Carlos B Fernández. En 2019, el Consejo de la OCDE adoptó su Principios sobre la Inteligencia Artificial (IA) (OECD AI Principles). Estos incluyen cinco principios basados en valores y cinco recomendaciones para que los países de la OCDE y las economías asociadas adheridas promuevan políticas de IA responsables y confiables.
En un informe que acaba de presentar (The state of implementation of the OCDE AI principles four years on), la organización que engloba a las principales economías desarrolladas del planeta hace un balance de las iniciativas puestas en marcha por países de todo el mundo para implementar estos Principios, tal como se informaron al Observatorio de Políticas de IA de la OCDE en mayo de 2023. El documento aporta una descripción general de las estrategias nacionales de IA que se han ido adoptando, incluidos sus órganos de supervisión y seguimiento, grupos asesores de expertos, así como sus marcos de seguimiento y evaluación. También analiza los diversos enfoques regulatorios que los países están adoptando para garantizar la confiabilidad de la IA, como marcos éticos, regulaciones específicas de la IA y entornos limitados de pruebas regulatorios. Además, el informe ofrece ejemplos de políticas para cada uno de los diez principios de IA de la OCDE a fin de facilitar el aprendizaje cruzado entre los responsables de la formulación de estas políticas.
Como era de esperar, el informe destaca que en 2022, la inteligencia artificial (IA) ocupó un lugar central en los debates políticos. El lanzamiento de ChatGPT en noviembre de ese año expuso el potencial de la IA generativa a un público mayoritario. Las herramientas de IA siguen siguen demostrando su potencial para introducir cambios transformadores en muchos ámbitos, prometiendo aumentos de productividad y nuevas oportunidades para las personas, las empresas y la sociedad.
Al mismo tiempo, plantea nuevamente los riesgos potenciales de la IA, tales como la perpetuación de las desigualdades existentes, la difusión masiva de contenidos manipulados y la amenaza a la autonomía personal.
Como primera norma intergubernamental sobre IA en 2019, los Principios de IA de la OCDE son ahora un punto de referencia mundial para una IA digna de confianza. Asi, en la actualidad, muchos países están trabajando en políticas basadas en dichos principios para abordar los riesgos de la IA y aprovechar las oportunidades que ofrece.
En 2017, solo unos pocos países tenían estrategias nacionales de IA. Hoy en día, el Observatorio de Políticas de IA de la OCDE refleja más de 50 iniciativas nacionales estratégicas y gubernamentales sobre cómo dirigir de forma integral el desarrollo y el despliegue de una IA fiable.
Además de los países de la OCDE, las economías árabes, africanas y sudamericanas también se han comprometido a emprender acciones que promuevan los principios de la IA. En total, hasta mayo de 2023 el Observatorio cuenta con 930 iniciativas políticas en 70 jurisdicciones.
Los países han seguido desarrollando políticas para fomentar la investigación y el desarrollo en IA y aumentar los esfuerzos para construir y proporcionar acceso a la infraestructura necesaria para permitir una adopción más amplia de la IA. Algunos países han redoblado sus esfuerzos para garantizar que los distintos grupos sociales desarrollen competencias en IA, reconociendo la necesidad de preparar a los trabajadores y a los ciudadanos en general, y de supervisar y acompañar las transiciones del mercado laboral.
Dado que la IA trasciende las fronteras, se han lanzado o profundizado muchas iniciativas de cooperación internacional.
Mientras que algunos tipos de políticas son aún incipientes, otras están más avanzadas, lo que permite a países reflexionar sobre los logros alcanzados hasta la fecha y analizar nuevas medidas para avanzar en las ambiciones nacionales.
El desarrollo más notable se refiere a las acciones políticas que traducen los principios basados en valores de la IA de la OCDE en iniciativas concretas y operativas. En este sentido, el informe hace balance de varios tipos de políticas diseñadas para fomentar el crecimiento inclusivo, abordar los prejuicios y aumentar la equidad, así como para que los sistemas de IA sean transparentes, seguros y responsables.
En este sentido, se constata el desarrollo de marcos éticos, directrices, códigos de conducta, normas y evaluación del impacto algorítmico tanto a nivel nacional como internacional, por parte de los sectores público y privado.
La legislación vigente, incluida la relativa a la protección de datos y la protección de los consumidores, incluye disposiciones pertinentes para la IA.
Sin embargo, en los últimos años se ha producido un importante avance con la propuesta de marcos normativos específicos de la IA que abordan los sistemas o impactos de alto riesgo de la IA, aunque con diferencias clave de enfoque entre jurisdicciones. La regulación específica de la IA también plantea nuevos retos en relación con la interoperabilidad internacional, lo que exige una acción internacional para promover la armonización de las definiciones clave y su aplicación técnica cuando proceda.
El informe presenta ejemplos ilustrativos de la aplicación de cada Principio de la IA para ayudar a los responsables políticos a a aprender unos de otros.