El texto, que pueden consultar íntegro en ESTE ENLACE, analiza el asunto de forma global, y lo complementa con varios apéndices por países y regiones.
El entorno físico, la intensidad del trabajo, la calidad del tiempo empleado o el ambiente social dondes de se desenvuelven los trabajadores, entre otros, son factores sobre los que se preguntó a los encuestados.
Entorno físico
La ausencia de riesgos físicos que supongan un riesgo para la salud y el bienestar es una característica reconocida de la calidad del trabajo. La eliminación o minimización de estos riesgos constituye el núcleo de la política de seguridad y salud en el trabajo en los Estados miembros de la UE. Si bien se han implementado numerosas acciones preventivas en las industrias manufactureras tradicionales con el objetivo de minimizar los riesgos físicos, el nivel de exposición a los riesgos físicos no está disminuyendo significativamente.
Algunos riesgos incluso aumentan: por ejemplo, el uso de químicos o la exposición a campos electromagnéticos, mientras que la aplicación industrial de nuevas tecnologías como los nanomateriales puede generar nuevos peligros. Otros riesgos emergentes están relacionados con el desarrollo de biotecnologías y tecnologías verdes.
Los riesgos más frecuentes en la UE están relacionados con los musco esqueléticos, que incluyen malas posturas (43% de los trabajadores están expuestos la cuarta parte o más del tiempo), las cargas pesadas (32%), movimientos repetitivos (61%) y vibraciones (20%).
Los riesgos ambientales incluyen la exposición al ruido (28%) y las temperaturas altas (23%) y bajas (21%). La dimensión de los riesgos biológicos y químicos incluye la inhalación de humo (15%) o vapores, como disolventes y diluyentes (11%), la inhalación de humo de tabaco (9%) y el manejo de productos químicos (17%) y materiales infecciosos (13%). Los riesgos biológicos y químicos pueden tener efectos letales a largo plazo.
En 2008, de acuerdo con el marco estratégico de la Comisión sobre salud y seguridad para 2014-2020, las muertes asociadas con sustancias químicas representaron casi la mitad de todas las muertes relacionadas con el trabajo. De 2010 a 2015, esta área de riesgo fue la única siguió aumentando.
Intensidad del trabajo
El trabajo exigente, especialmente cuando se combina con una capacidad limitada para la toma de decisiones y un apoyo limitado, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades graves, así como con implicaciones negativas para las organizaciones. En la UE-28, los sectores económicos muestran combinaciones diferenciadas de intensidad de trabajo. Los trabajadores de la industria, la construcción y el transporte reportan los niveles más altos de demandas cuantitativas, así como los de salud, comercio y restauración, quienes también presentan niveles de demandas emocionales altas.
Calidad del tiempo de trabajo
Alrededor del 15% de los trabajadores en la UE28 tienen habitualmente semanas laborales extensas (48 horas o más por semana). Los trabajadores por cuenta propia son mucho más propensos a las jornadas laborales extensas: el 55% de los trabajadores por cuenta propia con empleados y el 34% de los trabajadores por cuenta propia sin empleados. En contraste, solo alrededor del 10% de los empleados por cuenta ajena tienen jornadas laborales extensas en el conjunto de la UE.
La proporción de trabajadores de la UE que trabajan los sábados se mantiene prácticamente sin cambios desde 2010: más de la mitad trabaja al menos un sábado al mes. Alrededor de un tercio de los trabajadores trabaja al menos un domingo por mes (un aumento de 2 puntos porcentuales desde 2010) y el 10% trabaja al menos tres domingos por mes. Alrededor del 75% de los trabajadores autónomos trabajan los sábados y casi el 45% trabajan los domingos.
En términos de calidad del tiempo de trabajo, es más probable que los hombres tengan horarios de trabajo más largos (remunerados) y que trabajen con horarios "atípicos" con más frecuencia que las mujeres. La flexibilidad, tanto disponible como requerida por los trabajadores, es mayor para los hombres que para las mujeres. Las mujeres tienden a tener horarios laborales más regulares y es más probable que su empleador les fije sus horarios laborales. Sin embargo, al considerar el tiempo de trabajo, es importante recordar que las mujeres continúan realizando la mayoría del trabajo doméstico y familiar no remunerado y que los patrones generales de uso del tiempo siguen estando bastante segregados por género. Cuando se analiza el trabajo remunerado y no remunerado, las mujeres continúan trabajando más horas que los hombres, 55 horas por semana, frente a 49 para los hombres.
