Para muchos analistas del mercado de los servicios legales el uso del video marketing será una de las tendencias con más impulso en 2025. Cuando las redes son ya una herramienta consolidada en los despachos, no es baladí tener en cuenta que las piezas audiovisuales tienen un 1200% más de probabilidades de compartirse que el contenido basado en texto e imágenes combinados y pueden utilizarse para captar la atención de los clientes de manera muy eficiente. Además, son esenciales para un buen posicionamiento SEO de la web corporativa, aportando impulso a su diferenciación de la competencia.
Además, es un instrumento que puede usarse en diferentes formatos para conseguir el mayor impacto según el objetivo a alcanzar.
En una sociedad y en un sector cada vez más digitalizado, los despachos legales se enfrentan al desafío de singularizarse en un mercado difícil. A medida que las estrategias de marketing evolucionan, el video marketing jurídico emerge como una herramienta eficaz para conectar con clientes potenciales, generar reputación en el campo legal y construir confianza.
El video se ha convertido en uno de los formatos de contenido más consumidos en internet. Estudios recientes indican que el 85% de los usuarios de la red en todo el mundo ven contenido en video mensualmente, y las plataformas como YouTube, Instagram y LinkedIn han priorizado este formato en sus algoritmos. Para los bufetes esto significa una oportunidad única de llegar al cliente efectivo o potencial de manera atractiva y directa.
Esta utilidad permite a los profesionales legales transmitir información compleja de forma sencilla y visual, lo que es especialmente útil en la transmisión de asuntos de índole jurídica. Una pequeña pieza de menos de dos minutos consigue trasladar conceptos legales de forma amable . Y no olvidemos que es la confianza la característica indispensable que debe hacerse visible en un profesional del derecho. Poder ver y oír a la persona en la que se vas a confiar tus asuntos es muy importante, además de ser una forma efectiva de humanizar la marca del despacho, mostrando el lado más cercano y confiable del operador jurídico.
Las plataformas sociales y los motores de búsqueda priorizan el contenido en video, lo que aumenta las posibilidades de que tu despacho sea encontrado por clientes potenciales. Los videos también son más compartibles, lo que incrementa el alcance orgánico.
Incluir videos en el sitio web y plataformas sociales puede mejorar significativamente el posicionamiento en los motores de búsqueda. Google favorece los sitios con contenido multimedia relevante, y los videos también aumentan el tiempo de permanencia en la página, un factor clave para el SEO.
Las producciones audiovisuales permiten mostrar la personalidad y los valores del despacho a un público amplio y a bajo coste además de poder reutilizar la grabación en diferentes ocasiones o incorporarla al catálogo de recursos de la página web,
Entrevistas con profesionales, recorridos por la oficina o testimonios de clientes satisfechos dan un toque humano y próximo a la firma contribuyendo a la generación de confianza.
Según algunos estudios, las páginas de destino que incluyen videos tienen una tasa de conversión hasta un 80% más alta. Los videos pueden guiar a los usuarios hacia la acción deseada, como completar un formulario de contacto o programar una consulta.
Usar esta herramienta de marketing requiere no olvidar algunos requisitos para su eficacia. No se puede olvidar que hacer las cosas mal o de forma no profesional no produce un efecto neutro, sino al contrario, puede tener un efecto dañino para la marca. Estas son algunas de las claves
Los temas legales pueden ser complejos, pero es crucial transmitirlos de manera simple y directa. Hay que utilizar un lenguaje accesible y evitar el exceso de jerga jurídica.
Aunque no es necesario gastar una fortuna, la calidad del video refleja la profesionalidad del despacho. Invertir en unos buenos recursos técnicos (cámara, micrófono, programas de edición etc.) es importante. En todo caso recurrir a un profesional del medio es, sin duda, la opción más recomendable.
Cada video debe tener un propósito claro, como invitar a los usuarios a programar una consulta o visitar el sitio web o dar a conocer un producto o servicio en el que destaque el despacho.
Finalmente, no hay que olvidar emplear herramientas analíticas para medir el impacto de los videos en términos de vistas, interacciones y conversiones para poder ajustar la estrategia según los datos obtenidos.
El video marketing jurídico es una herramienta en pleno auge en el mercado de los servicios legales y su utilización contribuye a la visibilidad y reputación de las firmas que compiten en él. Ofrece la posibilidad de acercarse y conectar con posibles clientes de manera efectiva, siempre que se utilice con un enfoque estratégico y que se realice con la suficiente calidad – esto es importante: una video chapucero o de aficionado transmitirá la misma imagen de la firma-. Y por supuesto sin descuidar el cumplimiento normativo, tanto en lo que se refiere a las normas deontológicas como a las de protección de datos.