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Por Fernando Cameo.-En septiembre de 2022 el Colegio de Registradores puso en marcha Jubilare, una iniciativa para debatir y profundizar en los desafíos que el paso del tiempo plantea en la actualidad a las personas mayores. Un colectivo que en España supone casi un 20% de la población.

Jubilare nació como un foro para superar el edadismo, para combatir nuestros prejuicios y los estereotipos que acaban discriminando a las personas únicamente por razón de su edad. Un lugar donde hacer visible la enorme riqueza de esta etapa de la vida y donde reconocer la experiencia y la capacidad que los mayores derrochan.

Hacemos balance de lo ocurrido en ese primer año de vida de Jubilare con los miembros de su comisión ejecutiva compuesta por tres registradores: el presidente de la Comisión de Atención a la Discapacidad y Mayores, Alberto Muñoz Calvo, la directora de Responsabilidad Social Corporativa, Dulce Calvo González-Vallinas y la censor-interventor y directora del Servicio de Previsión Colegial, María del Pilar Rodríguez Álvarez.

El 22 de septiembre de 2022 se reunió, por primera vez, la Comisión Científica JUBILARE, una comisión multidisciplinar para profundizar en los desafíos actuales de las personas mayores. ¿Qué balance hacen de su trabajo en este primer año de vida?

Pilar Rodríguez.- Desde nuestro punto de vista y sin ánimo de caer en la autocomplacencia, el balance es claramente positivo. Creemos que se han abordado temas de máxima actualidad concernientes a este grupo humano tan importante y numeroso. Para ello hemos contado con la inestimable colaboración de los miembros integrantes de la Comisión Científica, que son personas muy sensibilizadas con dos ideas que presiden todas nuestras actividades, como son, por un lado, evitar el ostracismo y dar una mayor visibilidad social a las personas de mayor edad y, por otra parte, intentar proponer soluciones que sirvan para afrontar las difíciles situaciones que a veces se presentan en esta etapa del periplo vital, sin dejar de buscar también nuevas ilusiones y oportunidades.

¿Se están cumpliendo los objetivos que se marcaron cuando pusieron en marcha esta iniciativa?

Dulce Calvo.- En gran parte sí, porque Jubilare, como su propio nombre indica, pretende ofrecer una visión optimista y positiva de lo que significa el proceso y el hecho en sí de llegar a una edad madura, y desde esta perspectiva hemos intentado desarrollar las actividades a las que antes nos hemos referido, que han sido y van a seguir siendo muy diversas.

Por otro lado, aun partiendo de que se trata de una Comisión auspiciada por el Colegio de Registradores, siempre hemos pretendido que esta iniciativa no se quedara como algo interno concerniente a nuestro colectivo, sino que trascendiera a la sociedad y, sobre todo, a sus principales destinatarios, los mayores o, por emplear otra expresión, los seniors. Es por ello por lo que, como decíamos, las materias que han servido de reflexión son heterogéneas y van más allá de lo estrictamente jurídico. También se ha logrado en este sentido un variado elenco entre los componentes de la Comisión y demás colaboradores, procedentes de muy diversos ámbitos, comenzando por el académico, como nuestra presidenta María Paz García Rubio, hasta el de la empresa, el mundo de la comunicación o el del activismo social.

Del mismo modo, hemos procurado que algunas sesiones se celebraran en sedes alternativas a las instalaciones colegiales y, poco a poco, se están logrando sinergias y nuevas ideas, especialmente como fruto del contacto con las entidades del Tercer Sector. Seguiremos trabajando para la consecución de estos objetivos.

Como decíamos, desde su concepción el proyecto Jubilare ha apostado por la multidisciplinariedad, prueba de ello es la variada adscripción profesional de los miembros de su Comisión. ¿Ha sido satisfactorio este enfoque? ¿Qué beneficios ha aportado a los debates celebrados?

Alberto Muñoz.- Sin duda que sí. Desde un principio teníamos clara esa concepción transversal y multidisciplinar, que era necesaria para tratar tantísimos aspectos que atañen a los mayores, que van desde la reflexión ética, pasando por el mercado laboral, la economía, el envejecimiento activo, los avances médicos y científicos, las iniciativas político-sociales a nivel internacional y tantos otros temas que requieren contar con la aportación de profesionales y especialistas, que han elaborado estudios y diseñado en algunos casos proyectos que solo buscan la mejora de la calidad de vida de nuestros mayores, con un conocimiento práctico que nace del contacto directo con la realidad. Por eso, contar con un equipo tan plural y comprometido ha posibilitado que en Jubilare se hayan debatido asuntos muy diferentes, y siempre intentando que fuera con el máximo rigor.

