I. Introducción
Una reciente reforma de la Ley de Derechos Humanos de Illinois (1) , promulgada en agosto, marca un hito significativo en la regulación de las tecnologías emergentes en el ámbito de las relaciones laborales. Esta modificación, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, busca abordar un vacío legal importante relacionado con el uso de inteligencia artificial (en adelante, IA) en procesos críticos como el reclutamiento, la contratación, los ascensos y la imposición de sanciones.
La prohibición del uso discriminatorio de la IA por parte de las empresas no solo refleja una respuesta legislativa ante la creciente dependencia de estas tecnologías, sino también un esfuerzo por prevenir la perpetuación de prejuicios y desigualdades a través de sistemas automatizados. A diferencia de otras normas más limitadas, esta ley se extiende también a la IA generativa, un campo en rápida evolución que incluye tecnologías capaces de crear contenido de manera autónoma, lo cual amplía considerablemente el alcance y las implicaciones de esta regulación.
Estas líneas recogen un comentario que pretende analizar en profundidad las diversas dimensiones de esta ley desde una perspectiva de Derecho laboral, abarcando aspectos como la discriminación, la transparencia y los desafíos inherentes a su implementación.
II. El contexto jurídico y social de la prohibición de la discriminación por uso de IA
En un momento en que la IA está transformando todos los aspectos del trabajo, desde la selección de personal hasta la evaluación del rendimiento, la actualización de la Ley de Derechos Humanos de Illinois responde a una necesidad urgente de regulación. La introducción de sistemas automatizados en la toma de decisiones laborales plantea preocupaciones significativas sobre la equidad y la justicia.
Sin regulaciones adecuadas, existe el riesgo de que los algoritmos, entrenados con datos que reflejan discriminaciones históricas o actuales, reproduzcan o incluso exacerben sesgos preexistentes (2) . El legislador de Illinois ha reconocido estas preocupaciones y ha decidido actuar de manera preventiva para proteger los derechos de los trabajadores.
Además, la ley se desarrolla en un contexto de creciente escrutinio público sobre el papel de la tecnología en la sociedad. A medida que más empresas adoptan herramientas de IA para tomar decisiones importantes, ha surgido un debate sobre la transparencia y la responsabilidad (3) . Esta falta de transparencia puede dificultar la identificación y corrección de sesgos o errores, lo que a su vez podría llevar a resultados injustos y a una pérdida de confianza por parte de los trabajadores y del público en general. La Public Act 103-0804 de Illinois busca abordar estas preocupaciones estableciendo normas claras y exigencias de transparencia, lo que representa un paso adelante en la protección de los derechos de los trabajadores en una era cada vez más digitalizada.
Por otro lado, la actualización de la ley también refleja una respuesta a la creciente presión social y política para regular las tecnologías emergentes de manera que se alineen con los valores fundamentales de igualdad y no discriminación. A medida que la IA se convierte en una herramienta común en el lugar de trabajo, existe un peligro real de que, si no se supervisa adecuadamente, perpetúe las desigualdades existentes y cree nuevas formas de discriminación.
Al fijar un marco regulatorio que prohíbe el uso discriminatorio de la IA, Illinois se posiciona como un líder en la defensa de los derechos civiles y establece un ejemplo para otras jurisdicciones. En última instancia, la ley no solo busca proteger a los trabajadores de posibles abusos, sino también fomentar un entorno laboral más justo y equitativo, en el que las decisiones se tomen basándose en méritos y no en prejuicios.
III. Definición ampliada de la IA y su impacto normativo
La Public Act 103-0804 de Illinois presenta una definición notablemente amplia de los sistemas algorítmicos, que abarcan tanto las formas tradicionales de IA como las tecnologías más avanzadas y emergentes, como la IA generativa. Esta inclusión de la IA generativa es particularmente importante porque este tipo de tecnología tiene la capacidad de producir contenido que antes solo podía ser creado por humanos, como texto, imágenes y otros tipos de multimedia.
