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«Los niños son como el cemento fresco, todo lo que cae sobre ellos deja una huella.» (Haim Ginott)

I. Introducción

La misión de la Secretaría de Gobierno del TSJC se define en el Plan Estratégico 2023-2025 como la de favorecer los contextos que permitan la mejora en la calidad del servicio público de la Justicia en Cataluña, en beneficio de la ciudadanía, reiterándose como valor la orientación a la ciudadanía, que se refiere a la necesidad de que todos los servicios judiciales estén alineados para ofrecer un servicio público de calidad y cercano a las personas. Este planteamiento es clave, ya que la Administración de Justicia debe estar dirigida a satisfacer las necesidades de los usuarios, y dentro de estos, con una especial atención a la víctima, contemplado como uno de sus objetivos estratégicos, en el marco del Estatuto de la víctima desarrollado en la ley 4/2015 (LA LEY 6907/2015).

Por otra parte, el Plan Estratégico define dentro de sus valores, el trabajo en equipo y la coordinación con otras instituciones y, también la innovación y la adaptabilidad.

En este contexto se trabaja desde la Secretaría de Gobierno en el ámbito de Barnahus, cuya implementación en Cataluña ha supuesto un cambio de paradigma al priorizar el cuidado a las menores víctimas de abusos sexuales a la tramitación tradicional de procedimientos penales.

Desde la Secretaría de Coordinación provincial de Tarragona se habían tratado otros temas relacionados con la víctima en años anteriores, así en 2018 se elaboró un acuerdo de aplicación práctica del Estatuto de la víctima, que evidencia la especial sensibilidad que se muestra por las personas en este entorno. Sin embargo, excedía de nuestra capacidad la ideación de un sistema de protección específico de la víctima menor abusada sexualmente que permitiera alejar del contexto judicial de una forma efectiva al niño o niña, quien hasta ahora se había visto abocado a acudir de una u otra forma a la sede judicial.

Reconozco que la primera vez que oí hablar del modelo Barnahus no tenía idea de qué se trataba, pero me cautivó la posibilidad de mejorar de forma tan drástica la rígida estructura judicial, permitiendo que niños abusados pudieran enfrentarse a un juicio sin ser apenas conscientes de la trascendencia de su intervención, gracias a integrarlos en un ambiente acogedor, amable y delicado con las necesidades tan sensibles de la infancia.

Tan solo unos meses después de saber de la existencia de Barnahus en otros países y la propuesta de creación en Tarragona de una casa pionera en España, tuve la ocasión de conocer a quien llamaremos Javier, un hombre que había sido abusado en su infancia. Cuando no era más que un niño, fue sometido por su monitor de colonias y cincuenta años después seguía sin ser capaz de superar aquella situación, no solo por lo que significó en sí misma, sino por el contexto en el que se desarrolló la ineficacia de su tratamiento, traumática en toda su amplitud.

Cualquier persona que lleve años de ejercicio profesional en el ámbito de la justicia penal puede tener ejemplos de citaciones a menores para su declaración en juicio, ante el tribunal. Recuerdo a principios del milenio, en que la niña abusada por el padre de su amiguita, relataba balbuceante e insegura los hechos producidos años antes, ante un estrado de personas vestidas con togas. Poco a poco han ido cambiando estas declaraciones, primero con la colaboración inestimable de los equipos técnicos, y después mediante la declaración a través de circuitos cerrados, pero aún en sede judicial, todo ello, sin embargo, alejado del modelo Barnahus.

II. Modelo Barnahus

El modelo Barnahus, conocido también como «Casa de los Niños», ha revolucionado la forma en que se atienden los casos de abuso sexual infantil. Originado en Islandia en 1998 de la mano de Bragi Guðbrandsson, este enfoque se ha extendido rápidamente por varios países debido a su éxito en la protección de los menores y su capacidad para reducir el impacto traumático de los procesos judiciales. La clave del modelo Barnahus radica en proporcionar una atención integral a las menores víctimas de abuso, en un entorno amigable, seguro y altamente especializado, con el objetivo de minimizar la revictimización.

