Por José Miguel Barjola.-Esmeralda Rasillo (Palencia, 1960) ha consagrado su vida a la función pública. Hasta su designación como Fiscal Jefa de la Unidad de Apoyo de la Fiscalía General del Estado, cargo que ocupa actualmente, ha sido directora general de Relaciones con la Administración de Justicia entre 2018 y 2021, además de Fiscal de Sala Togada ante el Tribunal Supremo hasta 2022.
A su llegada a la palaciega sede de la Fiscalía en el número 4 de la Calle de Fortuny de Madrid, Rasillo se marcó un objetivo: conseguir que la Fiscalía tuviese su propia imagen corporativa única y reconocible. Esta nueva identidad, estrenada en marzo, le ha valido a ella y a su equipo el «Premio Justicia más transparente» en la modalidad de entidades u organismos relacionados con la Administración de Justicia, en la XI Edición de los Premios a la Calidad de la Justicia que organiza el Consejo General del Poder Judicial.
El jurado que concede los galardones reconoce la iniciativa de la Unidad de Apoyo para «establecer una comunicación más eficaz con la ciudadanía pues, a través de una marca única que exprese los valores de la institución, se facilita su reconocimiento espontáneo por la audiencia y se dinamiza la relación entre el ciudadano y la Fiscalía». La Fiscal cuenta cómo ha sido el proceso para implantar esta imagen y por qué supone un paso hacia una justicia más transparente.
El premio ha sido concedido a la «Unidad de apoyo de la Fiscalía General del Estado». ¿Cuál es su cometido? ¿Qué funciones tiene encomendadas?
La unidad de apoyo es una unidad moderna. Fue creada en 2007. Empezó como una unidad de apoyo al fiscal general. Entonces éramos 1.400 fiscales en España. Ahora somos casi 3.000. Desde entonces la Unidad de Apoyo ha crecido muchísimo en competencias. Damos soporte a prácticamente todas las fiscalías territoriales. Nos dedicamos a temas organizativos, proyectos, medidos materiales, propuestas presupuestarias, temas estadísticos, relaciones con las Comunidades Autónomas y con el Ministerio de Justicia para asuntos tecnológicos… En fin, una suerte de cajón de sastre. Todos los temas novedosos recalan en la unidad de apoyo.
¿Cómo surge la idea de crear una marca institucional única para el Ministerio fiscal? ¿Era algo necesario para operar en la sociedad actual?
Vimos que el Ministerio Fiscal, una institución con presencia en todo el Estado y que tiene que garantizar la seguridad jurídica y la igualdad, carecía de una imagen institucional y reconocible a nivel nacional para la ciudadanía. Desde la Unidad de Apoyo se detectó esta necesidad y comenzamos este proyecto. A nivel de comunicación era obvio que faltaba algo: una marca. Cuando pensamos, por ejemplo, en Coca-Cola, el BBVA, Toyota, en seguida vemos en nuestra cabeza la imagen sintética de esa marca y transmite lo que realmente es y a qué se dedican. Esa era la idea.
(*) En la imagen: De izquierda a derecha: Rubén Alonso-Leciñana Alonso, Eva Serrano Sánchez y Concepción Pedraza Campos, Fiscales de la Unidad de Apoyo; Esmeralda Rasillo López, Fiscal de Sala Jefa de la Unidad de Apoyo; Yolanda Mª Hidalgo Obregón, Jefa de Área de Coordinación de la Unidad de Apoyo y María Fuentes García, Secretaria particular de la Fiscal de Sala Jefa de la Unidad de Apoyo.
¿Cuál era la situación antes de esta unificación de imagen y qué problemas suponía?
Antes no había nada. Unos utilizaban pies de firma de una manera, otros utilizaban fotografías antiguas… No éramos una institución que funcionase de forma manera moderna. Simplemente había opciones particulares.
¿Habéis contratado a alguien para que os elabore la propuesta?
