La iniciativa ha conseguido salir adelante gracias a favor de PP y Vox y las abstenciones de tres de los swocios habituales del Gobierno: el PNV, Junts y el BNG. El resto de la Cámara, entre ellos PSOE y Sumar, han decidido votar en contra.
El coordinador de economía del PP, Juan Bravo, ha defendido la propuesta para combatir los efectos que han tenido para las familias la escalada de los precios en los tres últimos años. "Si dejamos más renta disponible en el bolsillo de los españoles, podrán consumir más", ha argumentado Bravo en su intervención inicial.
En este sentido, la iniciativa del PP propone deflactar también el impuesto mínimo del contribuyente, del resto de deducciones y ajustar las retenciones para que el alivio fiscal a las familias "sea inmediato". Todo ello por la espiral inflacionista observada en los tres últimos años, especialmente grave en los alimentos (+29%) o las hipotecas, que se ha encarecido una media de 300 euros al mes.
En lo que respecta al PNV, la portavoz económica del grupo, Idoia Sagastizabal, ha señalado que su formación es partidaria de la deflactación porque la medida no supone bajar impuestos, sino "soportar la misma tributación" que habría si la inflación no existiese. Pero al mismo tiempo ha criticado al PP por situar al mismo nivel la deflactación que la bajada de impuestos, y por eso finalmente ha decidido abstenerse.
PSOE Y SUMAR VEN LA MEDIDA "REGRESIVA" Y "TRAMPOSA"
Por parte del PSOE, la diputada socialista Patricia Blanquer ha criticado que la iniciativa se basa en "premisas falsas" al hablar de ayudas a las familias, cuando el Grupo Popular ha votado en contra como el último decreto anticrisis, que incluía ayudas al transporte o la revalorización de las pensiones.
Además, al ser una deflactación sólo en algunos tramos, Blanquer considera que la medida se hace regresiva y beneficia más a quienes más tienen, algo que también ha suscrito el portavoz económico de Sumar, Carlos Martín Urriza, que ha tachado la medida de "tramposa" por este mismo motivo.