La gran aportación del modelo Barnahus es que permite que los niños no tengan que ir a los diferentes servicios que están implicados en el caso de abuso sexual, sino que todos los servicios están bajo un mismo techo, y desde ahí se atiende al niño

Como dice Emilie Rivas, responsable Barnahus en Save the Children y a quien tuve el privilegio de conocer en las jornadas en las que participé sobre Barnahus organizadas por el CEJFE, «la gran aportación del modelo Barnahus es que permite que los niños no tengan que ir a los diferentes servicios que están implicados en el caso de abuso sexual (policía, juzgado, servicios sociales, hospital) sino que todos los servicios están bajo un mismo techo, y desde ahí se atiende al niño», de tal manera que una sola entrevista puede ser suficiente para la elaboración de los distintos informes requeridos para la tramitación del procedimiento, facilitándose, mediante la prueba preconstituida, que el menor no tenga que declarar más que una sola vez en fase de instrucción, que se aportará al juicio oral por haberse realizado con todas las garantías, conservando su integridad mediante la videograbación.

Este mecanismo persigue dos objetivos fundamentales:

  • 1. Preservar la integridad del testimonio del menor: Se busca evitar que el recuerdo de los hechos traumáticos se deteriore o distorsione con el tiempo, algo habitual debido a la larga duración de los procesos judiciales.
  • 2. Prevenir la revictimización: Se protege al menor de tener que repetir su testimonio en diferentes etapas del proceso judicial, lo que podría agravar su sufrimiento.
  • 3. El modelo Barnahus ofrece el entorno ideal para la práctica de la prueba preconstituida. Al centralizar todos los recursos necesarios bajo un mismo techo —jueces, fiscales, psicólogos, médicos y personal especializado en victimología infantil—, se garantiza que el testimonio del menor se recoja en un espacio seguro, amigable y adaptado a sus necesidades emocionales.
  • 4. En una Barnahus, el menor no tiene que trasladarse a diferentes sedes, como comisarías o juzgados, ni enfrentar los entornos formales y estresantes que estos implican. En su lugar, es entrevistado en una sala especialmente diseñada para generar confianza y seguridad. Mientras el menor da su testimonio a un psicólogo o especialista forense, los demás actores del proceso judicial, incluidos jueces y abogados, observan la entrevista desde otra sala a través de un circuito cerrado de televisión. De este modo, la prueba se recoge una sola vez, asegurando su validez y evitando que el menor tenga que repetir su declaración en el juicio.

Esta grabación se utiliza en el juicio, evitando que el menor tenga que volver a declarar, lo cual es fundamental para reducir la angustia emocional y el trauma que podría experimentar al revivir los hechos repetidamente.

El uso de la prueba preconstituida en el modelo Barnahus tiene varios beneficios tanto para el menor como para el sistema judicial:

  • Protección del menor: Al realizar la entrevista en un entorno amigable y adaptado a su edad, se reduce el impacto psicológico del proceso judicial sobre el menor. La prueba preconstituida, al ser grabada en una única sesión, evita que el niño tenga que revivir el trauma en múltiples ocasiones.
  • Eficiencia judicial: La prueba preconstituida, realizada de manera temprana y bajo condiciones controladas, es válida durante todo el proceso judicial, lo que acelera los procedimientos y asegura que la calidad del testimonio se mantenga intacta.
  • Coordinación interinstitucional: La integración de todos los actores bajo el mismo techo facilita la comunicación y colaboración entre las instituciones implicadas, mejorando la eficacia en la resolución de los casos

En el contexto de la justicia adaptada a la infancia, como se promueve en el modelo Barnahus, la prueba preconstituida es una herramienta esencial para garantizar que los derechos de los menores estén protegidos y que su testimonio se trate con el máximo respeto y cuidado. Además, estudios empíricos han demostrado que este enfoque reduce la revictimización y mejora el tratamiento hacia las víctimas y sus familias .

El entorno amigable y la coordinación interinstitucional que caracteriza a Barnahus aseguran que este proceso se realice en las mejores condiciones posibles, protegiendo la salud emocional del menor y agilizando el procedimiento judicial. Esta combinación de esfuerzos sitúa al menor en el centro del sistema, transformando la manera en que la justicia trata los casos de abuso infantil y marcando un antes y un después en la protección de los más vulnerables.

La implementación del modelo Barnahus ha supuesto un avance significativo en la protección y atención a niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual

La implementación del modelo Barnahus ha supuesto un avance significativo en la protección y atención a niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual. La primera casa Barnahus se instaló en Tarragona, por lo que el Presidente de la Audiencia Provincial reunió a los diferentes operadores jurídicos para la elaboración de una guía que garantizase la implicación de todos ellos para que el éxito del modelo estuviese garantizado, siendo esta coordinación uno de los mayores desafíos de la implementación del modelo.

