Chief Information Officer, Pérez-Llorca
Recientemente se ha dado a conocer el informe de Wolters Kluwer «Future Ready Lawyer 2021» («Abogado del Futuro 2021»).
Este documento, elaborado en base a una encuesta realizada a 700 profesionales del sector jurídico de 10 países de Europa y EEUU, incluida España, analiza las principales tendencias que van a condicionar el futuro del ejercicio de la Abogacía, a tres años vista y cómo se van a preparar, tanto despachos como asesorías jurídicas corporativas, para conseguir mejorar su rendimiento en un contexto tan cambiante como el presente.
Con motivo de la publicación del informe, Diario LA LEY ha realizado una serie de entrevistas a destacados representantes nacionales de la abogacía y la empresa, sobre ese futuro inmediato que espera al sector legal en nuestro país, cuyas conclusiones se recogen también en el informe.
A continuación, recogemos las opiniones que, al respecto, nos ha trasladado Rafael Madero, Chief Information Officer de Pérez-Llorca.
El informe «Abogado del Futuro 2021» puede descargarse en este enlace.
¿Qué impresión tiene del impacto que ha producido hasta ahora la pandemia en los profesionales del Derecho, y cuál cree que puede ser ese impacto de cara al futuro?
La pandemia ha tenido un profundo impacto en todos y cada uno de nosotros. Nos han prohibido salir de casa, ver a nuestros seres queridos, hemos visto cómo mucha gente se quedaba sin trabajo y hemos tomado conciencia de nuestra fragilidad ante algo que ni siquiera podemos ver.
Una experiencia tan vital ha sido gestionada de diferente forma por cada uno de nosotros. Las conclusiones que hayamos sacado, cada uno a nivel personal, afectarán y afectan a nuestro comportamiento como profesionales y como clientes.
Las relaciones humanas, base de la confianza entre el abogado y su cliente, se han distanciado, por no decir enfriado. El uso de la tecnología ha permitido que se pudiera continuar con esa relación por videoconferencia, pero estaréis de acuerdo conmigo que nada tiene que ver con la calidez de una reunión presencial.
Aquí vuelven a entrar en juego las conclusiones vitales extraídas por cada uno; y así unos habrán encontrado en esta situación una justificación para la empatía y la creación de relaciones más estrechas, mientras que otros han encontrado el pretexto para la distancia y la frialdad en los negocios.
¿Cuáles considera que son las características clave de las organizaciones que han resistido bien la crisis?
Entiendo que hay factores externos y factores internos que han marcado la diferencia sobre cómo las organizaciones han resistido esta crisis.
El sector en el que opere una compañía es uno de los factores clave. Está claro que al sector legal no le ha ido tan mal como al sector turismo, ni tan bien como a las empresas del sector de la ciberseguridad, que se han visto desbordadas por la demanda.
Dentro del sector legal hay que tener en cuenta varios factores. El primero, el área de práctica o el mix de ellas, ya que no todas se han visto afectadas por igual. Otro factor es el tipo de cliente objetivo: gran empresa, mediana, pequeña o particular. Tampoco podemos olvidarla fortaleza financiera y la capacidad de reaccionar en un momento de crisis mundial.
Aun con todo, creo que la madurez tecnológica y el grado de digitalización han sido claves para esa continuidad de negocio y para la supervivencia. En nuestro caso, prácticamente toda la plantilla tenía portátiles, teléfonos de empresa y VPN securizada para acceder a toda la documentación y herramientas desde fuera de las oficinas como si estuvieran en ellas. Las comunicaciones estaban bien dimensionadas, por lo que poner al personal que faltaba en la misma situación fue cosa de 24 horas, de forma que antes del anuncio de cuarentena, el despacho ya sabía cómo proceder en remoto y disponía de las herramientas. El grado de digitalización de los procesos internos también ayudo a que el Despacho siguiera trabajando sin necesidad de presencia física.
¿Qué áreas del sector legal cree que se enfrentarán a una mayor disrupción en el futuro —para bien o para mal— y por qué?
En España estamos a años luz en el uso de herramientas de e-Discovery, en gran medida porque la administración no lo exige, como si ocurre en EEUU. Yo creo que, en litigación, para la búsqueda de evidencias, esto será de uso obligatorio en pocos años, también aquí en España.
El uso de procesamiento inteligente (IA) de documentación, también se irá haciendo realidad en los próximos años, permitiendo dar servicios basados en el análisis del 100 % de la documentación y no en sondeos.
La extracción de datos de esos documentos, combinados con otras bases de datos, dará lugar a cuadros de mandos para la toma de decisiones de negocio con el uso de herramientas de Big Data.
Herramientas de colaboración y gestión avanzada de asuntos también harán diferenciarse unos despachos de otros.
La forma de intercambiar información entre las partes y la visibilidad en el avance de los asuntos también se transformarán para que sean mucho más ágiles y transparentes.
Los servicios legales más estándar serán sustituidos en gran medida por tecnología, aunque el trato humano, cercano y de confianza nunca será reemplazable. Creo que hoy mucha gente no consume servicios legales por miedo al coste y los trámites. Esta barrera desaparecerá con estos servicios web. Pero lejos de quitar trabajo al abogado, lo que habrá es más mercado.
¿Qué cambios realizados durante la pandemia piensa que se van a mantener?
