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Los ciudadanos de la UE que quieren trabajar o crear una empresa en otro Estado miembro siguen encontrando muchos obstáculos. El Tribunal de Cuentas Europeo ha publicado un informe en el que se constata que el reconocimiento de las cualificaciones profesionales sigue siendo un problema. La UE adoptó en 2005 una directiva para facilitar el reconocimiento y evitar que los Estados miembros impongan condiciones excesivas a los ciudadanos. Sin embargo, la aplicación de la directiva por parte de las autoridades nacionales y de la Comisión Europea presenta deficiencias y la información de que disponen los ciudadanos suele ser poco fiable. Actualmente, las autoridades no tienen obligación legal de consultar el registro de alertas de profesionales con antecedentes de mala conducta.

Los ciudadanos de la UE tienen derecho a elegir dónde trabajar. Sin embargo, dado que los Estados miembros siguen regulando el acceso a determinadas profesiones por motivos de salud y seguridad, la movilidad laboral entre los Estados miembros de la UE depende de un sistema de reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales.

El número de profesiones reguladas en los Estados miembros varía considerablemente (desde 88 en Lituania hasta 415 en Hungría). Según un cálculo realizado por los auditores a partir de datos de 2023, cada Estado miembro regula una media de 212 profesiones, lo que equivale a unas 5.700 profesiones en toda la UE.

“ Un enfermero o un mecánico que quiera trabajar en otro Estado miembro puede verse desanimado por el proceso de reconocimiento de sus cualificaciones profesionales: puede ser un proceso largo y excesivamente burocrático ”, afirma Stef Blok, miembro del TCE responsable de la auditoría . “ Hemos detectado enormes disparidades procedimentales entre los Estados miembros a la hora de aplicar las normas de la UE, en detrimento de quienes desean ejercer una profesión regulada en otro lugar de la UE. Para proteger a los ciudadanos de la UE, creemos que el mecanismo de alerta debería integrarse en el procedimiento de reconocimiento de las profesiones relacionadas con la salud y la seguridad, y de aquellas que exigen integridad, en particular cuando se trata de menores ” .

Los Estados miembros no controlan regularmente la duración de los procedimientos de reconocimiento y no siempre actúan con la rapidez que exige la directiva de la UE. En ocasiones, se solicita una documentación excesiva (cartas de motivación, traducciones juradas o prueba de residencia antes de trasladarse al país). Según los auditores, rara vez se justifica el modo en que se calculan las tasas o las razones por las que estas difieren considerablemente entre los Estados miembros o las autoridades (de 0 a 17.500 euros para los pilotos en un país). Los auditores también encontraron casos en los que los Estados miembros siempre imponen una medida específica (formación adicional o una prueba) sin proporcionar justificación a los solicitantes. En otros casos, encontraron controles previos desproporcionados para verificar las cualificaciones, a pesar de que no existía un interés proporcional para la salud pública.

Aunque la UE ha adoptado algunas medidas para modernizar el reconocimiento, estas rara vez se utilizan. Es el caso de la Tarjeta Profesional Europea, que cubre, por ejemplo, la muy solicitada profesión de enfermería. En este caso, la tarjeta se utiliza en tan solo el 5% de las decisiones de reconocimiento profesional. Una mejora fue hacer que el Sistema de Información del Mercado Interior de la UE basado en Internet fuera obligatorio para las cualificaciones profesionales, con el objetivo de facilitar la cooperación entre los Estados miembros y con la Comisión. Sin embargo, el sistema no es fácil de usar. Los auditores constataron que, al conceder el reconocimiento profesional, las autoridades no tenían en cuenta las alertas codificadas en el sistema por otros Estados miembros, incluso cuando existían razones sustanciales para hacerlo, como mala conducta, medidas disciplinarias en curso o condenas penales.

Información de contexto

Los ciudadanos de la UE tienen derecho a circular libremente entre los Estados miembros por motivos profesionales o para crear una empresa. La Directiva de la UE sobre el reconocimiento de cualificaciones profesionales debía incorporarse a la legislación nacional en 2016. Los Estados miembros tienen derecho a establecer normas para el acceso a una serie de profesiones, que se denominan "profesiones reguladas". Entre las profesiones reguladas más móviles de la UE se encuentran las de enfermeros, profesores, carpinteros y técnicos de obras públicas.

Enlaces relacionados

Informe especial 10/2024: El reconocimiento de cualificaciones profesionales en la UE: un mecanismo esencial, pero que se utiliza de forma escasa e incoherente

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