Se busca que medicamentos y productos sanitarios, así como otras procedimientos o tecnologías sanitarias, puedan encontrar acomodo en un sistema de evaluación de las tecnologías sanitarias (ETS) que no favorezca a un tipo de tecnología en detrimento de otras, pero, al mismo tiempo, se dote de la agilidad necesaria como para no suponer innecesariamente un freno para la adopción de las tecnologías sanitarias.
El sistema que se proponga deberá reducir la carga administrativa y financiera de los desarrolladores a la hora de poner sus tecnologías en el mercado nacional mediante un sistema predecible y transparente. El dialogo precoz sobre el desarrollo de tecnologías que puedan llegar al mercado con los elementos necesarios para una rápida evaluación y toma de decisiones debe ser también un elemento presente.
Finalmente, desarrolla la participación de los diferentes actores en esta evaluación, incluyendo la participación de miembros legos que representen los intereses de los pacientes, organizaciones de consumidores, profesionales sanitarios y los propios operadores económicos, así como cualquier otra parte interesada con un interés legítimo.
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