Hemos aprendido a conectarnos con herramienta colaborativas y está claro que nos hemos acostumbrado a hacerlo desde ubicaciones diferentes a las habituales. Esto se mantendrá y no cabe duda que redundará en una mayor eficiencia y disminución del abuso del mail.
La capacidad de poder trabajar en remoto ha de mantenerse por si se repitiesen situaciones como la vivida en marzo de 2020 o en las cuarentenas preventivas que aun sufrimos. Sin embargo, creo que las organizaciones reclamarán que sus empleados vuelvan a las oficinas, aunque en algunas ya no será al 100 %.
Esa necesidad impuesta del teletrabajo obligó a mayores niveles de seguridad y conectividad que han supuesto un gran avance para las organizaciones.
¿Cree que alguna de las tendencias relacionadas con la pandemia en el sector jurídico se verá revertida tras la crisis?
Como mencionaba, las reuniones presenciales creo que es necesario recuperarlas, somos seres relacionales y la confianza no se gana por Zoom.
El teletrabajo no puede provocar un distanciamiento entre los miembros de un equipo. La cohesión provoca un alto rendimiento entre los miembros de un equipo, lo que hace que puedan aportar la mejor solución a nuestros clientes. De lo contrario tendremos organizaciones de freelancers mucho más egoístas y deshumanizadas.
¿En qué área de actividad de la profesión jurídica cree que va a tener mayor valor/impacto la Inteligencia Artificial en el futuro?
En todo lo que sean servicios legales ofrecidos desde Internet, la Inteligencia Artificial está revolucionando el mercado. Ejemplos de ello son las webs para demandas de viajes. En general la Inteligencia Artificial aplicará para servicios de autoconsumo para el público en general.
Para casos como servicios de análisis de documentación similar, pero muy repetitiva, también tendrá sentido el uso de esta Inteligencia.
Sin embargo, para análisis, estructuración y extracción de datos de documentación variada el proceso es más lento y requiere de mucho más esfuerzo. Yo confío que en unos años esta tecnología avance hasta el punto de trabajar con todo tipo de documento sin un trabajo previo de creación de reglas.
El futuro seguro que nos sorprenderá, es cuestión de pensar en nuevos casos de uso que tengan una utilidad para tu negocio legal.
¿Qué otras tecnologías «punteras» considera que son fundamentales para el éxito de los profesionales del Derecho?
Cada servicio legal es un mundo. En nuestro caso no le hemos encontrado un uso rentable a Blockchain, pero qué duda cabe que terminará apareciendo un caso de que su utilización se justifique porque hay mucha gente intentando encontrarle utilidad.
Lo importante para un abogado es poder atender a su cliente en cualquier momento y desde cualquier sitio. Y para ello ha de trabajar de forma digital con los sistemas y aplicaciones que le exijan el menor esfuerzo y sean lo más fiables posible. Y en esto la nube, ciberseguridad o movilidad de app, entre otros, son palancas con las que trabajar.
E-Discovery, Inteligencia Artificial, OCR avanzado, automatización y robotización de procesos empresariales son algunas de las tecnologías que estamos aplicando para llevar al despacho al futuro.
La ciberseguridad, la reingeniería continua de procesos y el project managemet son las disciplinas que han de entrar en un proceso de mejora continua.
Una vez superada la crisis, ¿cuáles son las tres cosas más importantes que pueden hacer los bufetes de abogados y las asesorías internas de empresa para pasar de la supervivencia a la prosperidad?
Por un lado, hacer organizaciones ágiles: aligerar burocracia y procedimientos de forma que cueste menos el día a día. Esto no es fácil con las crecientes exigencias de cumplimiento normativo.
Además, dejar de depender del papel para trabajar. Esto es aún más difícil en este sector, pero cuando estuvimos trabajando en pandemia no podíamos imprimir montañas de papel. El papel nos ata. La falta de hábitos digitales nos hace rehenes de los procedimientos antiguos en los que la tecnología no puede ayudar.
Por último, inversión en tecnología de la mano de especialistas que pongan en valor esas inversiones y hagan un Plan Director que tenga su ROI en el negocio. Los despachos o profesionales que no inviertan no serán competitivos para un cliente que lo demanda y que cada vez tiene más oferta. Los clientes demandan, cada vez más, servicios personalizados a su nivel de digitalización.
¿Qué cree que podrían hacer las organizaciones ya mismo para prepararse para la próxima crisis?
A todo lo dicho ya, y por no repetirme, creo que las organizaciones deberían tomarse muy en serio el revisar sus sistemas de seguridad. Los ciberdelincuentes se han dado cuenta de la fragilidad que supone tener a los empleados en casa, donde no tienen tanta seguridad como en la oficina, y están preparándose para sacar partido de la próxima crisis.
Consulta otras entrevistas realizadas con motivo del informe «Abogado del Futuro 2021» / «Future Ready Lawyer 2021»
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- José Medina y Cristina Retana, responsables de Tecnología e Innovación de Wolters Kluwer Legal & Regulatory España, respectivamente. Accede aquí a la entrevista.
- Noemí Brito Izquierdo, socia del Área de Tecnología, Innovación y Economía Digital de Ceca Magán Abogados. Accede aquí a la entrevista.
- Alberto Galán Civantos, Chief Technology Officer de Deloitte Tax & Legal. Accede aquí a la entrevista.
- Beatriz Hoya de María, Directora del Área de New Law de PWC. Accede aquí a la entrevista.
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