Al ampliar su definición para incluir estas tecnologías, la ley aborda no solo los riesgos actuales asociados con la IA, sino también aquellos que podrían surgir en el futuro a medida que las tecnologías se desarrollan y se vuelven más sofisticadas. Esta ampliación también demuestra una comprensión profunda por parte de los legisladores de los riesgos potenciales asociados con estas tecnologías y envía un mensaje claro a las empresas sobre la importancia de utilizar estas herramientas de manera ética y justa.
Desde un punto de vista jurídico, la definición amplia de IA en la Public Act 103-0804 de Illinois tiene varias implicaciones importantes. En primer lugar, permite una mayor protección a los trabajadores, ya que abarca una gama más amplia de tecnologías que podrían ser utilizadas de manera discriminatoria. Ello es crucial en un entorno en el que la tecnología está evolucionando rápidamente y las empresas están adoptando nuevas herramientas a un ritmo acelerado (4) . Además, la ley obliga a las empresas a considerar los posibles impactos de estas tecnologías desde una etapa temprana, promoviendo un enfoque más proactivo y preventivo en lugar de reactivo.
En segundo lugar, la definición amplia de IA presenta desafíos significativos en términos de aplicación y cumplimiento. La IA generativa, en particular, puede ser más difícil de regular debido a su naturaleza compleja y en constante evolución (5) . Ello plantea preguntas importantes sobre cómo se puede garantizar que estos sistemas se utilicen de manera justa y equitativa y sobre qué tipo de estándares y prácticas deben implementarse para supervisar su uso (6) . Por lo tanto, es probable que la implementación de esta ley requiera el desarrollo de nuevas capacidades y competencias tanto por parte de las empresas como de las autoridades regulatorias.
En tercer lugar, la inclusión de la IA generativa en la ley también tiene implicaciones importantes para la privacidad y la protección de datos. Dado que estas tecnologías a menudo requieren grandes cantidades de datos para funcionar de manera efectiva, existe un riesgo significativo de que los datos personales de los trabajadores puedan ser utilizados de manera inapropiada o sin su conocimiento (7) .
Al incluir disposiciones que abordan estos riesgos, la Public Act 103-0804 de Illinois no solo protege a los trabajadores de la discriminación, sino que también garantiza que sus datos personales sean manejados de manera responsable y ética. En última instancia, la definición amplia de IA en la Public Act 103-0804 de Illinois refleja un enfoque integral y proactivo para la regulación de estas tecnologías, abordando tanto los riesgos presentes como futuros y asegurando que los derechos de los trabajadores estén protegidos en un mundo laboral en constante cambio.
IV. Prohibición de la discriminación en procesos de selección laboral y su justificación
La Public Act 103-0804 de Illinois establece una prohibición explícita contra el uso discriminatorio de la IA en varios aspectos del empleo, incluyendo el reclutamiento, la contratación, los ascensos y las sanciones. Esta prohibición se aplica no solo cuando la discriminación ocurre contra grupos protegidos, sino también cuando se utiliza el código postal como sustituto de variables relacionadas con dichos grupos. Ello es particularmente relevante en un contexto en el que las prácticas de microsegmentación basadas en datos de localización podrían servir como una forma encubierta de discriminación, afectando desproporcionadamente a minorías raciales o a comunidades económicamente desfavorecidas. La inclusión de estas disposiciones en la ley refleja un reconocimiento de que la discriminación puede tomar muchas formas y que, sin regulaciones adecuadas, las tecnologías de IA podrían ser utilizadas para perpetuar estas desigualdades de manera encubierta.
Desde un punto de vista jurídico, la prohibición del uso discriminatorio de la IA en el empleo se justifica plenamente dentro del marco más amplio de la protección de los derechos civiles. Las prácticas discriminatorias en el empleo no solo violan los principios fundamentales de igualdad y justicia, sino que también pueden tener efectos adversos profundos en la cohesión social y el bienestar económico de los afectados. La implementación de IA en trámites propios de las relaciones laborales sin las debidas salvaguardias podría perpetuar injusticias estructurales, lo que socavaría los esfuerzos hacia la equidad y la inclusión en el lugar de trabajo.
