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El gobierno japonés, por medio del partido Demócrata-liberal que le sustenta, ha decidido poner en marcha una estrategia nacional de inteligencia artificial (IA), que se inicia con un Libro Blanco sobre la IA.

Se trata de una novedad relevante, no solo por el importante papel que juega la economía japonesa en el contexto global, sino porque supone un cambio sustancial respecto de la tradicional política de los anteriores gobiernos del país que, desde la aprobación de la "Estrategia de IA 2019", había considerado que el marco regulatorio más adecuado para evitar limitar la innovación debía basarse en unas herramientas políticas formuladas conjuntamente por los sectores público y privado, a través de leyes blandas (soft law), pero sin el establecimiento de unas normas obligatorias. Sin embargo, el rápido avance de esta tecnología ha llevado a replantearse esa política, pues “necesitamos reconsiderar la brecha regulatoria entre otros países y nosotros”.

Según se indica al inicio del documento, dos han sido las principales razones que han impulsado esta iniciativa.

Una nueva estrategia nacional de IA para una nueva era de la IA

Por una parte, el último informe global sobre competitividad del World Competitiveness Certer, de septiembre de 2022, situa a Japón en el puesto 29.º entre los 63 países encuestados (justo por debajo de España, que ocupa el 28.º), ocupando el último lugar en áreas como la "utilización de datos", y manteniéndose en una posición baja en muchos otros indicadores relacionados con la industria.

Por otro lado, Japón sigue estando por detrás de EE.UU., China y Europa en cuanto al número de trabajos de investigación publicados relacionados con la IA y en la adopción de la IA en las empresas.

Mientras tanto, las inversiones a gran escala en IA se están acelerando en todo el mundo, y los diferentes gobiernos se están moviendo con rapidez en un entorno cada vez más competitivo. Así, en enero de este año, Estados Unidos anunció una política de inversión de 2.600 millones de dólares en el desarrollo de una plataforma que proporcionará recursos informáticos y datos de IA. En marzo de este año, el Reino Unido anunció que invertiría 900 millones de libras en el desarrollo y mantenimiento de superordenadores de nueva generación, con vistas a desarrollar una versión británica de un modelo lingüístico a gran escala. Por su parte, el gobierno indio también anunció la creación de tres centros de investigación sobre IA y la construcción del mayor conjunto de datos del mundo.

Al mismo tiempo, los autores del documento consideran que el impacto de la implantación social de modelos lingüísticos a gran escala (LLM) como ChatGPT supone el comienzo de una nueva era de la inteligencia artificial.

En particular, consideran que con la llegada de esta tecnología, personas que no tienen experiencia con lenguajes de programación pueden beneficiarse instantáneamente de una IA avanzada, con la misma naturalidad (o casi) que si estuvieran hablando con otra persona.

Además, una tras otra, se están "descubriendo" nuevas formas de utilizar la IA, que van desde corregir y resumir textos hasta sugerir ideas, redactar artículos científicos, programar y generar imágenes. También están apareciendo funciones multimodales que pueden combinar o asociar varios tipos de datos, como imágenes y sonido, además de texto, lo que amplía aún más sus aplicaciones. Además, desde el lanzamiento de las API, que son herramientas de desarrollo de terceros vinculadas al modelo subyacente, un gran número de empresas nacionales y extranjeras han anunciado nuevos productos que incorporan modelos lingüísticos a gran escala en sus servicios y productos, y cabe esperar que en el futuro veamos un gran número de nuevas empresas de nueva creación en este campo.

De esta forma, se espera que la evolución de la IA conduzca a rápidas mejoras de la productividad, cambios drásticos en la forma de trabajar de las personas, reducción de las barreras lingüísticas y otros cambios fundamentales en los supuestos sobre los que se diseñan diversos sistemas socioeconómicos.

En paralelo, se aprecia que, a causa de los problemas de errores y sesgos causados por los datos y otros factores, las IA que utilizan modelos lingüísticos a gran escala corren el riesgo de generar "mentiras verosímiles" en las que se comunica información incorrecta en un formato difícil de detectar. Con ello, se teme también que aumente el riesgo de abusos, como la proliferación de sofisticada información falsa cuya autenticidad es difícil de discernir, debido a los avances tecnológicos en generación de imágenes, síntesis de voz, las violaciones de la privacidad basadas en la IA, los ciberataques, etc. y el uso militar también es cada vez mayor.

Estos riesgos aumentan día a día a medida que la IA evoluciona y se extiende, y paralelamente a la promoción del desarrollo de la IA, en los países occidentales se están acelerando los debates reguladores para su aceptación social.