Ambiente social
En las encuestas sobre la calidad del empleo, se preguntó a los encuestados si habían estado expuestos a diferentes formas de comportamiento social adverso en el mes anterior al estudio, como el abuso verbal (reportado por el 12%), acoso sexual (2%), comportamiento humillante ( 6%) y amenazas (4%). Se observó también que todas las formas de comportamiento social adverso fueron experimentadas por las mujeres en mayor medida que por los hombres, excepto por amenazas (alrededor del 60% de las personas que informaron haber sido amenazadas eran hombres).
En la UE28, alrededor del 7% de los trabajadores sentían que habían sido discriminados en los 12 meses anteriores a la encuesta por motivos de sexo, raza, religión, edad, nacionalidad, discapacidad u orientación sexual.
Se preguntó a los empleados también sobre diferentes aspectos del entorno social en sus lugares de trabajo. Un 73% mostró estar de acuerdo o muy de acuerdo en que el trabajo se distribuye de manera justa en su empresa y el 71% estar de acuerdo o muy de acuerdo en que los conflictos se resuelven de manera justa. Alrededor del 82% señaló estar de acuerdo o muy de acuerdo en que la gerencia confía en que los empleados hagan su trabajo bien. Un 69% mostró estar de acuerdo o muy de acuerdo en que, en general, los empleados confían en la administración en su lugar de trabajo. La gran mayoría de los empleados en la UE28 (89%) indicaron que existe una buena cooperación entre ellos y sus colegas.
La encuesta también recopiló datos de si se celebran reuniones regulares en las que los empleados tengan la oportunidad de expresar sus opiniones sobre lo que está sucediendo en su empresa. En la UE28, un 55% dice que tales reuniones tienen lugar. Casi la mitad (43%) de los empleados reportan la existencia tanto de formas de representación de los empleados como de la posibilidad de expresar su voz individual en reuniones regulares. A la inversa, más de una cuarta parte (26%) informa que no tiene acceso a ninguna de las dos modalidades
La representación de los empleados y las oportunidades para que los empleados expresen sus opiniones tienen muchas menos probabilidades de existir en las microempresas (entre 1 y 9 empleados) que en las grandes empresas (más de 250 empleados) o en las PYME (entre 10 y 249 empleados).
Trabajo sostenible
El informe también incorpora el concepto del trabajo sostenible entendiendo que la forma en la que trabajamos hoy tendrá un impacto en la medida en que nos comprometemos y seguimos trabajando en el futuro. La investigación muestra que las condiciones de trabajo y la organización del trabajo son fundamentales para la sostenibilidad. Alrededor del 73% de la cohorte de trabajadores menores de 55 años en la UE28 dijo que creía que podría hacer su trabajo actual hasta la edad de 60 años, sin embargo el 27% dijo que sentía que no podía.
Los hombres fueron ligeramente más optimistas que las mujeres a este respecto: el 74% de los hombres dijeron que podrían hacerlo, en comparación con el 72% de las mujeres. De los mayores de 56 años y más, el 71% informa que aún podrían cumplir con su trabajo actual dentro de cinco años.
“Comprender las cuestiones que afectan al bienestar y a la productividad de los trabajadores de uno y otro sexo es decisivo para conseguir trabajo decente para todos, sobre todo en una época en que las nuevas tecnologías y las nuevas formas de organización del trabajo están remodelando el mundo del trabajo.” señala Manuela Tomei, Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT. “Las buenas condiciones de trabajo contribuyen al bienestar de los trabajadores y al éxito de las empresas”,
“Puede mejorarse la calidad del empleo reduciendo las exigencias excesivas a los trabajadores y limitando su exposición a riesgos, y también poniendo más a su alcance recursos laborales que le ayuden a conseguir los objetivos de su trabajo, o mitigando los efectos de esas exigencias”, puntualiza Juan Menéndez Valdés, Director Ejecutivo de Eurofound. “Los trabajadores, los empleadores y sus respectivas organizaciones tienen una función que cumplir en la mejora de la calidad del empleo.”
El informe concluye que la mejora de la calidad del empleo en Europa exige una mayor intervención política y no una menor coordinación. Se puede avanzar en cada dimensión de la calidad del trabajo. Y las diferentes políticas y acciones que pueden ayudar a los trabajadores a lo largo de su vida laboral deben considerarse juntas para garantizar el refuerzo mutuo en el camino hacia el éxito.