Además, la discriminación en el empleo no es solo un problema moral o ético; también es un problema económico. Cuando los trabajadores son discriminados en función de características como la raza, el género o la edad, se les niegan oportunidades de empleo y avance que, de otro modo, podrían haber tenido. Ello no solo afecta negativamente a los trabajadores individualmente considerados, sino que también limita el potencial económico de las empresas y de la sociedad en su conjunto.
La Public Act 103-0804 de Illinois asegura que todas las personas tengan una oportunidad justa de participar y prosperar en el lugar de trabajo
Al prohibir el uso discriminatorio de la IA, la Public Act 103-0804 de Illinois se alinea con las mejores prácticas y las directrices emergentes en derechos humanos y tecnología, y asegura que todas las personas tengan una oportunidad justa de participar y prosperar en el lugar de trabajo. Además, la prohibición de la discriminación en trámites propios de las relaciones laborales también tiene un impacto positivo en la cultura organizacional.
Fijando normas claras y exigiendo fuertemente responsabilidad, la ley fomenta un entorno laboral más inclusivo y equitativo, en el que se valora la diversidad y se respetan los derechos de todos los trabajadores. Ello no solo mejora la moral y el compromiso de los empleados, sino que también puede conducir a mejores resultados empresariales. Diversos estudios han demostrado que las organizaciones que promueven la diversidad y la inclusión son más innovadoras, tienen una mayor satisfacción de los empleados y son más exitosas en el mercado. Por lo tanto, al prohibir la discriminación en el uso de la IA, la Public Act 103-0804 de Illinois no solo protege a los trabajadores de abusos, sino que también beneficia a las empresas y a la economía en general.
Finalmente, la prohibición de la discriminación en el uso de la IA también tiene implicaciones importantes para la rendición de cuentas y la transparencia en el lugar de trabajo. Al implementar normas claras sobre cómo se pueden utilizar estas tecnologías, la ley asegura que las empresas sean responsables de sus prácticas y que los trabajadores tengan un recurso legal si creen que han sido discriminados. Ello no solo protege los derechos de los trabajadores, sino que también promueve una cultura de responsabilidad y ética en el uso de la IA.
En un momento en que la tecnología está cambiando rápidamente y las empresas están experimentando con nuevas herramientas y enfoques, es fundamental que existan marcos regulatorios que aseguren que estos desarrollos se realicen de manera justa y equitativa. La Public Act 103-0804 de Illinois establece un ejemplo de cómo se puede hacer esto de manera efectiva, equilibrando la necesidad de innovación con la protección de los derechos fundamentales de los trabajadores.
V. Obligación de transparencia y derechos de los trabajadores
Uno de los aspectos más innovadores de la actualización de la ley es la obligación impuesta a las empresas de informar a los trabajadores sobre el uso de la IA con fines laborales. Esta obligación de transparencia es fundamental para garantizar que los trabajadores estén plenamente conscientes de cómo se están utilizando sus datos y cómo las decisiones que afectan su empleo son tomadas por sistemas automatizados. En un entorno en el que las tecnologías de IA pueden parecer misteriosas o incomprensibles, la transparencia es clave para construir confianza y asegurar que los trabajadores se sientan tratados de manera justa y respetuosa.
Desde una perspectiva de Derecho laboral, la obligación de informar es un paso significativo hacia la democratización del lugar de trabajo. Permite a los empleados tener una comprensión clara de los procesos a los que están sometidos y proporciona un mecanismo para cuestionar decisiones que puedan parecer injustas o sesgadas. Además, este enfoque promueve una cultura de responsabilidad dentro de las empresas, alentándolas a revisar y auditar sus sistemas de IA para garantizar que sean justos y equitativos. La obligación de transparencia también podría servir como un incentivo para que las empresas desarrollen e implementen mejores prácticas en el diseño y uso de IA, considerando los posibles impactos éticos y sociales de estas tecnologías.