La fiscalía general no tiene presupuesto propio. Pero tenemos una caja pagadora que depende del Ministerio de Justicia, con un nivel de contratación muy pequeño, hasta 15.000 euros, lo que engloba contratos menores. Hicimos una oferta pública y elegimos la opción más barata entre las tres opciones. Elegimos una empresa española y muy joven y la verdad que se han portado fenomenal. Estamos muy satisfechos con el trato y el resultado.
Preséntenos el nuevo logo del Ministerio Fiscal. ¿En qué consiste? ¿Con qué elementos juega? ¿Qué valores pretende transmitir?
Hemos elegido tres colores bases: azul, negro y blanco. Queremos transmitir sencillez y proximidad a los ciudadanos, sin artificios.
El Ministerio Fiscal tiene numerosas ramas, tanto en el ámbito territorial como en el de las especializaciones. ¿Cómo se ha conseguido que una marca unificada cobije a todas sus ramificaciones?
Ha sido una tarea compleja. Por un lado, se ha utilizado una amplia gama cromática para resaltar las distintas materias jurídicas en las que los fiscales están especializados y que tienen un gran contenido de protección a las personas más vulnerables, como menores, violencia contra la mujer, trata de seres humanos. Por otro lado, a nivel territorial, el Ministerio Fiscal es una institución presente en todo el Estado. Precisamente para identificar esta territorialidad, todas las fiscalías de Comunidad Autónoma, Provinciales, y Secciones Territoriales, tienen la misma gama cromática y se identifican por su denominación. La fiscalía de la Aundiencia Nacinoal, por ejemplo, tiene su color.
Junto a los diseños se ha desarrollado una guía de estilo. ¿En qué consiste? ¿Cuál es su finalidad?
Con objeto de unificar en todas las Fiscalías el uso de la marca, por parte de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General, se actualizó el manual de estilo. Con ello se logra que tanto los escritos procesales del Ministerio Fiscal, como sus comunicaciones externas, tengan todos ellos una misma configuración. Somos una institución muy compleja y con muy pocos medios. Es importante que todos los escritos sean iguales, con la misma letra, la misma tipografía, etc. Si se hace de manera uniforme, se transmite que somos una institución moderna. Pero la nueva marca solo se ha utilizado de forma externa. A nivel procesal no se utiliza.
Una de las quejas más comunes de los ciudadanos es que no se entienden los escritos judiciales. ¿Tenéis iniciativas para conseguir un lenguaje claro en los escritos de la fiscalía?
La Fiscalía General tiene el objetivo de que el lenguaje sea claro. Somos un servicio público, por lo que el lenguaje en la Administración de Justicia tiene que cambiar. El lenguaje oscuro era propio de un poder omnímodo. Todos tenemos conocidos que no han entendido un escrito judicial. Y es que muchos no se entienden. El Manual de Estilo contempla, por ejemplo, que no se deben usar subordinadas, controla el uso de gerundios, da consejo de puntuación… También hemos presentado Fiscalía Accesible, una iniciativa que explica cómo presentar una denuncia, con preguntas y respuestas claras y entendibles. No podemos escudarnos en terminologías oscuras. El ciudadano debe entendernos. Son maneras que se vienen arrastrando y hay que romper con ellas: no es un lenguaje ni claro ni bonito. La limitación de espacio en el Tribunal Supremo, es una medida importante.
La nueva imagen comenzó a funcionar en marzo de 2023. ¿Cómo se desarrolló el proceso de implantación?
El proceso ha sido largo y todavía sin concluir. Padecemos de la falta de medios y sin embargo estas carencias se suplen con el trabajo tenaz de los funcionarios de esta unidad de apoyo, a los que puedo más que agradecer su generosa implicación.
Y, para terminar, ¿animaría a otra instituciones u organismos públicos a emprender este camino? ¿Han tenido ya algún contacto en este sentido o lo van a buscar?
Para terminar, si una institución u organismo detecta esta carencia, estaremos encantados de compartir nuestra experiencia. No hemos tenido ningún contacto, pero sí quiero agradecer al CGPJ por esta distinción que nos permite visualizar al Ministerio Fiscal mediante esta nueva imagen.