonialismo tecnológico, donde solo un pequeño número de países ricos controla las tecnologías más avanzadas.

El principal reto de la gobernanza de la IA radica en la regulación de sus usos más controvertidos, como las aplicaciones militares y la vigilancia masiva. Si bien el pacto establece el principio de que la IA debe respetar los derechos humanos, no se abordan en profundidad los problemas asociados a su implementación a gran escala en regímenes autoritarios o en contextos donde las instituciones democráticas son débiles.

Además, aunque el pacto menciona la creación de un marco normativo para la gobernanza de la IA, la implementación efectiva de este marco dependerá de la cooperación de los principales actores tecnológicos, incluidos tanto Estados como grandes corporaciones tecnológicas. Sin embargo, hasta la fecha, los esfuerzos por regular el uso de la IA a nivel global han sido fragmentarios y a menudo han quedado rezagados frente al rápido desarrollo de la tecnología.

4. Juventud y generaciones futuras: empoderamiento y participación

El pacto también otorga una importancia central al papel de los jóvenes en la construcción de un futuro más justo y equitativo. Los jóvenes no solo representan la mayoría de la población mundial, sino que también son los más afectados por las decisiones que se tomen hoy en día en cuanto a desarrollo, empleo, cambio climático y tecnología.

El pacto insiste en que los Estados deben invertir en la educación y el empoderamiento de los jóvenes, garantizando que tengan acceso a oportunidades económicas y sociales. Un aspecto positivo es el reconocimiento de que las tecnologías emergentes, incluida la IA, pueden ser una herramienta clave para mejorar el acceso a la educación y fomentar el empoderamiento de los jóvenes, especialmente en los países en desarrollo. Sin embargo, esto plantea un reto importante: la desigualdad en el acceso a las tecnologías sigue siendo un problema crítico que, de no ser resuelto, podría perpetuar las disparidades socioeconómicas entre las naciones.

El pacto reconoce explícitamente los diferentes niveles de desarrollo tecnológico entre los países y dentro de ellos, haciendo un llamado a los Estados y actores privados para cooperar en cerrar esta brecha. No obstante, la naturaleza de la cooperación tecnológica, sobre todo en el contexto de la inteligencia artificial, presenta desafíos significativos. Las economías más avanzadas tienen un dominio claro sobre las tecnologías más punteras, mientras que los países en desarrollo suelen estar limitados por la falta de infraestructura adecuada, financiación y acceso a conocimientos técnicos.

Además, aunque el pacto enfatiza la necesidad de garantizar la equidad en el acceso a la IA, es probable que la comercialización de estas tecnologías y los intereses geopolíticos en juego dificulten su implementación. El acceso inclusivo a la IA no es solo una cuestión de infraestructura tecnológica; también es un asunto profundamente político que depende de decisiones globales en torno a la propiedad intelectual, la regulación de los datos y la soberanía digital.

5. Gobernanza global: la reforma del multilateralismo en el siglo XXI

El Pacto para el Futuro también aborda la necesidad imperiosa de reformar la gobernanza global, reconociendo que las instituciones internacionales actuales ya no reflejan adecuadamente las realidades geopolíticas y económicas del mundo contemporáneo. En particular, el pacto se enfoca en la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, la revitalización del Consejo Económico y Social (ECOSOC) y el fortalecimiento de la Comisión de Consolidación de la Paz.

La propuesta de reforma del Consejo de Seguridad, que busca hacerlo más representativo, transparente y efectivo, es uno de los puntos más ambiciosos del pacto. Desde hace décadas, los Estados en vías de desarrollo han demandado una representación más equitativa en el Consejo, que actualmente está dominado por los cinco miembros permanentes con derecho de veto (China, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido y Francia). El pacto reconoce que el derecho de veto de estos miembros ha sido un obstáculo para la acción colectiva efectiva en situaciones de crisis.

A pesar de esta clara necesidad de reforma, los obstáculos políticos son inmensos. Los miembros permanentes, especialmente aquellos con mayor poder geopolítico, no tienen incentivos para renunciar a su derecho de veto o aceptar cambios que diluyan su influencia. Aunque el pacto llama a un Consejo de Seguridad más inclusivo, la posibilidad de que se logren avances significativos en este frente es limitada.

El ECOSOC también es objeto de propuestas de reforma en el pacto, con el objetivo de fortalecer su papel en la coordinación de los esfuerzos internacionales para el desarrollo sostenible. En este sentido, el pacto promueve una mayor participación de actores no estatales, incluidas organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, para asegurar que las decisiones relacionadas con el desarrollo global reflejen una amplia gama de intereses y perspectivas.

Sin embargo, cabe preguntarse si estas reformas serán suficientes para transformar verdaderamente al ECOSOC en un órgano eficaz para coordinar los esfuerzos globales en áreas como la sostenibilidad y la equidad económica. La burocracia de las Naciones Unidas y las divisiones entre los Estados miembros a menudo han obstaculizado los intentos anteriores de fortalecer al ECOSOC, lo que genera dudas sobre la viabilidad de estas reformas en la práctica.

6. ¿Un futuro transformador o más de lo mismo?

El Pacto para el Futuro representa una visión audaz y ambiciosa para el sistema internacional, que busca responder a los desafíos del siglo XXI con soluciones multilaterales. Su enfoque en la reforma del multilateralismo, el desarrollo sostenible, la seguridad internacional y la gobernanza de la inteligencia artificial es un paso crucial hacia la construcción de un orden internacional más justo y equitativo.

En lo que respecta a la IA, el Pacto para el Futuro es un primer paso importante hacía la regulación global de esta tecnología emergente

No obstante, a pesar de sus promesas, el pacto enfrenta desafíos considerables. La implementación efectiva de sus compromisos dependerá en gran medida de la voluntad política de los Estados miembros y de su capacidad para superar los intereses nacionales en favor de una verdadera cooperación global. Además, las tensiones entre las grandes potencias, los desequilibrios en el acceso a la tecnología y los recursos financieros, y la resistencia de las instituciones actuales a las reformas propuestas podrían obstaculizar el avance.

Finalmente, en lo que respecta a la IA, el Pacto para el Futuro es un primer paso importante hacia la regulación global de esta tecnología emergente, pero quedan muchas preguntas sin respuesta. ¿Serán los Estados capaces de establecer un marco normativo robusto y equitativo para la IA? ¿Podrá el mundo evitar una carrera armamentista tecnológica que exacerbe las desigualdades y aumente las tensiones internacionales? Estas preguntas seguirán siendo objeto de debate en los próximos años.

El Pacto para el Futuro marca el inicio de una nueva etapa en la gobernanza global. Sin embargo, el camino hacia su realización será largo y estará lleno de obstáculos. Solo el tiempo dirá si este ambicioso acuerdo será capaz de transformar verdaderamente el orden internacional o si quedará relegado a ser otra promesa no cumplida en la larga lista de compromisos multilaterales.

7. Bibliografía

Naciones Unidas, 2024. Pacto para el Futuro. Documento resultado de la Cumbre del Futuro, celebrada en Nueva York del 20 al 23 de septiembre de 2024. Naciones Unidas.

United Nations. (s. f.). Summit of the Future 2024 - United Nations | United Nations. https://www.un.org/en/summit-of-the-future?gad_source=1&gclid=Cj0KCQjwgL-3BhDnARIsAL6KZ69PqlSOhknTb2IBncHjmlCIAn99FsT8jOJEpsHzl451i0OT3-uO5EsaAn1pEALw_wcB

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