La transparencia en el uso de la IA no solo es una cuestión de respeto a los derechos de los trabajadores, sino que también es crucial para la legitimidad de los procesos de toma de decisiones automatizadas. Cuando los trabajadores entienden cómo se utilizan sus datos y cómo se toman las decisiones, es más probable que confíen en estos procesos y acepten los resultados, incluso si no siempre son los que esperaban. Ello es particularmente importante en un entorno en el que las decisiones basadas en IA pueden tener un impacto significativo en la vida y la carrera de los trabajadores, afectando su empleo, sus oportunidades de avance y su seguridad financiera. Al exigir transparencia, la Public Act 103-0804 de Illinois asegura que los trabajadores tengan una voz en estos procesos y que las decisiones se tomen de manera justa y equitativa.
Es fundamental que los trabajadores sepan cómo se utilizan sus datos y que tengan el derecho de controlar su uso
Además, la obligación de transparencia también tiene implicaciones importantes para la privacidad y la protección de datos. En un momento en que los datos son cada vez más valiosos y las preocupaciones sobre la privacidad están en aumento, es fundamental que los trabajadores sepan cómo se utilizan sus datos y que tengan el derecho de controlar su uso.
La Public Act 103-0804 de Illinois aborda estas preocupaciones al exigir que las empresas informen a los trabajadores sobre el uso de la IA y les den la oportunidad de opinar sobre cómo se utilizan sus datos. Ello no solo protege la privacidad de los trabajadores, sino que también promueve un uso más responsable y ético de los datos en el lugar de trabajo. En última instancia, la obligación de transparencia es un componente clave de un enfoque integral para la regulación de la IA, asegurando que los derechos de los trabajadores estén protegidos y que las decisiones se tomen de manera justa y equitativa.
VI. Desafíos de implementación y cumplimiento
A pesar de los beneficios claros que aporta la actualización de la ley, su implementación presenta varios desafíos. En primer lugar, las empresas deberán adaptar sus políticas y prácticas para cumplir con las nuevas disposiciones, lo que podría requerir inversiones significativas en términos de tiempo y recursos. Además, la definición amplia de IA, que incluye tecnologías generativas, podría plantear dificultades en términos de supervisión y aplicación (8) .
Otro desafío radica en la necesidad de establecer criterios claros y estándares técnicos para evaluar el uso de la IA en el contexto laboral. Ello podría requerir la creación de nuevos organismos de supervisión o la expansión de las competencias de las entidades regulatorias existentes para incluir la evaluación del uso de tecnologías avanzadas en el empleo, sin olvidar otros elementos (9) .
Por último, la ley deberá enfrentarse a posibles resistencias por parte de las empresas que ven la regulación como una carga adicional o una limitación a su capacidad para innovar y ser competitivas. Sin embargo, es fundamental entender que la regulación de la IA en el empleo no busca frenar la innovación, sino garantizar que esta se realice de manera ética y justa, en consonancia con los valores fundamentales de igualdad y no discriminación.
VII. Apuntes básicos sobre lo que dice el Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea en torno a las relaciones laborales y su relación con la norma de Illinois
El Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea de 2024 (10) recoge un conjunto de normas unificadas y directamente aplicables destinadas a regular el desarrollo y la utilización de sistemas de IA en diversos sectores, incluido el ámbito laboral. Este reglamento surge en respuesta a la creciente preocupación sobre el impacto de la IA en los derechos fundamentales y las libertades individuales, incluyendo el contexto de las relaciones laborales (11) . A través de esta normativa, la Unión Europea busca garantizar que el uso de la IA no solo promueva la eficiencia y la innovación, sino que también respete y proteja los derechos fundamentales de los trabajadores.