Dentro de esta guía, desde la Secretaria de Coordinadora provincial de Tarragona se facilita que en lo concerniente al ámbito de las competencias que corresponden a los Letrados de la Administración de Justicia como directores de la Oficina Judicial, se minimizaran las posibilidades de error, mediante el dictado de un acuerdo en el que se detallan los pasos que debe seguir cada Letrado al recibir la noticia de un posible caso de abuso, asegurando que cada diligencia se practique con eficiencia y, sobre todo, con sensibilidad hacia la víctima

La implicación de los Letrados de la Administración de Justicia en este proceso es crucial para asegurar que los derechos de los menores sean protegidos en cada fase del procedimiento judicial, por lo que la responsabilidad que tuvimos en la provincia de Tarragona como pioneros en la implementación del modelo fue crucial para augurar el éxito en el resto de implementaciones a nivel autonómico.

En este contexto, los Letrados de la Administración de Justicia de Tarragona juegan un papel vital. Desde la Secretaría de Coordinación, nos hemos asegurado de que cada Letrado de la Administración de Justicia esté formado y preparado para gestionar adecuadamente la práctica de estas pruebas, coordinando las citaciones de todas las partes implicadas y supervisando que las grabaciones cumplan con todos los requisitos legales, garantizando su validez en juicio. Por ello se ha elaborado un acuerdo específico para cada ámbito territorial en el que Barnahus se ha implementado, primero en Tarragona y después en Terres de l’Ebre. Este acuerdo incluye direcciones de contacto y teléfonos operativos para las videograbaciones, así como guías minuciosas de uso de los sistemas por los funcionarios del cuerpo de Auxilio judicial, responsables de las mismas. La formación de los profesionales es clave para la buena atención de los usuarios de la Administración de Justicia, que son las personas.

El proceso no ha estado exento de retos. Uno de los más importantes ha sido la integración de los sistemas tecnológicos de videoconferencia entre las diferentes Barnahus y las sedes judiciales. Esto ha requerido no solo una mejora en las infraestructuras tecnológicas, sino también un cambio de mentalidad en muchos de los actores involucrados, acostumbrados a los procedimientos tradicionales. Sin embargo, con esfuerzo y trabajo en equipo, hemos superado estos obstáculos. Personalmente, ha sido muy gratificante ver cómo los Letrados de la Administración de Justicia han abrazado este nuevo enfoque y se han comprometido con su éxito .

Cada una de estas guías establece claramente las responsabilidades de los Letrados en cuanto a la gestión de las pruebas preconstituida, el manejo de las citaciones y la supervisión de las diligencias. Asimismo, hemos participado en sesiones formativas transversales organizadas por el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada, para asegurar que todos los operadores jurídicos implicados tengan los conocimientos necesarios para trabajar en coordinación con los equipos de Barnahus y la sensibilización e importancia de su implicación personal.

La implementación del modelo Barnahus en Tarragona no solo ha sido un gran logro para la protección de las menores víctimas de abuso sexual, sino también una muestra de cómo la justicia puede adaptarse a las necesidades de la ciudadanía, superando la idea genérica para enfocarse en cada una de las personas que solicitan o merecen la protección de la Justicia. Y este es el éxito del sistema Barnahus, en el que cada niño, niña y adolescente es tratado desde su unicidad, respetando sus necesidades y espacio de confianza.

Desde las Secretarías de Coordinación Provinciales de Cataluña, se sigue seguimos trabajando para mejorar y expandir este modelo, con la esperanza de que cada vez más niños y niñas puedan recibir el apoyo que merecen en un entorno seguro y respetuoso.

En lo personal, me siento profundamente orgullosa de haber podido contribuir a este proyecto. Cada día que pasa, confirmo que la colaboración y la coordinación entre todas las instituciones involucradas es la clave para hacer de la Justicia un modelo de éxito, puesto que la justicia debe ser no solo eficiente, sino también humana, atenta y cuidadosa con las personas, individualmente tratadas y el modelo Barnahus es el mejor ejemplo de cómo podemos avanzar en esa dirección.

Ya no tengo reparo en asegurar que este modelo, ojalá más temprano que tarde, se amplíe al resto de delitos en que los menores estén involucrados como víctimas, desde maltrato infantil en el ámbito familiar como escolar, y en cualquier contexto judicial en el que los niños deban declarar.

En la imaginación ya podemos avanzarnos y augurar que un día los niños y niñas tendrán la atención cuidadosa que se merecen, y si en nuestra mente está también podrá estar en el mundo.

Y también he pensado mucho en el niño Javi porque, aunque es imposible acabar con las bestias, al menos hoy lo hubiéramos podido proteger de un sistema demoledor, atendiéndole en una Barnahus.

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