Rubén M. Mateo.- Dar respuesta de una forma multidisciplinar a aquellas necesidades que surgen durante el proceso de hacerse mayor y que no están cubiertas por los poderes públicos. Esta es una de las propuestas lanzadas por Unión Profesional, asociación que representa a 34 Consejos Generales y Colegios Profesionales de ámbito estatal. La asociación propone que la respuesta se aplique de forma coordinada, siendo las corporaciones colegiales potenciales catalizadores de la innovación para la prestación de servicios más avanzados en base a las carencias detectadas.
Así lo expuso Victoria Ortega, presidenta de Unión Profesional, durante su intervención en la jornada «Atención Integral de las Personas Mayores», un encuentro organizado por Jubilare, la comisión del Colegio de Registradores de España dedicada a combatir el edadismo desde un punto de vista crítico y constructivo. Celebrado este miércoles 17 de enero en la sede del Consejo General de la Abogacía Española en Madrid y cuya grabación íntegra puede consultarse en este enlace. El evento, que también pudo seguirse online, contó además con las ponencias de Tomás Cobo, vicepresidente de Unión Profesional, coordinador del trabajo sobre Atención Integral a las Personas Mayores y presidente del Consejo General de Médicos, y de José Augusto García, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y vocal de la Comisión Jubilare.
«Las sociedades avanzan cuando hay posibilidad de discutir las soluciones a los problemas. Las inquietudes y las necesidades de las personas mayores nos ocupan a todos. Y no porque algunos estemos llegando ya a esa edad, sino porque realmente hoy en día una persona mayor todavía tiene mucho que aportar. Debemos buscar los cauces para que pueda materializar esa aportación de la que nos beneficiaremos el resto de la ciudadanía», expuso Maria Emilia Adán, Registradora de la propiedad y decana del Colegio de Registradores de España, durante su intervención de apertura antes de que comenzara la mesa de ponencias. Una mesa que estuvo moderada por Gonzalo Múzquiz, secretario técnico de Unión Profesional y vocal de la comisión Jubilare, quien también aprovechó para comentar que «pensar en el otro es un elemento que nos tiene que impregnar a todos, sobre todo a los profesionales». Asimismo, subrayó que «a los clientes y pacientes hay que atenderles no solo en lo que están pidiendo, sino en lo que el profesional detecta que necesitan».
Vivir hasta los 124 años
España es el cuarto país con mayor esperanza de vida con una media de 83,6 años, por detrás de Suiza, Singapur y Japón, que encabeza el ranking con una edad de 84,4 años. «Algunos estudios hablan de una posibilidad de llegar hasta los 124 años», afirmó Victoria Ortega durante su ponencia. El progreso de las sociedades ha alargado la vida de los ciudadanos, y ello ha motivado la necesidad de reflexionar sobre la eficiencia de los modelos vigentes para adecuarlos al contexto actual, reflexionaba hace unos días la presidenta de Unión Profesional en una tribuna firmada en el Diario LA LEY. En ella, aseguraba que «las generaciones venideras seguirán viendo aumentar su esperanza de vida, siendo necesario trabajar conjuntamente para que este incremento de la longevidad, vaya acompasado de una mejora de la calidad de vida».
Durante su intervención, la ponente hizo mención al trabajo que en 2022 impulsaron desde Unión Profesional para dar atención integral a las personas mayores. En este se contemplaba dar respuesta a aquellas necesidades que surgen durante el proceso de hacerse mayor y que no están cubiertas por los poderes públicos, otorgando potencialmente a las corporaciones colegiales una responsabilidad para la prestación de servicios. Para ello, se propuso la elaboración de un catálogo de servicios profesionales en el que las profesiones colegiadas trabajaran de forma coordinada para ofrecer una respuesta conjunta a unas necesidades concretas.