El RIA clasifica ciertos sistemas de IA como «de alto riesgo» por influir en aspectos críticos de la vida laboral, como la contratación, la gestión del rendimiento, la asignación de tareas, la promoción y la rescisión de contratos laborales
Debe tenerse presente que el reglamento clasifica ciertos sistemas de IA como «de alto riesgo» debido a su potencial para influir de manera significativa en aspectos críticos de la vida laboral, como la contratación, la gestión del rendimiento, la asignación de tareas, la promoción y la rescisión de contratos laborales. Según el considerando 57 del reglamento, se consideran de alto riesgo aquellos sistemas de IA que se utilizan en la contratación y selección de personal, en la toma de decisiones que afectan las condiciones laborales, en la promoción o rescisión de contratos, y en la evaluación o supervisión del rendimiento de los empleados. Estos sistemas de IA tienen el potencial de afectar profundamente las perspectivas de empleo y los medios de subsistencia de las personas, así como sus derechos fundamentales, como la protección de datos personales y la privacidad (12) .
En este sentido, el reglamento impone una serie de obligaciones específicas para los proveedores y responsables del despliegue de sistemas de IA de alto riesgo en el ámbito laboral. Estas obligaciones incluyen requisitos de transparencia, como la necesidad de informar a los empleados sobre el uso de sistemas de IA en el lugar de trabajo, y la obligación de registrar estos sistemas en una base de datos de la Unión Europea antes de su introducción en el mercado. Además, se requieren medidas técnicas y organizativas adecuadas para garantizar la fiabilidad, seguridad y respeto de los derechos fundamentales (13) .
Por otro lado, el reglamento subraya que las disposiciones relativas al uso de la IA en el entorno laboral no deben interferir con el Derecho laboral nacional ni con las políticas sociales de los Estados miembros, siempre y cuando estas sean conformes con el derecho de la Unión. Ello significa que, aunque el reglamento establece un estándar mínimo de protección en toda la Unión Europea, los Estados miembros conservan la libertad de adoptar normas más estrictas o específicas en función de sus necesidades y contextos particulares. Asimismo, el reglamento no afecta a los derechos fundamentales reconocidos a nivel nacional y de la Unión, incluyendo el derecho a la huelga, la negociación colectiva y otras formas de acción colectiva.
En cuanto a la relación con la norma de Illinois, ambos marcos legales comparten preocupaciones comunes sobre el impacto de la IA en las relaciones laborales y la necesidad de establecer salvaguardias para proteger a los trabajadores de posibles abusos o discriminación. La Public Act 103-0804 de Illinois, específicamente, establece requisitos para los empleadores que utilizan sistemas automatizados de toma de decisiones en los procesos de contratación. Esta ley exige que los empleadores evalúen regularmente sus sistemas para detectar y corregir sesgos discriminatorios, y proporciona derechos a los candidatos a empleo, como el derecho a saber cuándo se utilizan sistemas de IA en la evaluación de sus solicitudes y la capacidad de solicitar una revisión humana de las decisiones automatizadas.
Si bien la norma de Illinois se enfoca principalmente en la protección de los derechos de los trabajadores en el contexto de la contratación, el Reglamento de la Unión Europea adopta un enfoque más amplio y detallado que abarca no solo la contratación, sino también otros aspectos de la gestión laboral y el autoempleo. Además, el reglamento de la Unión Europea consagra un marco más comprensivo que aborda no solo los riesgos de discriminación, sino también otros riesgos asociados con el uso de la IA, como los riesgos para la privacidad, la seguridad de los datos y la integridad de las decisiones automatizadas (14) .
El enfoque basado en el riesgo es una estrategia fundamental para el desarrollo de un marco regulatorio eficaz y proporcionado en el ámbito de la IA. No obstante, es esencial también considerar las Directrices éticas para una IA fiable, publicadas en 2019 por el Grupo Independiente de Expertos de Alto Nivel sobre IA, creado por la Comisión Europea. Estas directrices ofrecen un conjunto de principios éticos no vinculantes diseñados para garantizar que los sistemas de IA sean tanto confiables como éticamente sólidos. Aunque no tienen fuerza legal, estos principios juegan un papel crucial en la orientación del desarrollo y el uso de la IA de manera que respete los valores y derechos fundamentales consagrados en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (LA LEY 12415/2007).
