El Consejo y el Parlamento Europeo acordaron el pasado 8 de febrero el texto definitivo sobre la propuesta de Directiva relativa a la mejora de las condiciones laborales en el trabajo en plataformas digitales (COM(2021) 762 final), presentada por la Comisión en diciembre de 2021.
Esta Directiva tiene como objetivo garantizar que las personas que realizan trabajos en plataformas tengan correctamente clasificada su situación laboral, evitando su falsa consideración como trabajo por cuenta propia. El texto acordado también introduce las primeras normas de la UE sobre gestión algorítmica y el uso de inteligencia artificial en el lugar de trabajo.
El acuerdo político, que aún debe ser refrendado por ambas instituciones para que entre en vigor, llega después de que una "mayoría sólida" de gobiernos europeos frenase el acuerdo político que ya se alcanzó en diciembre bajo la presidencia española del Consejo porque presentaron reservas que tenían que ver con que bastase con identificar dos de los cinco criterios de control recogidos en la norma para identificar a una plataforma como "empleador".
Para salvar esas discrepancias, el acuerdo logrado bajo la presidencia belga del Consejo ha eliminado los criterios y umbrales para introducir una presunción de relación laboral (en contraposición al trabajo por cuenta propia) que se activa cuando concurren hechos que indican control y dirección, de acuerdo con la legislación nacional y los convenios colectivos vigentes, además de tener en cuenta la jurisprudencia de el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
Presunción de laboralidad
La nueva norma introduce una presunción de que la relación entre el "rider" y la plataforma es de naturaleza laboral, excluyendo, por tanto, su consideración como trabajadores autónomos, cuando concurran determinados factores que apuntan a la dirección y el control de la actividad por parte de la plataforma, de acuerdo con la legislación nacional y los convenios colectivos vigentes, además de tener en cuenta la jurisprudencia de el Tribunal de Justicia Europeo. En consecuencia, la directiva obliga a los países de la UE a establecer una presunción legal refutable de laboralidad a nivel nacional, con el objetivo de corregir el desequilibrio de poder entre la plataforma y la persona que realiza el trabajo en la plataforma. La carga de la prueba recae en la plataforma, es decir, cuando la plataforma quiere refutar la presunción, le corresponde demostrar que la relación contractual no es una relación laboral.
Gestión algorítmica de la relación laboral
Las nuevas reglas garantizan que una persona que realiza trabajos en plataformas no puede ser despedida o despedida en base a una decisión tomada por un algoritmo o un sistema automatizado de toma de decisiones. En este sentido, las plataformas deben garantizar la supervisión humana aquellas decisiones importantes que afectan directamente a las personas que realizan el trabajo en la plataforma. También en este caso la carga de la prueba recae en la plataforma, es decir, que cuando la empresa quiere refutar la presunción, le corresponderá demostrar que la relación contractual no es una relación laboral.
Reglas de transparencia aplicables a la gestión algorítmica del trabajo
El texto también mejora la transparencia al obligar a las plataformas a informar a los trabajadores y a sus representantes sobre cómo funcionan sus algoritmos y cómo el comportamiento de un trabajador afecta a las decisiones tomadas por los sistemas automatizados. Las plataformas deberán transmitir información sobre los trabajadores autónomos que contraten a las autoridades nacionales competentes y a los representantes de los trabajadores de las plataformas, como los sindicatos.
Un análisis efectuado por la Comisión Europea en 2021 encontró que hay más de 500 plataformas laborales digitales activas en la Unión, que dan trabajo a más de 28 millones de personas, una cifra que se espera que alcance los 43 millones en 2025. Actualmente, al menos alrededor de 5,5 millones del trabajo de estos trabajadores pueden ser clasificados erróneamente como autónomos (lo que se conoce como falso autónomo), lo que significa que están perdiendo importantes derechos laborales y de protección social.