Encarnación Roca es catedrática de Derecho Civil en la Universidad de Barcelona desde 1978 hasta 2005, año que fue nombrada magistrada en la Sala 1ª del Tribunal Supremo por el turno de juristas de reconocido prestigio, siendo la primera mujer en ocupar este cargo. En 2012 fue elegida por el Congreso de los Diputados magistrada del Tribunal Constitucional, siendo su vicepresidente desde 2018 hasta 2021, cuando cesó el cargo. Desde entonces, es socia del despacho Cremades&Calvo Sotelo.
Aranzadi LA LEY presentó el pasado 7 de noviembre su Consejo Asesor, del que usted forma parte ¿Qué significa para usted?
Poder colaborar con tan prestigiosa editorial de una forma directa.
¿Cómo se materializará su aportación a las competencias y objetivos del Consejo, entre las que se encuentra asesorar a la compañía con recomendaciones y propuestas de calidad y oportunidad?
Creo que en mi larga experiencia en el mundo del derecho, puedo aportar algunas ideas que sean útiles tanto para los profesionales como para los estudiantes e investigadores. Se debe recurrir a las más prestigiosas firmas jurídicas para poder combinar la teoría y la práctica, sin olvidar que la teoría es decisiva.
La aparición de internet y posteriormente la irrupción de nuevas plataformas y tecnologías ha obligado al mundo editorial a adaptarse a esta nueva etapa. ¿En qué medida han cambiado los profesionales jurídicos su forma de consumir contenido?
Creo que los profesionales del derecho tienen demasiada confianza en un sistema que solo está empezando a funcionar. Se necesita aún mucho desarrollo profesional para llegar a decisiones automáticas, que en derecho, siempre van a ser complejas.
¿Qué aportará al mundo editorial jurídico la unión bajo una misma marca de Aranzadi y de LA LEY?
Tener una mayor coordinación.
Uno de los frutos de esta unión es Legalteca, la biblioteca jurídica digital con el mayor fondo documental del mercado. ¿Qué ventajas ofrece con respecto a la tradicional edición en papel?
Debemos acostumbrarnos a trabajar en la red. Las bibliotecas jurídicas en papel ya no son indispensables. La legislación cambia de forma muy rápida y cada cambio significa la obsolescencia de una buena parte de los libros y artículos que manejamos. Las revistan se están poniendo más rápidamente al día, los libros no.
¿Nos podría avanzar las tres claves más relevantes que, en su opinión, marcarán el desarrollo del mercado editorial jurídico en la próxima década?
La primera, la inteligencia artificial; la segunda, la necesidad de dar a conocer de forma muy rápida y solvente las novedades legislativas y jurisprudenciales; la tercera, mantener los grandes manuales, las obras de referencia, que siempre van a aportarnos las bases del conocimiento.