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Carlos B Fernández. A finales del pasado año, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) hizo público un documento titulado “Artificial Intelligence Strategy” en que presenta la estrategia que ha definido para el aprovechamiento de esta tecnología en su trabajo, que incluye una propuesta de gobernanza y una arquitectura organizacional a propósito con esta finalidad.

Una tecnología de gran potencial

El documento comienza reconociendo que la IA tiene un gran potencial para el TJUE al permitir, por un lado, la automatización de tareas sencillas tanto en el ámbito judicial como en el administrativo y, por otro, al ofrecer nuevas posibilidades de investigación jurídica, traducción, interpretación la accesibilidad y la modernización del acceso a la información.

Esta tecnología puede aprovecharse para alcanzar múltiples objetivos, centrándose principalmente en tres áreas clave: mejorar la eficiencia y eficacia de nuestros procesos administrativos y judiciales, mejorar la calidad y coherencia de las decisiones judiciales y aumentar el acceso y la transparencia para los ciudadanos de la UE.

En paralelo, la adopción de esta tecnología no está exenta de riesgos, por lo que es esencial tener un conocimiento exhaustivo de estos riesgos para realizar evaluaciones informadas y desarrollar estrategias de mitigación eficaces.

Para evitar esos riesgos una de las principales estrategias de mitigación importantes consiste en adoptar un modelo de gobernanza adecuado, plenamente integrado en el modelo existente. Por ello, la propuesta de este documento consiste en crear un Comité de Administración de IA.

En el mismo sentido, y ya a nivel técnico, es crucial adoptar o crear algoritmos de IA de forma controlada y con un enfoque de arquitectura informática claro para garantizar su reutilización. Este enfoque garantiza que el mismo tipo de algoritmo se implemente una sola vez y pueda reutilizarse en distintos casos en los que pueda aportar beneficios.

Este documento se basa en la experiencia de tres años del Laboratorio de Innovación (Innovation Lab) creado por el Tribunal en 2019, con la finalidad de explorar las tecnologías emergentes que han ido apareciendo y la forma en que el Tribunal podría beneficiarse de ellas.

Fruto de esta experiencia, el TJUE considera que, sin incluirse en la categoría de Smart Courts o tribunales inteligentes, ya ha iniciado su camino para convertirse en un tribunal inteligente, en el sentido de que ya ha dado pasos hacia la digitalización de sus operaciones y ha aplicado varios avances tecnológicos en los últimos años.

Por ejemplo, el sistema de gestión de asuntos SIGA que utiliza, constituye un importante paso adelante y su combinación con la inteligencia artificial y la automatización robótica de procesos contribuirá a la transformación hacia tal objetivo. Además, el Tribunal ha recurrido a otras tecnologías modernas para digitalizar determinados procesos o, por ejemplo, utilizar la tecnología de videoconferencia para celebrar vistas a distancia.

En este contexto, el TJUE considera que también podría explorar el uso de la IA para analizar grandes cantidades de datos jurídicos, proporcionar información sobre los asuntos que gestiona, mejorar la eficiencia de la investigación jurídica o automatizar las actividades administrativas.

Además, la aplicación de tecnologías judiciales inteligentes ayudaría al TJUE a reducir el tiempo de los procedimientos, aumentar el acceso a la justicia y repercutir positivamente en la calidad de este servicio. Siempre, se advierte, garantizando que toda nueva tecnología se aplique respetando tanto la independencia e imparcialidad del poder judicial como los derechos fundamentales como la privacidad y la protección de datos.

Para ello, el Tribunal considera fundamental la elaboración y adopción de una estrategia de IA.

Las bases de la estrategia de IA del TJUE

Las lecciones aprendidas tras estos 3 años de "experimentación" de la tecnología evidencian, en opinión del Tribunal que ya cuenta con unos cimientos fuertes sobre los que edificar esta estrategia.

En primer lugar, el TJUE es una organización innovadora, dotada de personas de talento y cuya "Red AI Network" ha demostrado su capacidad para obtener ideas innovadoras de toda la organización.

De hecho, en los últimos tres años se han recogido más de 30 ideas de este tipo, de las cuales dos tercios han resultado ser viables. viables.

