Esta nueva línea de créditos estaría destinada no solo a financiar capital circulante, sino también a impulsar la actividad inversora y fomentarla en las áreas donde se genere mayor valor añadido, en torno a dos ejes principales: la sostenibilidad medioambiental y la digitalización.
Tras el fin del estado de alarma y las consecuencias derivadas de las restricciones a la actividad y la movilidad impuestas, el Ejecutivo ha puesto en marcha una segunda fase de medidas económicas y sociales para impulsar la reactivación. Los requisitos específicos de este nuevo tramo, el porcentaje de cobertura o los subtramos se aprobarán el próximo martes.
Ante el elevado uso de la anterior línea de avales de 100.000 millones de euros, aprobada el pasado 17 de marzo y destinada a cubrir las necesidades de liquidez, y el "óptimo" funcionamiento del modelo de colaboración público-privado, el Ejecutivo tiene previsto replicar el modo de aprobación y gestión, con el fin de optimizar los recursos y la capilaridad de la llegada de los fondos al tejido productivo.
Hasta el pasado miércoles --últimos datos disponibles--, la línea de avales del ICO ya desbloqueada había movilizado 91.479 millones de euros en financiación, de los que pymes y autónomos han protagonizado el 97% de operaciones, con una movilización de más de 50.800 millones en avales y de más de 62.500 millones en acceso a liquidez para afrontar las necesidades diarias empresariales.
Por su parte, el resto de empresas han sido avaladas con 18.760 millones de euros y han sido financiadas con más de 27.900 millones de euros. Toda esta financiación ha llegado al tejido productivo a través de 734.163 operaciones tramitadas a través de las entidades financieras.
Estos avales los pueden solicitar hasta el 30 de septiembre de forma exclusiva las empresas afectadas por los efectos económicos del Covid-19, siempre que los solicitantes no estuvieran en situación de morosidad a 31 de diciembre de 2019 y en procedimiento concursal a 17 de marzo de 2020.