La certificación en el ámbito legal es una tendencia emergente que ha cobrado fuerza con la reciente publicación en el BOE de la Norma UNE 420001 para asesorías y despachos profesionales el pasado mes de octubre.
Este nuevo marco normativo no solo establece los requisitos y buenas prácticas para los servicios de asesoría, sino que también se presenta como una herramienta valiosa para la diferenciación y buenas prácticas en el sector legal.
La Norma UNE 420001 es un conjunto de requisitos y buenas prácticas para la prestación de servicios de asesoría, desarrollada por la Asociación Española de Normalización (UNE) e impulsada por la Asociación Española de Consultores de Empresas (AECEM). Buscan garantizar la excelencia en los servicios de asesoría tanto a empresas como a particulares. Esta norma representa un avance significativo y novedoso hacia la autorregulación del sector, asegurando que los despachos no sólo cumplan con la ley, sino que también aporten más valor a los clientes, que sin duda exigen cada día más calidad a los servicios legales que contratan.
A pesar de lo reciente de la norma, unas primeras estimaciones indican que ya son decenas las firmas que se han certificado, lo que refleja un estimable compromiso con la calidad total, en un sector donde la competencia es implacable.
La certificación en el sector legal trae consigo múltiples beneficios, tanto para los profesionales prestatarios de servicios jurídicos como para sus clientes ya que implica el cumplimiento de estándares de calidad, lo que garantiza a los clientes un servicio más eficiente y profesional al actuar como sello de calidad con el consiguiente refuerzo de la confianza de los compradores de servicios jurídicos, enviándoles el mensaje de que cuentan con la garantía de que el despacho al que han confiado sus asuntos cumple con sus obligaciones normativas, manteniendo la debida diligencia y cumplimiento con las regulaciones vigentes, lo que a su vez minimiza riesgos legales en el futuro y se alinea con las planes de compliance del cliente.
En un sector donde la rivalidad se manifiesta de forma muy intensa, cualquier factor que permita diferenciarse de los competidores, como es la certificación, es un elemento importante y la UNE 420001 , al ser la primera de su tipo, ofrece un componente diferenciador muy atractivo para los clientes, cada vez más exigentes en cuanto a la calidad del servicio que reciben.
La norma pone énfasis en la responsabilidad corporativa y la sostenibilidad, políticas insoslayables actualmente en cualquier formato de despacho. Todavía muchas firmas, en particular las de tamaño más reducido, más generalistas o ubicadas fuera de las grandes capitales, no disponen de una política de desarrollo sostenible, lo que supone que aquellos que si la están implementado estén mejor situados para las expectativas del mercado.
De igual manera, la ciberseguridad – otro de los elementos presentes en la certificación- no es una opción, sino una necesidad ineludible tanto para la protección del bufete como para la de sus clientes. El incremento de amenazas digitales, convierten a la ciberseguridad en una prioridad para los gestores del despacho. La norma UNE 420001 no sólo crea estándares para la certificación, sino que también exige la implementación de políticas efectivas en este campo.
Apostar por la certificación requiere preparar al despacho para ello, mediante acciones como la auditoría interna para evaluar su situación y determinar qué áreas necesitan mejorar para alinearse con la norma.
Por supuesto adoptar esta herramienta requiere de la capacitación de todo el equipo del despacho, tanto el jurídico como de gestión, en aspectos normativos y en atención al cliente, adecuando los procesos internos para cumplir con los estándares de calidad empleando sistemas de trabajo en los que modelos los de Legal Project Management serán muy bienvenidos.
La introducción de la Norma UNE 420001 en el sector legal representa una oportunidad de mejora en la forma en que los servicios jurídicos se prestan y se perciben por el cliente. A medida que más firmas decidan certificar sus servicios, no solo se beneficiarán ellas de la diferenciación en un mercado saturado, sino que contribuirán a elevar la calidad del sector en su conjunto.La certificación ofrece una oportunidad única tanto para los despachos ya establecidos como para aquellos que comienzan su trayectoria en el sector legal.
El impacto de esta norma, sin lugar a dudas, ayudará a proteger los intereses de los clientes, a fortalecer el sector y a fomentar la competencia leal entre los despachos, asegurando que el mercado legal avance con altos estándares de calidad y profesionalidad. La certificación no debe verse como un conjunto de requisitos, sino como una oportunidad de crecimiento y diferenciación en un escenario cada vez más competitivo.