Las directrices proponen siete principios éticos clave: acción y supervisión humanas, solidez técnica y seguridad, gestión de la privacidad y de los datos, transparencia, diversidad, no discriminación y equidad, bienestar social y ambiental, y rendición de cuentas. Cada uno de estos principios aborda aspectos específicos necesarios para asegurar que los sistemas de IA se desarrollen y utilicen de manera ética y responsable. El principio de acción y supervisión humanas, por ejemplo, enfatiza que los sistemas de IA deben ser diseñados para servir como herramientas al servicio de las personas, respetando su dignidad y autonomía. Esto significa que los sistemas de IA deben operar de manera que puedan ser supervisados y controlados adecuadamente por seres humanos, garantizando que las decisiones críticas permanezcan bajo control humano, especialmente en contextos donde las decisiones de la IA puedan tener un impacto significativo en la vida de las personas.
Por otro lado, el principio de solidez técnica y seguridad subraya la importancia de que los sistemas de IA sean robustos frente a problemas técnicos y resilientes ante posibles intentos de manipulación o uso ilícito. Este enfoque garantiza que los sistemas no solo operen de manera segura en condiciones normales, sino que también sean capaces de resistir fallos y ataques que podrían comprometer su funcionamiento. Este principio es esencial para proteger tanto a los usuarios como a la sociedad de los riesgos asociados con el uso indebido de la IA.
La gestión de la privacidad y de los datos es otro principio crucial, que establece que los sistemas de IA deben cumplir con las normativas de protección de la privacidad y de los datos. Esto implica que los datos personales deben ser tratados de acuerdo con normas de calidad e integridad y que deben implementarse medidas para protegerlos contra accesos no autorizados y brechas de seguridad. Este enfoque es fundamental en un contexto digitalizado, donde la privacidad y la protección de los datos son preocupaciones primordiales.
La transparencia es igualmente importante para garantizar que los sistemas de IA sean comprensibles y confiables. Según este principio, los sistemas deben ser diseñados de manera que permitan una trazabilidad y explicabilidad adecuadas. Esto implica que las personas deben ser conscientes cuando interactúan con un sistema de IA y deben ser informadas adecuadamente sobre las capacidades y limitaciones del sistema. La transparencia es esencial para establecer la confianza del público en los sistemas de IA y para garantizar que los usuarios puedan tomar decisiones informadas sobre su uso.
El principio de diversidad, no discriminación y equidad busca asegurar que los sistemas de IA se desarrollen de manera inclusiva, promoviendo la igualdad de acceso y la diversidad cultural, mientras se evitan efectos discriminatorios y sesgos injustos. Este enfoque es fundamental para garantizar que la IA beneficie a todos los miembros de la sociedad de manera equitativa y no perpetúe o amplifique las desigualdades existentes.
Además, el principio de bienestar social y ambiental destaca la necesidad de que los sistemas de IA se utilicen de manera sostenible y en beneficio de todos los seres humanos. Esto implica considerar no solo los beneficios inmediatos de la IA, sino también su impacto a largo plazo en el medio ambiente, la salud pública, la cohesión social y otros aspectos críticos para el bienestar humano. Este principio promueve una visión a largo plazo del desarrollo de la IA, que tenga en cuenta sus efectos sostenibles en la sociedad y el planeta.
Por último, la rendición de cuentas es un principio que asegura que los responsables del desarrollo y uso de la IA asuman la responsabilidad por sus acciones y decisiones. Esto implica que las organizaciones y personas involucradas en el despliegue de la IA deben poder explicar y justificar sus decisiones y estar preparadas para asumir la responsabilidad de cualquier impacto negativo que los sistemas de IA puedan tener en las personas o la sociedad.
