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Dentro de las numerosas actividades que el Colegio de Registradores ha diseñado para conmemorar el 160 aniversario de la Ley Hipotecaria (LA LEY 3/1946) se celebró, el pasado 21 de abril, la jornada «Pasado, presente y futuro de la Ley Hipotecaria». Una sesión en la que se abordó el contexto histórico, académico, jurídico y sociológico que rodeó el nacimiento y la evolución de la norma desde 1861 hasta nuestros días, así como el de la función registral, haciendo especial hincapié en sus retos de futuro y en los nuevos proyectos que el Colegio ha puesto en marcha.

Mª del Pilar Rodríguez Álvarez, censor interventor del Colegio de Registradores y secretaria de la Comisión para el 160 aniversario, fue la encargada de presentar la sesión; Antonio Pau Pedrón, registrador mercantil, presidente de la Sección Primera de la Comisión general de Codificación de Derecho Civil y autor de la obra Historia del Colegio de Registradores de España, introdujo y moderó el debate.

Los primeros años de la Ley Hipotecaria y el nacimiento del Colegio de Registradores

Antonio Pau Pedrón abrió la sesión con una notable ponencia, recensión de su libro Historia del Colegio de Registradores, refiriéndose a la historia corporativa y describiendo los primeros momentos de apertura de las nuevas oficinas registrales y de aplicación de la Ley Hipotecaria (LA LEY 3/1946), así como las dificultades iniciales para la implantación de la norma a las que se enfrentaron esos 473 primeros registradores, incluida la revolución de 1868. El Colegio de Registradores se creará durante la II República en 1934, sucediendo a la Asociacion de Registradores que había nacido en 1908 y siendo su primer decano el último presidente de la asociación (tuvo su sede primitiva en Gran Vía hasta que se trasladó a Príncipe de Vergara en 1965). En 1935 un registrador de la propiedad fue nombrado presidente del Gobierno, sería Manuel Portela Valladares. Como reflejo de la trascendencia de la función registral, Pau destacó como, durante el curso de la Guerra civil, el 20 de noviembre de 1936, se acordó que todos los registradores militarizados debían reincorporarse a sus registros. Asimismo, recalcó que el tránsito del Colegio y de la función registral del pasado al presente se produjo con tres decanos y una triple apertura, la apertura hacia el interior, la apertura a la sociedad y la apertura hacia la administración. Antonio Pau puso de manifiesto a lo largo de varios momentos de su estudio, que una de las principales características del Colegio de Registradores y de la fortaleza de su función había sido siempre la de anteponer el servicio y el interés general al corporativo o profesional, a las órdenes del Ministerio y de su Dirección General.

Pau Pedrón también destacó la historia de la primera mujer que quiso ser registradora en España en 1924 y, a la que el Gobierno le denegó entrar en el cuerpo «por ir en contra de la tradición de la patria», reseñando que el ingreso de las cuatro primeras mujeres no llegó hasta el año 1941. Otras tres lo harían en 1946 y una más en 1954, siendo 1961 el momento en que se abrió el acceso a la mujer, que se produjo de forma paulatina, hasta llegar al momento presente en el que existe una clara paridad.

En turno de preguntas afirmó que «las profesiones se justifican por su utilidad social, de ahí que todas las Juntas del Colegio hayan tenido presente la búsqueda del interés social del ejercicio de la función registral».

Seguidamente, Jesús Delgado Echeverría, catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Zaragoza, pasó a describir el momento social, político y jurídico en el que vio la luz la LH y se creó el Registro de la Propiedad y la figura del registrador, con una exposición muy pormenorizada y llena de interesantes detalles, una época, finales del siglo XIX, muy agitada. Asimismo afirmó que, pese a ello, existió consenso sobre la Ley Hipotecaria (LA LEY 3/1946) que «constituye, en mi opinión, el mejor y más original logro de la codificación civil española». Igualmente señaló que esta norma ayudó, entre otras cosas, a garantizar las transferencias de la propiedad fundiaria producidas en los años anteriores y «a garantizar la propiedad a sus actuales titulares, a fomentar el crédito para la construcción del ferrocarril, los ensanches de las ciudades y la expansión de los negocios».

Un ejemplo para el mundo

Posteriormente se proyectó un vídeo en el que pudo escucharse a Ricardo Noboa Gañán, director Nacional de Registro de Títulos de la República Dominicana. Noboa felicitó al sistema registral español, al que definió como «marco de referencia para otros países, especialmente en Latinoamérica». «Ha sido una fuente de consulta obligatoria. La jurisprudencia, los textos doctrinarios y el marco normativo del sistema registral español siempre serán una fuente de consulta para los dominicanos», subrayó.