«No hay que actuar de una forma paternalista o siempre protectora», advirtió Victoria Ortega, presidenta de Unión Profesional, para poner el punto de mira en combatir la soledad no deseada, una «epidemia silenciosa» que afecta a jóvenes, pero sobre todo a personas mayores
Asimismo, también se propuso impulsar la figura del coordinador de servicios profesionales. Un profesional «que es capaz primero de escuchar, luego de identificar una serie de necesidades y luego de ofrecer una serie servicios profesionales de conducción a donde se debe ir y de poder comprobar que efectivamente funciona», destacó durante la ponencia. Su sello de garantía, subrayó Ortega, es que se trataría de una persona colegiada con una especialidad, con una formación continuada y sujeta a unas normas deontológicas. El objetivo final sería el de mejorar la calidad de vida de las personas mayores mediante la promoción de su autonomía y la prestación de unos servicios que garanticen una atención personalizada y enfoque preventivo. «Será también aplicable más específicamente a las y los profesionales durante su última etapa laboral, para lo que los colegios podrán articular su propio sistema», destacó.
La presidenta de Unión Profesional citó algunos campos de actuación, como por ejemplo el de la educación, el trabajo, la salud, la integración social, la economía o la digitalización. «También es importante abordar el tema de la vivienda, tanto como una cuestión económica, de hogar, pero también como una cuestión de sociabilidad», dijo. Asimismo, Ortega invitó a superar el edadismo y reivindicó la necesidad de romper estereotipos, así como envejecer de forma activa y poner en valor el trato con respeto. «Estás hablando con una persona que merece respeto. No hay que actuar de una forma paternalista o siempre protectora», advirtió, para poner el punto de mira en combatir la soledad no deseada, una «epidemia silenciosa» que afecta a jóvenes, pero sobre todo a personas mayores. Las corporaciones colegiales, dada su relación directa con la ciudadanía, desempeñan un papel fundamental, ya que ponen en valor aspectos como la confianza, la cercanía, la empatía y la importancia de un trato personal.
Para concluir, Ortega hizo mención a tres ideas para el plan de actuación. En primer lugar, mencionó la unidad que debe existir dentro del ejercicio de las profesiones. En segundo término, se refirió a no abandonar el espacio rural. Y en tercero, a construir soluciones siguiendo una perspectiva de género.
El coordinador de servicios profesionales, una figura esencial
Tomás Cobo, vicepresidente de Unión Profesional, coordinador del trabajo sobre Protección Integral de las Personas Mayores y presidente del Consejo General de Médicos, aseguró que la cuestión de las personas mayores es «grave», y puso como evidencia la del Ministerio de la Soledad, organismo creado por la ex premier Theresa May en Inglaterra en 2018 para afrontar una problemática que afecta a cerca del 13% de la población total de ese país.
«El tema de los mayores es realmente importante y desde la coordinación de los profesionales en todos los ámbitos debemos ser capaces de impulsar esa figura del coordinador. Sería esencial», subrayó el ponente. Asimismo, alertó de la crisis que sufre la atención primaria y destacó que el modelo sanitario español, siendo este público y gratuito, «es el eje de nuestro bienestar y está en peligro». Ello se manifiesta, en opinión del ponente, en la deriva progresiva que está habiendo de ciudadanos hacia el entorno privado, «ya no para hacerse una colonoscopia de turno, sino para pedir un ibuprofeno».
Por ello, afirmó que «reforzar el tema sociosanitario es absolutamente esencial desde el campo de la salud». También subrayó que desde el campo de las profesiones «estamos sumergidos a mucha velocidad en un mundo de transformación digital». «Los mayores no han tenido tiempo de adaptarse a los nuevos modos de vida. Relacionarte con el banco de manera personal es difícil, pero relacionarte con la salud en un modo personal cada vez se va haciendo más complicado», advirtió.
«En Europa se estima que faltan 1,1 millones de cuidadores. Los Colegios aquí también pueden hacer mucho», aseguró José Augusto García presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y vocal de la Comisión Jubilare
Cobo también habló de una edad cronológica y otra biológica. «El envejecimiento, cuanto más activo sea, mejor. El tema que nos ocupa desde la medicina es que una cosa es la edad cronológica y otra es la edad biológica. Hay gente con 75 años que está en facultades y hay otros con 60 que están fatal», expuso. Asimismo, Cobo también considera clave dejar de hablar tanto de enfermedad para hacerlo sobre Educación y Salud desde que somos pequeños.