¿Cuántas actividades se han celebrado y cuál ha sido su seguimiento?

Alberto Muñoz.- Sobre todo se han celebrado diferentes sesiones siguiendo un formato híbrido, presencial y online, lo que obviamente ha facilitado la participación del mayor público posible, aparte del que presencialmente estaba en la sala siguiendo las intervenciones de los ponentes. Estas sesiones están grabadas y pueden consultarse en la página web registradores.org, en donde hay un apartado específico para Jubilare, por lo que quizás en esta charla puede resultar demasiado prolijo enumerarlas. También, en relación con la temática de cada uno de los seminarios se han publicado en prensa diferentes artículos de opinión y existen distintos enlaces de interés que igualmente pueden visitarse en nuestra web. Hemos promovido paralelamente algunas actividades culturales, por ejemplo, el Club de Lectura del CORPME del mes de febrero se dedicó al análisis de obras escritas en la madurez por Doris Lessing, Edgar Morin y Laure Adler. También se convocó un Certamen Literario de relato Breve en el que el protagonista debía ser la persona mayor con un enfoque positivo y vitalista, como persigue este proyecto. El premio se entregó el pasado noviembre, como bien sabéis, y los relatos fueron de gran calidad.

El seguimiento de nuestras actividades se mantiene sostenido a lo largo del tiempo. Destacamos el satisfactorio impacto en redes sociales, gracias también a la labor del gabinete de prensa del Colegio de Registradores.

La vulnerabilidad en la vivienda o el consumo, la brecha digital, las carencias del actual sistema residencial o el empleo en las personas mayores, han sido algunos de los temas abordados hasta el momento. ¿Nos puede adelantar algunos de los temas que se tratarán en los próximos encuentros Jubilare?

Dulce Calvo.- Empezando por lo más inminente, el 17 de enero de 2024 celebraremos una jornada titulada «Protección integral de las personas mayores», que será dirigida por Gonzalo Múzquiz, miembro de la Comisión Jubilare y secretario técnico de Unión Profesional. Hay programados seguidamente otros webinarios, que versarán sobre la «Soledad no deseada y salud mental», el «Voluntariado de las personas mayores», y «Derechos y deberes de los cuidadores». El diseño de estos eventos y la participación en los mismos está muy avanzado, prácticamente cerrado.

Pero hay en marcha más proyectos dentro de la Comisión, como el análisis del emprendimiento sénior, la situación singular de las mujeres mayores, el examen de la realidad laboral desde un prisma intergeneracional, por avanzar algunos. Jubilare también coopera estrechamente con Universidades como la de Zaragoza o la de Murcia, entre otras.

En esta primera etapa de Jubilare han colaborado con otras instituciones y organismos. ¿Han encontrado sensibilidad en la lucha contra el edadismo? ¿Nos puede contar cómo han sido esas colaboraciones?

Alberto Muñoz.- Efectivamente, ya hemos venido apuntando a lo largo de la conversación la colaboración de Jubilare con diferentes entidades del más variado signo. La lucha contra el edadismo, entendido como un sesgo indebido en el trato y en el diseño de políticas y estrategias hacia las personas mayores, derivado de ciertos estereotipos y prejuicios de los que muchas veces somos inconscientes, y que en definitiva conlleva una discriminación por razón de edad, es uno de los que más preocupa a las asociaciones que defienden los intereses de las personas mayores, preocupación que compartimos plenamente. Ha sido muy ilustrativo al respecto el contacto con Helpage, Fundación que cuenta con un «Observatorio del Edadismo» y con la que organizamos en el mes de junio una jornada sobre la conveniencia de promover una Convención internacional de los derechos de las personas mayores, que no se pudo celebrar en el sitio inicialmente previsto, el Congreso de los Diputados, con motivo de la convocatoria de elecciones generales.

Además de la organización de jornadas, han creado un certamen literario del que recientemente se ha fallado su primera edición. ¿Qué objetivo persiguen con la creación de este premio? ¿Cómo valoran esta primera edición?