Por su parte, José Antonio Menéndez Hernández, registrador de la Propiedad hoy en día jubilado, continuó el viaje por la vida de la Ley Hipotecaria (LA LEY 3/1946) española, esta vez poniendo el foco en Guinea Ecuatorial. Allí existió una vez un Registro Central en Santa Isabel, la capital de la colonia, actualmente Malabo del que él fue el último registrador titular. En su intervención se refirió a las diferencias y similitudes de ambos sistemas, destacando, entre otras cosas, que, la concesión administrativa era el único modo de adquirir en Guinea, que la Ley de Propiedad estableció que en todos los negocios jurídicos que no se hicieran por escritura pública la inscripción en el Registro suplía a la tradición y que la inmatriculación se practicaba de oficio por medio de expediente administrativo. Asimismo, la fe pública registral era similar a la española, con la peculiaridad de que no podría prosperar nunca en perjuicio de un tercero hipotecario de buena fe. Por su parte, la coordinación entre Catastro y registro era completa.

Mujer y digitalización

Isabel A. Antoniano, la primera mujer registradora que fue número uno de su promoción, tuvo que excusar su presencia por un imprevisto de última hora. Su ponencia fue leída por Mª del Pilar Rodríguez. En su discurso, Antoniano destacó que el número de mujeres se había incrementado enormemente desde 1978, ascendiendo, en la actualidad, a 524 mujeres registradoras, el 48,70 por ciento del total.

También hizo un interesante resumen de la evolución de las herramientas que se habían ido utilizando en los registros desde el año de su ingreso hasta la fecha, destacando la evolución de las oficinas, la capacidad de adaptación y de estar a la vanguardia siempre al servicio de la seguridad jurídica que constituye la esencia de la función registral.

Por otro lado, Antoniano señaló que la transposición de la Directiva 1151/2010 sería clave, ya que el legislador español podrá optar por dar más protagonismo a los medios electrónicos por encima de los métodos en papel. Una transición donde será esencial adoptar «todas las garantías» para blindar esa «seguridad jurídica», destacó.

Los retos de los registradores

El encuentro concluyó con la intervención de los registradores más jóvenes, que aportaron su visión sobre el futuro de la función registral y los retos a los que se enfrentará.

Primero intervino Paula Chust Mares, quien hizo énfasis en el cabalgante protagonismo que adquirirá la geolocalización de fincas y el documento registral de análisis gráfico: «Es un documento que ha levantado pasiones», reconoció, pero «supone un análisis geoespacial de la finca, estableciendo su relación tanto con otras fincas registrales como con el dominio público y otras áreas de protección». Asímismo, se trató la utilidad de conciliación registral, como mediación cualificada, en el ámbito de la delimitación de la propiedad; así como la funcionalidad del nuevo geoportal del Colegio de Registradores, como herramienta fundamental en la tutela de los derechos, al servicio tanto del ciudadano, como del técnico competente, que se relaciona con el Registro en un plano profesional.

En segundo lugar, María Luisa López Fernández destacó cómo, poco a poco, los registradores utilizan cada vez más la tecnología para estar cerca del ciudadano a través del registro online. Destacó, igualmente, el enorme desarrollo del procedimiento telemático en los registros y la seguridad de estos medios. Los ciudadanos lo emplean «para la presentación de los libros en el Registro Mercantil; o para la presentación telemática de títulos que vengan firmados electrónicamente». Asimismo, puso de relieve la puesta a punto de la aplicación de Registradores para móviles Android e iOS, un avance que permite a los ciudadanos realizar trámites comunes desde cualquier lugar.

Por último, José Antonio Jiménez tomó la palabra para incidir en la idea de que la función registral y los principios en los que se basa no han sufrido transformación a lo largo de todo este tiempo, lo que sí ha cambiado profundamente son «los medios y las herramientas» empleadas en el procedimiento. En otro orden de cosas, señaló que la protección del medioambiente será uno de los nuevos valores intrínsecos a la función registral, donde la cartografía registral «jugará un papel importante». Asimismo, la prevención del blanqueo de capitales, la protección de los consumidores, la sostenibilidad o el avance de las cadenas de bloques también merecen ya, a ojos de este registrador, la atención del sector. Asimismo, se refirió también extensamente a la conciliación registral como otra función más del registrador de la propiedad.

La grabación de la jornada puede verse íntegramente en este enlace.

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