El Proyecto de Real Decreto establece que el Consejo de la Productividad se dedicará al diagnóstico y análisis de la evolución de la productividad y la competitividad y sus implicaciones distributivas en España y, cuando le sea encomendado, se encargará del análisis de políticas económicas con impacto en la productividad y la competitividad.
Según la exposición de motivos, la recomendación de 2016 habla de autonomía funcional del Consejo de productividad y de sus órganos de gobierno respecto de las autoridades encargadas de la concepción y aplicación de políticas en el ámbito de la productividad y la competitividad. Para ello, se habrán de establecer, por un lado, medios y recursos necesarios para el correcto desempeño de las funciones del Consejo y, por otro lado, procedimientos de nombramiento de miembros basados en su experiencia y competencia, su capacidad para comunicar información al público y el acceso adecuado a la información para cumplir su mandato.
El CES, asumiendo la importancia de preservar dicha independencia, entiende que, dados los objetivos que persigue la norma, sería más adecuado que el Consejo de la Productividad fuera un órgano de naturaleza independiente, sin necesidad de estar adscrito al Ministerio de Economía, justificado en aprovechar el apoyo logístico y técnico para minimizar el impacto en costes. Esta adscripción puede acabar comprometiendo un desarrollo independiente de sus funciones, además de incurrir en el riesgo de proporcionar una visión muy similar a la del Ministerio de Economía, cuando se trata de ampliar esa perspectiva.
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Documento relacionado:
Proyecto de Real Decreto por el que se crea el Consejo de la Productividad de España (5 marzo 2024)