Tampoco rehuyó hablar de la última propuesta del gobierno que ha suscitado polémica: la de permitir la «autojustificación» de las bajas de tres días para quienes padezcan una «enfermedad leve». «Esto es algo que existe en Europa. Desde hace muchos años, en Inglaterra, existen 7 días de baja voluntaria de enfermedad y sin duda esta es una medida contrastada. También en Francia o en Portugal. La baja autojustificada liberará trámites administrativos que el médico tiene que hacer. Lo que se apela es a la responsabilidad individual de ciudadano», aseguró.
Una hormona contra la soledad no deseada
Durante la primera parte de su intervención, José Augusto García presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y vocal de la Comisión Jubilare, quiso subrayar «la fuente muy importante de valores» que representan las personas mayores. Unos valores que aconseja salvaguardar para que perduren en la sociedad y que puedan ser traspasados a los jóvenes, ya que en muchos casos actúan como herramientas para resolver problemas y afrontar la realidad.
«Sabemos que los países más ricos son por lo general más viejos. Estamos empezando a ver el mantenimiento en sitios de responsabilidad y la creación de riqueza por parte de las personas mayores. Esto es muy importante decirlo, porque si queremos seguir manteniendo el país, habrá que potenciar esa participación de personas mayores», aseguró García, para hacer hincapié en la importancia del envejecimiento saludable, en cómo se está personalizando la actividad deportiva enfocada en personas mayores y en el trabajo de los cuidados desde una óptica multidisciplinar.
Asimismo, pidió estimular el cuidado a la dependencia en los domicilios y puso el ejemplo de Dinamarca, país que destina seis veces más de su presupuesto en cuidados de larga duración en domicilio que en residencias. «En Europa se estima que faltan 1,1 millones de cuidadores. Los Colegios aquí también pueden hacer mucho. En el ámbito de formar a las personas que hacen cuidados, que son personas que cuentan además con un bajo nivel salarial y bajas condiciones», advirtió García, para reivindicar más calidad, más oportunidades y más formación, porque «eso a la larga irá unido a una mejor remuneración y una mayor dignificación del trabajo». También pidió unidad de las profesiones, ya que la atención integral a las personas mayores no es algo que se pueda abordar tan solo desde una profesión.
El ponente insistió en la importancia de personalizar «al máximo» el envejecimiento y luchar contra diversas amenazas como la pobreza, la discriminación, el maltrato o la soledad no deseada. «También hay que introducir el acceso a fármacos contra el envejecimiento. En estos momentos se están elaborando más de 60 ensayos clínicos de fármacos, que no lo hacen por ser estéticamente mejores», sino para abordar de mejor forma enfermedades en la etapa adulta.
El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y vocal de la Comisión Jubilare sorprendió a los asistentes con una revelación: «en este momento hay un ensayo clínico de una hormona para luchar contra la soledad no deseada». Una hormona que favorece la situación de personas afectadas por esta realidad. García también habló sobre la creación de las ciudades «amigables». Urbes que no sean únicamente capaces de eliminar barreras arquitectónicas, sino de promover conexiones intergeneracionales, promover que los vecinos se vean, hablen y luchen contra la soledad no deseada y que puedan así detectarse riesgos. «Hay que empezar a trabajar todo el tema de la intergeneracionalidad y el buen valor de las personas mayores», concluyó.
«Me quedo con la idea de hacer trajes a medida de la mano de los profesionales para lograr el envejecimiento saludable y óptimo, contando siempre con la autonomía personal», resumió Pilar Rodríguez, miembro de la Comisión Ejecutiva de Jubilare y Censor del Colegio de Registradores
El coloquio resultó igualmente interesante con intervenciones del público presente de gran nivel, así como de preguntas realizadas desde el chat abierto. Se habló de las ciudades amigables, se profundizó en la figura del coordinador de servicios profesionales, se incidió en la educación como forma de combatir el edadismo, entre otros temas destacados.
La jornada se cerró con unas palabras de Pilar Rodríguez, miembro de la Comisión Ejecutiva de Jubilare y Censor del Colegio de Registradores. «A veces nos falta dar ese salto al aspecto práctico. Me quedo con la idea de hacer trajes a medida de la mano de los profesionales para lograr el envejecimiento saludable y óptimo, contando siempre con la autonomía personal».
Puedes acceder a la grabación íntegra del webinar en este enlace.