En definitiva, se estima que los cambios globales que han tenido lugar en los últimos meses indican la llegada de una inesperada "nueva Era de la IA", ante la que la economía y la sociedad nipona deben responder por medio de una nueva estrategia nacional.

A la luz de las anteriores consideraciones, el Libro Blanco plantea, de forma preliminar, las siguientes recomendaciones.

- Debe formularse una nueva estrategia nacional adecuada para la Nueva Era de la IA basada en las diversas recomendaciones de este libro blanco, así como deben desarrollarse nuevas políticas y revisarse las anteriores lo antes posible.

- Esta nueva estrategia nacional debe planificar el contenido y la escala que darán a Japón una ventaja competitiva internacional. Se debe establecer una función de liderazgo en relación con la política de IA y ampliar su estructura dentro del gobierno, al tiempo que se incorporan activamente los conocimientos de expertos nacionales y extranjeros y de empresas privadas.

Para ello, el gobierno debe estudiar medidas de forma inmediata y exhaustiva, y desde una amplia gama de perspectivas, como la investigación y el desarrollo, la estructura económica, la infraestructura social, el desarrollo de los recursos humanos y la garantía de la seguridad nacional.

Los principios de la nueva estrategia

1. Desarrollar y fortalecer la capacidad de desarrollo de modelos de IA, incluidos los modelos fundacionales (o foundational models, grandes modelos de inteligencia artificial entrenados con una gran cantidad de datos no etiquetados a escala, para producir modelos que se puede adaptar a una amplia gama de tareas posteriores).

Para ello se propone:

- Acelerar la investigación aplicada y el desarrollo, acumulando conocimientos nacionales sobre modelos fundacionales mediante el uso activo de plataformas extranjeras.

- Paralelamente, seguir invirtiendo y apoyando la creación y el fortalecimiento de capacidades de desarrollo de tecnología básica, incluidos los modelos de cimentación, en Japón.

- En lo que respecta al desarrollo de los recursos humanos digitales, deben promoverse de forma constante medidas para el desarrollo de los recursos humanos basadas en la "Estrategia de IA 2022", y debe considerarse una mejora de las medidas relacionadas con los recursos humanos para desarrollar recursos humanos competitivos a nivel internacional, centrándose no solo en la fase de desarrollo en la era de los modelos fundacionales, sino también en la fase de utilización.

- Establecer un "centro de IA" que reúna información sobre la IA y sirva de punto de contacto entre las empresas que se enfrentan a retos y con excelentes antecedentes técnicos y personal de investigación, y apoyar la formación de una comunidad.

2. Acumulación y coordinación de recursos de datos

Para ello se propone:

- En la próxima revisión de la "Estrategia Integral de Datos", prevista para este año, el gobierno debería trabajar para crear un entorno que promueva el uso de datos de los sectores público y privado a través de la IA. Para ello, debe seguir promoviendo el desarrollo de un modelo de datos estándar y aclarar los atributos y la estructura de los datos.

- Promover el archivo de los datos públicos en poder del gobierno y las administraciones locales para que puedan ser utilizados en el modelo base. Organizar las normas y el formato para proporcionar los datos a terceros.

- Con el fin de abordar el problema de la parcialidad de los datos, el gobierno debe trabajar para aumentar la proporción de datos de formación relacionados con Japón, proporcionando activamente datos apropiados en japonés para los modelos de fundación tanto nacionales como extranjeros. Además, el gobierno debería tomar la iniciativa de promover la creación y utilización de un corpus japonés (una base de datos estructurada de frases en japonés para la traducción bilingüe).

- El Gobierno debería trabajar para promover el desarrollo y el uso práctico de IAs de generación de código fuente, mejorando y utilizando los datos de entrenamiento con el objetivo de mejorar la eficiencia de las operaciones de desarrollo de software y abordar la escasez de recursos humanos digitales.

3. Mejora y utilización de los recursos informáticos existentes

- En referencia a la iniciativa "AI bridging cloud" del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada (AIST), el gobierno debería promover la infraestructura nacional y la expansión de los vastos recursos informáticos necesarios para construir y utilizar los modelos básicos, y apoyar el desarrollo de un nuevo marco que pueda ser compartido y utilizado por todas las entidades públicas y privadas relacionadas.

- Fortalecer el desarrollo de la industria de semiconductores con el objetivo de garantizar recursos informáticos estables relacionados con la IA, teniendo en cuenta la posibilidad de una mayor utilización de la computación de borde y otros factores. En particular, debería reforzarse el apoyo a las capacidades de diseño y a la I+D de semiconductores de alto rendimiento, etc., cuya demanda se espera que aumente rápidamente.

