Cargando. Por favor, espere

Portada

Ilier Navarro. Fin del verano, fin de las vacaciones y llega septiembre con una importante carga de trabajo. El síndrome postvacacional suele hacer acto de presencia en los bufetes: a gran parte de los profesionales les cuesta retomar la rutina habitual, ponerse al día y reactivar asuntos pendientes para empezar a rendir al 100%. Es necesario un periodo de transición para adaptarse a los ritmos normales de trabajo. ¿Qué pueden hacer los despachos de abogados para ayudarles a retomar la rutina laboral?

La desconexión de las vacaciones conlleva un cambio en los hábitos de vida y en los horarios: todo se hace con más tiempo y sin presiones. Los trabajadores descansan y disfrutan del tiempo libre. De ahí que la vuelta a las obligaciones diarias pueda derivar en un estado de ánimo bajo, con cierta apatía, falta de concentración y de motivación.

Según datos difundidos por la empresa de software Bizneo HR, el 38% de los trabajadores padecerán algún síntoma relacionado con el síndrome postvacacional, como somnolencia, falta de concentración, taquicardia, insomnio o irritabilidad.

Hay algunas medidas que pueden adoptar las empresas para ayudar a sus empleados a combatir este síndrome, pero también hay una serie de rutinas que los propios profesionales pueden realizar para mitigar sus efectos. Desde Quirón señalan cinco hábitos:

1. Regresar unos días antes. No es aconsejable volver de las vacaciones el día anterior a la reincorporación al trabajo. Con un par de días de antelación será suficiente para organizar todo en casa y para que la persona se prepare mentalmente para retornar a su entorno profesional.

2. Retomar el horario. Una de las cosas que más se altera durante las vacaciones es el horario para dormir. Es recomendable recuperar el descanso nocturno de ocho horas unos días antes de volver al despacho. De este modo, se logra regularizar el ritmo de sueño para que no afecte negativamente a la salud ni al rendimiento profesional.

3. Controlar el alcohol y cafeína. Los especialistas recomiendan reducir o incluso evitar el consumo de alcohol y de cafeína por sus respectivos efectos depresores y estimulantes del sistema nervioso.

4. Hacer deporte y actividades de ocio. Lo ideal es que, en la medida de lo posible, al regresar del trabajo por la tarde o bien por la mañana, a primera hora, se pueda practicar alguna actividad deportiva o bien realizar alguna actividad de ocio al terminar la jornada, sobre todo los primeros días. De esta manera se liberará endorfina y mejorará la sensación de optimismo y bienestar.

5. Alejar los pensamientos negativos. Hay que intentar no agobiarse si no se cumple con todo lo que se esperaba en los primeros días, como responder los correos electrónicos que se acumulan en la bandeja de entrada u organizar reuniones. Esto solo contribuye a aumentar la ansiedad y la irritabilidad. También es recomendable tomar un descanso de cinco minutos cada hora. Antes de salir del trabajo, será conveniente repasar todo lo hecho durante el día para pensar en lo mucho que ha dado de sí la jornada.

¿Qué pueden hacer los despachos?

En las organizaciones existe una mayor conciencia de que es necesario un periodo de adaptación. Si la actividad lo permite, las empresas en general, y los bufetes en particular, pueden adoptar una serie de medidas e iniciativas para apoyar la reincorporación de los profesionales a su rutina laboral habitual.

• Planificar el trabajo conjuntamente. Los equipos pueden celebrar el primer día que se incorporan una reunión distendida para reencontrarse tras las vacaciones, comentar brevemente cómo ha sido el periodo de descanso y empezar con un repaso de los temas que están pendientes, clasificando los que son más urgentes y que, por tanto, se deben priorizar, y dejando en segundo plano lo que puedan esperar algo más de tiempo. Puede ser útil recordar el plazo con el que se cuenta para avanzar en cada proyecto. Estructurar la carga de trabajo puede ayudar a tener una visión realista de las tareas que se deben acometer y reducir el estrés.

• Admitir que se requiere de una adaptación. Los jefes de equipo y responsables deben entender que el síndrome postvacacional existe y que deben gestionarlo para apoyar a los trabajadores que tienen a su cargo. Por ello, deben ser conscientes de que los empleados requerirán de un par de días de adaptación para reorganizarse. Si alguno, por un tema concreto, debe estar al 100% desde el primer día, es conveniente ofrecerle el apoyo de otros compañeros, sobre todo si se trata de algún asunto especialmente complejo y urgente.

• Fijar nuevos objetivos y reconocer lo positivo. Charlar con los integrantes del equipo para destacar lo positivo de su trabajo durante la primera parte del año y recordar los aspectos que deben mejorar también puede ser útil para incrementar la motivación en estos primeros días tras las vacaciones. Si alguno de ellos tiene potencial para desarrollarse en otras áreas, se pueden establecer nuevos objetivos y metas que les sirvan de estímulo para retomar la rutina profesional.

• Ayudar a organizar la carga de trabajo. Conviene recordar a los trabajadores que deben marcarse objetivos realistas y no dejar todo lo más difícil para último momento. Lo más conveniente es ir asumiendo la carga de manera gradual para evitar un excesos de presión que reviertan en cuadros de ansiedad.

• Ofrecer flexibilidad. Teletrabajo, trabajo híbrido, horarios flexibles, jornada intensiva extendida… Estas iniciativas relacionadas con la flexibilidad laboral pueden ayudar a los empleados a retomar sus funciones en el bufete de manera gradual y conciliar con su vida personal de una manera más eficaz. El hecho de no tener que perder tiempo excesivo en el desplazamiento los primeros días puede contribuir a un regreso más escalonado.

En definitiva, combatir los síntomas del síndrome postvacacional no es solo cosa de los trabajadores. Los bufetes de abogados pueden también adoptar medidas de apoyo a los profesionales para que sea más fácil recuperar el ritmo de trabajo en los despachos. Normalizar que es necesario un periodo de adaptación y relativizar los sentimientos negativos asociados al retorno a la rutina laboral puede contribuir a reducir su impacto en las personas y en los equipos.

Scroll