Cargando. Por favor, espere

Portada

La tecnología y la digitalización impacta en todo tipo de empresas y los bufetes de abogados no son una excepción. Estos desarrollos suelen transformar en mayor o menor medida las rutinas laborales y profesionales: a veces son cambios sutiles y otras suponen un giro de 360 grados. Para adaptarse de manera adecuada y obtener ventajas de la inversión en innovación, es indispensable que el bufete esté preparado para los trabajos del futuro y para integrarlos en su día a día.

Aunque muchas veces en el sector legal la adopción de estas innovaciones se hace de manera más pausada que en otros, tarde o temprano todo llega. Lo importante es encontrar el punto idóneo entre la irrupción del desarrollo tecnológico en cuestión y el momento de su implantación para que contribuya a impulsar la actividad del negocio de manera más eficiente y con retornos perceptibles. Y esto es algo que impacta de manera decidida en la forma como trabajamos. De hecho, hay muchas funciones que hace solo un par de décadas no existían en ningún despacho y ahora forman parte de su rutina diaria: los gestores de redes sociales o los responsables de implantar la IA son solo dos ejemplos, sin mencionar la enorme reducción de papel que ha traído consigo los entornos de trabajo digitales.

El cambio es constante y seguirá siendo así en el futuro más inmediato y también a largo plazo. La formación continua y la adopción de nuevas habilidades por parte de los equipos que integran los bufetes es una tarea de la máxima importancia. Al cambio tecnológico se suman el cambio climático, que puede impulsar las formas híbridas de trabajo; el cambio cultural que traen consigo las nuevas generaciones; los cambios demográficos, que hacen prever un incremento de los profesionales de mayor edad en las plantillas; y la automatización que traerá la implantación creciente de la IA son desafíos para los que los negocios del sector legal y los servicios de asesoramiento jurídico se tendrán que preparar para seguir siendo operativos y eficientes.

Las previsiones de las consultoras especializadas en gestión de recursos humanos y atracción del talento también apuntan en esta dirección: el desarrollo de nuevas competencias y habilidades, los programas de aprendizaje continuo bien enfocados en la adaptación de las nuevas tecnologías al corazón del negocio son indispensables y no se deberían dejar en un segundo plazo. Según la consultora Robert Walters vaticina que el 39% de las habilidades clave que son requeridas en el mercado actual cambiarán de manera significativa de aquí a 2030.

Nuevas formas de aprendizaje en las organizaciones

 

Una de las tendencias emergentes en cuanto a aprendizaje interno en las organizaciones es el autoaprendizaje, una alternativa que permite que las plantillas y los diversos subgrupos y equipos sean capaces de adaptarse de manera más ágil y eficaz a los constantes cambios del mercado.

Una de las tendencias emergentes en cuanto a aprendizaje interno en las organizaciones es el autoaprendizaje, una alternativa que permite que las plantillas y los diversos subgrupos y equipos sean capaces de adaptarse de manera más ágil y eficaz a los constantes cambios del mercado.

En este contexto, los modelos tradicionales de formación y capacitación han cedido terreno a otros formatos y métodos más creativos y personalizados no solo a las necesidades específicas del profesional, sino también del negocio. Los empleados que buscan nuevas oportunidades en otras empresas son conscientes de ello y cada vez se interesan más en las opciones que ofrecen los departamentos de recursos humanos para seguir mejorando sus competencias y sus habilidades duras y blandas. Es decir, los planes de formación innovadores atraen talento y esto es algo que no deben olvidar los bufetes.

Otra tendencia que suma adeptos en el ámbito de la formación interna de las empresas es el método de aprendizaje entre pares. Se basa en la colaboración entre dos profesionales de igual rango que asumen su formación de manera conjunta, haciendo que el proceso sea más enriquecedor y efectivo.

Otra tendencia es el auge y consolidación de las plataformas online y del aprendizaje digital. Hay propuestas interesantes y adaptadas por parte de startups de e-learning, que amplían las posibilidades con una oferta personalizada y bajo demanda. Este mayor grado de flexibilidad, cuando se combina con un aprendizaje experiencial contribuye a una formación más ágil y adecuada a cada momento de la empresa.

Formación: cómo prepararse para los trabajos del futuro

Al igual que en otras épocas las tecnologías innovadoras del momento obligaron a las empresas a adaptarse a nuevas formas de trabajo, actualmente es la IA la innovación que está impulsando el cambio y también es una de las principales tendencias globales en términos de gestión del talento. De hecho, el 60% de los empleos están expuestos a la influencia de la IA en las economías avanzadas. El aprendizaje y los nuevos formatos de formación será clave, por lo que las empresas, y los bufetes de abogados no quedan fuera, tienen que afrontar este reto de manera adecuada. ¿Cómo hacerlo? Estas son algunas iniciativas que pueden implantar:

1. Adoptar el aprendizaje continuo. Las empresas que fomentan una cultura de aprendizaje continuo animan a los empleados a participar en iniciativas de mejora y actualización de habilidades. Así, cuentan con un capital humano cualificado que les ayudará a adaptarse mejor a los avances tecnológicos y las tendencias del sector.

2. Enfocarse en la alfabetización digital. La tecnología transforma las industrias y la alfabetización digital es indispensable para afrontar al cambio con más elementos a favor. Para que los equipos mejoren en el uso de herramientas y plataformas digitales, las compañías deben invertir en formación para mejoren sus competencias tecnológicas.

3. Cultivar las habilidades blandas. Además de las habilidades duras o de corte más técnico, las habilidades blandas o soft skills también impactan en el futuro del negocio. Hablamos del pensamiento crítico, la adaptabilidad, la comunicación y la inteligencia emocional, que suelen fomentarse mediante programas de mentoría, proyectos colaborativos y capacitación en liderazgo.

4. Fomentar la innovación y la creatividad. Crear un entorno que facilite la innovación y la resolución creativa de problemas dará pie para que los empleados experimenten con nuevas ideas a través de recursos, planteando y desarrollando soluciones poco convencionales y que marquen la diferencia en el mercado.

Scroll