Aunque estos principios no son legalmente vinculantes, proporcionan un marco ético esencial que complementa las regulaciones existentes de la Unión Europea. Al fomentar el desarrollo de sistemas de IA que respeten estos principios, la Unión Europea busca posicionarse como líder en el campo de la IA ética y responsable. Estas directrices no solo guían la creación de códigos de conducta y mejores prácticas, sino que también promueven una cultura de responsabilidad y transparencia en el desarrollo y uso de la IA. Así, las directrices éticas para una IA fiable no solo complementan las normativas legales, sino que también contribuyen a modelar un futuro en el que la IA sea beneficiosa y segura para todos.
Esta diferencia en el enfoque refleja las distintas prioridades y contextos regulatorios en Europa y en Estados Unidos, así como la evolución de la normativa sobre IA en respuesta a las preocupaciones sociales y tecnológicas emergentes. No obstante, debe tenerse presente que, en el fondo, las ideas subyacentes a ambas normas son semejantes.
El Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea también pone énfasis en la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de sistemas de IA, estableciendo obligaciones para que los proveedores de estos sistemas informen claramente a los usuarios y afectados sobre el uso de IA y sobre cómo funcionan estos sistemas. Ello contrasta con la norma de Illinois, que se centra más en la prevención de la discriminación en el proceso de contratación, pero no aborda de manera tan exhaustiva otros aspectos relacionados con la transparencia y la rendición de cuentas. Además, el reglamento europeo refuerza la necesidad de documentar técnicamente los sistemas de IA y mantener registros detallados de su funcionamiento, lo que facilita la supervisión y el control por parte de las autoridades competentes (15) .
En cuanto a la implementación práctica, el reglamento de la Unión Europea establece una serie de procedimientos y obligaciones específicas para los actores involucrados en el despliegue de sistemas de IA de alto riesgo (16) . Esta base de datos permite a las autoridades de supervisión monitorizar de manera más efectiva el uso de la IA en diversos sectores y asegurar el cumplimiento de las normas establecidas. Además, el reglamento requiere que los proveedores y responsables del despliegue de sistemas de IA adopten medidas para garantizar que las personas sepan cuándo están interactuando con un sistema de IA y que los contenidos generados o manipulados por IA estén claramente etiquetados como tales (17) .
VIII. Conclusiones
La actualización de la Ley de Derechos Humanos de Illinois para prohibir los usos discriminatorios de la IA en el ámbito laboral es un paso adelante en la protección de los derechos de los trabajadores en la era digital. Al abordar tanto la IA tradicional como la generativa, y al exigir transparencia por parte de las empresas, la ley no solo busca prevenir discriminaciones evidentes, sino también aquellas más sutiles que podrían surgir de sesgos algorítmicos.
Aunque su implementación plantea desafíos significativos, la ley establece un precedente importante para otros estados y países que buscan equilibrar la innovación tecnológica con la protección de los derechos fundamentales en el lugar de trabajo. La regulación de la IA en el empleo debe entenderse como un componente esencial de un marco legal moderno y equitativo que refleja las complejidades del mundo laboral contemporáneo y protege a los trabajadores de nuevas formas de discriminación.
Ciertamente, el Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea y la norma de Illinois reflejan un esfuerzo común por regular el uso de la inteligencia artificial en el ámbito laboral de manera que se respeten los derechos fundamentales y se evite la discriminación. Aunque existen diferencias en el enfoque y el alcance de estas normas, ambas comparten el objetivo de proteger a los trabajadores y garantizar que la innovación tecnológica se alinee con los principios éticos y legales. Mientras que la normativa europea se destaca por su amplitud y detalle en la regulación de múltiples aspectos del uso de la IA, la Public Act 103-0804 de Illinois ofrece una protección específica contra la discriminación en la contratación. Estas normas representan pasos importantes hacia un uso más responsable y equitativo de la IA en las relaciones laborales, y podrían servir de modelo para futuras regulaciones en otros países y regiones.