Ilier Navarro. ¿Por qué estamos dejando de hablar de los abogados in house y hablamos más de los legal operations manager? Porque su rol en las empresas se está transformando. Tanto si se le denomina de una manera o de otra, es la función lo que ha cambiado en los últimos años. Actualmente se entiende como un socio estratégico para el desarrollo del negocio, que se centra en dirigir los procesos internos del departamento jurídico de manera que estos se alineen con la estrategia empresarial. El asesor jurídico está adquiriendo un papel protagónico porque las operaciones legales buscan objetivos distintos, como mejorar la eficiencia e incrementar la agilidad en la gestión de los riesgos legales en las compañías.
Frente a estas nuevas responsabilidades, el legal operations manager debe participar activamente en el análisis de datos, la toma de decisiones y el desarrollo de acciones estratégicas que añadan valor y mejoren el impacto de las actividades del departamento legal en el desempeño de toda la organización. Tal como subraya la consultora Catenon, se trata de un perfil que exige profesionales con formación no sólo en el área legal, sino también en asuntos financieros, gestión de procesos y de tecnologías.
La gestión empresarial del departamento jurídico es el principal objetivo de este nuevo rol del asesor jurídico interno, sin perder de vista la perspectiva de negocio e, incluso, comercial. Este nuevo enfoque supone que las asesorías jurídicas deben alinearse con la estrategia de la compañía, ser eficientes, utilizar indicadores y datos para adoptar decisiones, formar a su personal, gestionar proveedores y proporcionar reportes basados en datos y niveles de riesgo.
El modelo tradicional del equipo de abogados centrado en la resolución de conflictos legales o riesgos jurídicos está quedando en segundo plano. Con el actual modelo, pasan a adoptar una función de directivos que participan en las decisiones estratégicas corporativas. El escenario más común en aquellas empresas que han incorporado el enfoque legal en su cultura gracias al impulso del CEO o del consejo es que la asesoría jurídica sea una pieza clave y esté integrada en el negocio.
Pero, ¿cuál es la situación en nuestro país? En España, todavía son numerosas y mayoritarias las asesorías jurídicas reactivas que necesitan mejorar la percepción del valor de su trabajo. Dar el paso a utilizar herramientas empresariales, datos e indicadores para demostrar su aportación al negocio puede suponer un salto cualitativo a la hora de incrementar su peso.
12 actividades clave para los legal operations managers
Según el Corporate Legal Operations Consortium (CLOC), una comunidad global de expertos centrada en redefinir el negocio del derecho y ayudar a los profesionales legales a colaborar entre sí y otros actores de la industria, hay algunas actividades de enorme valor para su desempeño:
• Planificación estratégica: Alinear la estrategia del departamento jurídico con la de la empresa, priorizando los asuntos de acuerdo con las necesidades del negocio.
• Formación: No solo en aspectos legales, sino también en habilidades empresariales.
• Business Intelligence: Analizar datos para focalizar esfuerzos en los objetivos corporativos.
• Gestión financiera: Evaluar el impacto económico de las actividades legales.
• Gestión de proveedores: Seleccionar y gestionar proveedores de servicios jurídicos y tecnológicos.
• Gobernanza corporativa: Diseñar políticas y procedimientos con criterios de eficiencia y legalidad.
• Gestión del conocimiento: Establecer procedimientos para ser eficientes y utilizar tecnología adecuada para el archivo y la búsqueda de documentos.
• Organización y bienestar: Colaborar con recursos humanos en la gestión de carreras y bienestar del personal jurídico.
• Operaciones: Incorporar talento adecuado para la gestión de operaciones legales.
• Project Management: Convertir asuntos legales en proyectos, estableciendo indicadores y equipos adecuados.
• Modelos de entrega de servicio: Crear ecosistemas de servicios eficientes.
• Tecnología: Optimizar y mejorar la eficiencia a través de la tecnología.
Pensar que este tipo de actividades solo son aplicables a las asesorías jurídicas de grandes corporaciones o multinacionales es un error. Cualquier departamento jurídico puede transformarse independientemente de su tamaño. Lo importante es que cuente con conocimientos legales y de negocio y que tenga la capacidad de establecer planes de trabajo y proyectos.
Asimismo, debe tener la visión para integrar herramientas legaltech en la gestión diaria para optimizar la gestión del trabajo cotidiano de la asesoría jurídica.
La transformación de las asesorías jurídicas parece ser un fenómeno innegable y es un proceso que se da a la par que la evolución de las propias empresas de las que forman parte. El cumplimiento de la legalidad en cada iniciativa de negocio, el impulso del talento interno, la integración de nuevas aplicaciones y tecnologías que mejoren la eficiencia en las operaciones, la relación con proveedores y otros agentes externos, la prevención de delitos o de incumplimientos legales son solo algunos de los aspectos en los que los legal interim managers muestran su valor para los intereses corporativos.
Este cambio de enfoque se basa una visión del negocio que debe contar con el impulso y compromiso de los directivos de la empresa, de manera que integren al abogado in house en la toma de decisiones estratégicas para la compañía.