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Carlos B Fernández. La Comisión Europea ha propuesto dos nuevas normas para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas y sostenibles a la hora de comprar teléfonos móviles e inalámbricos y tabletas, en el marco del actual Reglamento de la UE sobre etiquetado energético.

Se trata de una propuesta de Reglamento de la Comisión por el que se establecen requisitos de diseño ecológico para teléfonos inteligentes, teléfonos móviles distintos de los teléfonos inteligentes, los teléfonos inalámbricos y las tabletas, con arreglo a la Directiva 2009/125/CE (LA LEY 19186/2009) del Parlamento Europeo y del Consejo y por el que se modifica el Reglamento (UE) 2023/826 (LA LEY 4862/2023) y de una propuesta de Reglamento delegado de la Comisión por el que se completa el Reglamento (UE) 2017/1369 (LA LEY 12515/2017) del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que respecta al etiquetado energético de los teléfonos inteligentes y las tabletas.

Según ha destacado la Comisión al presentar la iniciativa, estas medidas contribuyen a hacer que la economía de la UE sea más circular, a ahorrar energía, a reducir nuestra huella de carbono, a apoyar modelos de negocio circulares y a brindar a los consumidores los beneficios del Pacto Verde Europeo. En concreto, se prevé que de aquí a 2030, los teléfonos móviles y las tabletas fabricados con arreglo a estas normas ahorrarán casi 14 teravatios-hora de energía primaria cada año. Esto supone un tercio de la energía primaria que estos productos consumen actualmente. Las nuevas normas también contribuirán a optimizar el uso de materias primas fundamentales y facilitarán su reciclado.

Además, la propuesta llegó el mismo día (19 de junio), en que el Parlamento Europeo y el Consejo aprobaron medidas para que estos dispositivos sean más eficientes desde el punto de vista energético, más duraderos y más fáciles de reparar, a raíz de una propuesta de la Comisión de noviembre de 2022 realizada en el marco del Reglamento de la UE sobre diseño ecológico (Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se establecen normas comunes para promover la reparación de bienes y se modifican el Reglamento (UE) 2017/2394 (LA LEY 20904/2017) y las Directivas (UE) 2019/771 (LA LEY 8796/2019) y (UE) 2020/1828 (LA LEY 23718/2020)).

Requisitos de diseño ecológico

Por su parte, la propuesta de Reglamento sobre diseño ecológico establece requisitos mínimos para los teléfonos móviles e inalámbricos y las tabletas que se introducen en el mercado de la UE, entre ellos:

- La resistencia a las caídas accidentales o al rayado, la protección contra el polvo y el agua, y el uso de baterías suficientemente duraderas. Las pilas y baterías deben soportar al menos ochocientos ciclos de carga y descarga y mantener como mínimo el 80 % de su capacidad inicial.

- Normas para desmontarlos y repararlos, incluida la obligación de que los productores pongan piezas de recambio críticas a disposición de los talleres de reparación en un plazo de cinco a diez días hábiles y hasta siete años después del final de la venta del modelo de producto en el mercado de la UE.

- Disponibilidad de actualizaciones del sistema operativo durante períodos más largos: durante al menos cinco años a partir de la introducción del producto en el mercado.

- Acceso no discriminatorio de los reparadores profesionales a cualquier software o firmware necesario para la sustitución.

Nuevo etiquetado energético

El Reglamento sobre etiquetado energético propuesto establece que los teléfonos inteligentes y las tabletas que se introduzcan en el mercado de la UE deben mostrar información sobre su eficiencia energética, la longevidad de sus baterías, la protección contra el polvo y el agua, y la resistencia a las caídas accidentales.

Del mismo modo, la primera vez que los productos que se introduzcan en el mercado de la UE deben presentar una puntuación de reparabilidad. Esto ayudará a los consumidores de la UE a tomar decisiones de compra más informadas y sostenibles y fomentará el consumo sostenible.

Los nuevos productos utilizarán las actuales etiquetas energéticas de la UE, ya conocidas, que presentan una escala de la A a la G, y el registro europeo de productos para el etiquetado energético (EPREL, por sus siglas en inglés), disponible a nivel de la UE, proporcionará información adicional sobre los productos.

Próximos pasos

Estas normas de etiquetado energético se transmitirán ahora al Parlamento Europeo y al Consejo, que dispondrán de un período de control de dos meses; si, finalizado ese plazo, los colegisladores no han formulado objeciones al texto, las normas se adoptarán formalmente.

Para armonizar la entrada en vigor de estos dos actos legislativos relativos a la misma categoría de productos, ambos se publicarán en el Diario Oficial el mismo día, una vez que se hayan adoptado las normas de etiquetado energético.

Tras su entrada en vigor, ambas propuestas prevén un período transitorio de veintiún meses antes de que los requisitos comiencen a ser aplicables.

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