Pilar Rodríguez.- El certamen literario ha supuesto una iniciativa diferente que pretende contribuir a visibilizar la importancia y el papel relevante que ocupan las personas mayores en nuestra sociedad y, si cabe, que debieran ocupar aún más en todos los órdenes. Por ello, los relatos participantes habían de cumplir con estas premisas y con los ideales que pretenden ser el sello distintivo de Jubilare que, repetimos una vez más, se concretan en ofrecer en todo momento una visión amable y optimista de la madurez del ser humano. Hubo consenso unánime entre los miembros del Jurado en que el ganador fuera Eloy Cebrián, con su obra «Las gafas de John Lennon». La valoración que hacemos del premio es muy positiva, entre otras cosas porque han sido muchos los participantes en el certamen, incluso de fuera de nuestro país.

¿Tienen pensado poner en práctica algún otro tipo de iniciativa para este segundo año de Jubilare?

Pilar Rodríguez.- Pues, continuando con lo que acabamos de hablar y dada su acogida, estamos valorando convocar una nueva edición del Premio Literario, que ha resultado ser una propuesta bastante original e ilusionante. Por supuesto que estamos abiertos a organizar cualquier otro tipo de evento que contribuya, en definitiva, al cumplimiento de nuestros objetivos. Estos eventos pueden ser de tipo cultural, o también pueden servir para ensalzar o destacar la labor de determinadas personas, proyectos o experiencias vitales. Nos parece importante que cualquier iniciativa en este sentido tenga una vertiente y carga emocional.

En cada encuentro Jubilare expertos de muy diferentes perfiles aportan su cualificada opinión ofreciendo siempre alternativas o soluciones a los problemas a los que se enfrentan las personas mayores. ¿Hay pensada alguna iniciativa para recoger toda esta valiosa información? ¿Y para hacerla llegar a los organismo o instituciones que podrían ponerlas en práctica?

Dulce Calvo.- Todas estas opiniones de los expertos intervinientes en los encuentros de Jubilare constituyen aportaciones muy valiosas que se van acumulando al acervo de nuestra Comisión. Está previsto editar una publicación que recoja toda esta información, teniendo en cuenta además que bastantes de estas colaboraciones han cristalizado en relevantes trabajos doctrinales. Recordamos una vez más que Jubilare cuenta también con un copioso repositorio de información en la web de los registradores.

Respecto de la posibilidad de trasladar nuestras conclusiones o reflexiones para que puedan ser aprovechadas por diferentes organismos o instituciones, entendemos que puede ser positivo, sobre todo por sumarnos a un movimiento social que está en auge y del que se han hecho eco las instituciones políticas tanto a nivel nacional como europeo. Sin ser pretenciosos, entendemos que iniciativas como Jubilare siempre pueden aportar su granito de arena en estas cuestiones.

Y para terminar, siguiendo el espíritu Jubilare, ¿han puesto en marcha recientemente alguna acción concreta en el Colegio de Registradores en relación con los colegiados jubilados? ¿Y para mejorar la atención a las personas mayores en las oficinas registrales?

Pilar Rodríguez.- El Colegio de Registradores mantiene una relación muy estrecha con nuestros compañeros jubilados, como parte integrante esencial que son de nuestra corporación, reconociendo, de esta manera que son ellos quienes más han contribuido a labrar el prestigio profesional del que gozamos, en la medida que se considere, ante la sociedad. Por ello, el Colegio promueve encuentros y actividades para que sean partícipes de pleno derecho en la vida colegial, sin olvidar su imprescindible y constante aporte a nivel doctrinal. Estas reuniones se iniciaron el 18 de mayo de 2018, convocadas por nuestra Decana, María Emilia Adán y se han convertido en un espacio distendido e interdisciplinar, constituyendo un puente de unión entre compañeros en activo y compañeros jubilados. Supone un momento para aprender sobre derecho, pintura, literatura o música, para debatir y reflexionar sobre asuntos de interés colegial y corporativo y, sobre todo, para compartir nuestro tiempo.

Y por supuesto, consideramos inexcusable que el servicio público registral se desarrolle con una sensibilidad y trato diferencial hacia las personas mayores, si bien, entendemos que este trato es la normalidad en nuestras más de mil oficinas que dispensan una atención presencial de calidad a los ciudadanos que acuden a ellas.

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