Además, el Libro Blanco propone el fomento de la IA tanto en el sector público, como en el privado, así como en la educación.

En relación con el primero, se propone el fomento de la utilización activa de la IA en la administración pública y el apoyo a la promoción de "Ciudades Inteligentes de la IA" utilizando las Zonas Especiales Estratégicas Nacionales.

En cuanto al segundo, se propone realizar inmediatamente un estudio sobre el impacto de la IA modelo de fundación en diversas industrias nacionales y fomentar la creación de diversas start-ups y nuevas empresas que utilicen IA, promoviendo la migración acelerada de los sistemas de TI a la nube, como requisito previo para que las pequeñas y medianas empresas (PYME), en particular, aprovechen los beneficios de la utilización de la IA, como la mejora de la productividad.

Finalmente, en cuanto al ámbito educativo, se propone la mejora de la alfabetización en IA en el plan de estudios de la educación pública, de cara al momento en que el uso activo de la IA en las actividades socioeconómicas diarias será la norma.

Nuevos enfoques para la regulación de la IA

Estas medidas se deben complementar con una futura regulación de la IA que tenga como objetivo la regulación del uso de la IA en áreas de riesgo grave, considerando como tales, aquellos usos que suponen:

- Un riesgo para los derechos humanos, la salud y la seguridad"

En particular, para aquellos casos en los que la IA se utilice para cometer delitos, explotar vulnerabilidades como los niños y las personas discapacitadas, riesgos de que la IA se utilice para la vigilancia de los ciudadanos como los Estados autoritarios, riesgos de violación de la intimidad, etc.

- Riesgos para la seguridad nacional

Riesgos del uso militar de la IA, riesgos de ciberataques, riesgos de fuga de datos y tecnología al extranjero, riesgos de desinformación que amenace la seguridad nacional mediante la manipulación de la información, riesgos de la afluencia de productos de IA con capacidades de espionaje en los mercados nacionales, etc.

- Riesgos de intervención indebida en el proceso democrático

Riesgos de que fuerzas extranjeras utilicen la tecnología de IA para interferir en las elecciones, riesgos de incitar a la opinión pública en la dirección equivocada mediante la difusión de información falsa sobre temas como el reconocimiento histórico y la cultura, riesgos de distorsionar el comportamiento de las personas mediante falsificaciones profundas disfrazadas de políticos o funcionarios del gobierno, riesgos de comentarios masivos generados por IA sobre proyectos de ley, etc.

Para avanzar en la elaboración de esta regulación se propone analizar el estado de las normativas sobre IA en la UE, EE.UU., China y otros países, y realizar estudios específicos sobre áreas en las que se consideren necesarias medidas legislativas para la nueva era de la IA, como violaciones graves de los derechos humanos; seguridad nacional e intervención injustificada en procesos democráticos.

Igualmente, se propone participar activa y estratégicamente en los debates internacionales de elaboración de normas sobre el uso de la IA en cooperación con otros países, aprovechando las diversas oportunidades de consultas internacionales, incluida la Cumbre del G7 de este año, que Japón presidirá.

Finalmente, para una adaptación normativa ágil a la nueva era de la IA, el Libro Blanco recomienda:

- Establecer un mecanismo para seguir promoviendo la revisión de la normativa analógica basada en principios digitales mediante la difusión horizontal de la información obtenida a través de la verificación técnica del uso potencial de la IA a diversos ministerios y al sector privado.

- Mejorar la rapidez y facilidad de uso de los actuales procedimientos de desregulación, como la Conferencia de Reforma de la Reglamentación, los "cajones de arena" y el sistema de eliminación de zonas grises, para crear y desarrollar un entorno en el que las empresas puedan asumir nuevos retos empresariales sin verse limitadas por la normativa vigente.

- En cuanto a los debates sobre la interpretación de las leyes de propiedad intelectual en relación con la IA generativa, considerar la posibilidad de establecer directrices, etc., para promover el progreso de la tecnología de IA al tiempo que se evita su uso abusivo, y seguir desarrollando la industria de contenidos, que es uno de los puntos fuertes de Japón.

- Las empresas privadas y las instituciones públicas a partir de cierto tamaño deberían establecer un Chief Digital Officer (CDO) responsable de la utilización de la IA y el manejo de datos.

- Profundizar los debates sobre cómo debe aplicarse la gobernanza de la IA no solo para gestionar los riesgos de los operadores privados, sino también para fomentar el ingenio y la innovación; y, si es necesario, establecer directrices.

- Apoyar los esfuerzos de las empresas para utilizar y tratar los recursos humanos de IA, incluida la recualificación, con el fin de desarrollar recursos humanos compatibles con la nueva era de la IA.

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