En segundo lugar, el Laboratorio de Innovación demostró ser un buen catalizador para crear el apetito de pensar fuera de la caja, y también para probar la viabilidad de ideas innovadoras. El contacto permanente con los representantes de los usuarios y reunir conocimientos de la industria y otras instituciones de la UE y la ONU, el Laboratorio de Innovación pudo crear los puentes adecuados para aportar internamente los conocimientos necesarios para poner a prueba en la práctica las ideas surgidas de la Red AI+. ideas surgidas de la Red AI+.

En tercer lugar, se avecinan oportunidades innovadoras, no sólo las aportadas por el reciente avance de esta tecnología, sino también por la modernización del panorama informático dentro de nuestro ámbito de actividad principal, el sistema judicial, a través del programa SIGA.

En la práctica, la plataforma SIGA será la espina dorsal y judicial, en la que podrán integrarse la inteligencia artificial, la cadena de bloques u otras emergentes podrán integrarse, de forma segura y controlada, para aportar beneficios al sistema judicial. judicial.

Los objetivos de la estrategia de IA del TJUE

En virtud de lo anterior, el TJUE se ha fijado los siguientes objetivos:

1: Mejorar la eficiencia y eficacia de los procesos administrativos y judiciales

2: Mejorar la calidad y coherencia de las decisiones judiciales

3: Aumentar el acceso a la la justicia y la transparencia para los ciudadanos de la UE.

Para realizar esta transición, de la "fase experimental" a la "fase de industrialización", se consideran necesarios los siguientes pasos:

- Adoptar una estructura de gobernanza que permita tomar decisiones inteligentes a la hora de seleccionar las herramientas de IA.

Para ello se ha planteado un "Comité de Administración de la Inteligencia Artificial" (AI Management Board), que se integrará junto a los demás consejos existentes en el seno del Tribunal: el Informatics Steering Committee (CDI); la AI+ Network; y los consejos de arquitectura y gobernanza de datos, que aseguren la consistencia técnica y la calidad de los datos utilizados).

Este Comité apoyará al Tribunal en este proceso a través de un enfoque "basado en los riesgos". Para ello definirá las "líneas rojas" (aquellos ámbitos en los que esta tecnología no debe usarse, por el alto riesgo que supone); las áreas de especial atención (en las que la adopción de algoritmos de inteligencia artificial debe hacerse con prudencia y controles adecuados), y las áreas que, por su especificidad, presentan un riesgo bajo. Todo ello bajo un proceso de revisión continuo.

- Adoptar las políticas necesarias para adoptar normas y directrices claras para una correcta adopción de la tecnología, equilibrando los beneficios que aporta con los riesgos que supone.

En particular, se considera que, a nivel técnico, es crucial adoptar o crear algoritmos de IA de forma controlada y con un enfoque de arquitectura claro para garantizar su reutilización. Este enfoque garantiza que el mismo tipo de algoritmo se implemente una sola vez y pueda reutilizarse en distintos casos en los que pueda aportar beneficios. A estos efectos, el documento presenta un mapa de capacidades de alto nivel claro y completo para la Inteligencia Artificial.

A nivel de recursos, el documento hace hincapié en tres áreas clave: en primer lugar, destaca la importancia de crear los instrumentos necesarios para mejorar y reciclar la mano de obra interna, incluidos los profesionales de TI, los directivos y el personal. En segundo lugar, el documento subraya el uso continuado del Laboratorio de Innovación y de la red de innovación existente como catalizadores y ejes centrales para suscitar, probar y evaluar iniciativas innovadoras en todo el TJCE. Por último, el documento propone analizar el nivel necesario de inversiones en función del nivel de ambición fijado por el TJCE.

- Crear un mecanismo de movilidad para desplazar los recursos hacia donde puedan marcar la diferencia;

- Mejorar la cualificación del personal en todos los ámbitos;

- Establecer un programa de gestión del cambio que ayude a implantarlo (similar al que se utiliza hoy en día para SIGA, o mejor, reutilizarlo); y

- Diseñar y adoptar una arquitectura informática correcta, con seguridad, protección de datos y ética por diseño.

Sigue siendo necesario invertir, no sólo en infraestructura, sino también en la formación de todas las categorías de personal que participarán en este proceso. del personal que trabajará con esta tecnología y en el Laboratorio de Innovación.

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