En el marco del «Programa Executive Consejeros Gobierno Corporativo» que se está desarrollando en el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) y que tenemos el orgullo de dirigir, uno de los temas hasta ahora abordados que más interés está suscitando es el Advisory Board, y dado el escaso conocimiento del mismo en España y en Hispanoamérica, confiamos en que estas líneas sean de interés tanto para empresarios, como para quienes quieran capitalizar su experiencia de modo singular como Miembro de un Advisory Board, conformado por Senior Advisors/Counsels.
El Advisory Board (también denominado Consejo Asesor o de Empresa, Comité de Expertos, Consultancy Panel,Steering Committee, etc.) de dilatada tradición en la empresa de USA, es un órgano consultivo de alto nivel, compuesto por expertos externos que asesoran a la compañía sin asumir responsabilidades ejecutivas. Su función es aportar visión estratégica y/o técnica, experiencia sectorial y una red de contactos clave, sin la rigidez ni los compromisos y responsabilidades que implican formar parte de un Consejo de Administración.
El origen del Advisory Board está fundamentalmente en las empresas tecnológicas en California en los años 90 del siglo pasado, y desde entonces se ha desarrollado en USA, UK, Canadá, Australia, y en las áreas de influencia anglosajona de Oriente Medio y Extremo Oriente, con menor desarrollo hasta este momento en Europa continental y LATAM, lo que supone una oportunidad muy importante para seguir la estela de los pioneros. En cualquier caso, esta tendencia empresarial se ha incrementado de forma exponencial en años recientes con un crecimiento estimado en los últimos 5 años cercano al 20%, habiendo sido creados más del 50% de los Advisory Boards en la última década.
Ofrecen mayor flexibilidad, al no estar sujetos a regulaciones formales
A diferencia de los Consejos de Administración, los Advisory Boards ofrecen mayor flexibilidad, al no estar sujetos a regulaciones formales, siendo un órgano consultivo que no tiene autoridad directa ni jerárquica en el marco de la empresa ni responsabilidad derivada de la misma. Estas características permiten ofrecer a la empresa un Advisory Board «a la medida» para una necesidad puntual como, por ejemplo, abrir un nuevo mercado, lanzar un nuevo producto, desarrollar una alianza sectorial, etc. bajo la guía experta de un grupo de Senior Counsels/Advisors.
La experiencia en las compañías anglosajonas y, cada vez más, en otros países, demuestra que el Advisory Board aporta a la empresa una visión objetiva e independiente, porque sus miembros no tienen intereses directos en la empresa y, conformado de forma adecuada, garantiza un asesoramiento imparcial al Consejo.
Destacamos la capacidad de respuesta ágil, la selección de expertos con conocimientos específicos para afrontar retos concretos, el acceso a contactos estratégicos de los asesores favoreciendo oportunidades reales de negocio. Los miembros de un Advisory Board deben ser profesionales con una trayectoria consolidada, experiencia en posiciones directivas, fiabilidad técnica, acreditada solvencia, orientación a negocio y una red de contactos influyente. Su participación facilita alianzas, acceso a inversores y nuevas oportunidades comerciales
Entre los cometidos del Advisory Board en la empresa, reportando al CEO o al Consejo de Administración, encontramos el diseño o colaboración en planes estratégicos o de expansión (acceso a nuevos mercados), seguimiento de proyectos, asesoramiento técnico para desarrollos específicos (como la transformación digital), incluso —por ejemplo en StartUps— un asesoramiento continuo al CEO o al Consejo de Administración.
Se ha evidenciado la utilidad del Advisory Board en la resolución de crisis y conflictos con consejeros o ejecutivos, ante desafíos internos o externos, al contar con el apoyo de estos asesores para la toma de decisiones fundamentadas y mitigar riesgos de manera efectiva.
La optimización del Gobierno Corporativo, su implementación y relación con el Compliance Officer es otra función del Advisory Board, al poder actuar como un respaldo estratégico para la Alta Dirección, asegurando que las decisiones se tomen con visión y criterio de largo plazo, desde una perspectiva de cualificación e independencia.
Respecto al tipo de compañías a las que puede ser útil el Advisory Board, en la práctica cada vez más empresas están incorporando esta figura en su estructura de toma de decisiones, principalmente StartUps con alto potencial de crecimiento, que necesitan asesoramiento estratégico y técnico para escalar su modelo de negocio y atraer inversión. También en empresas familiares en proceso de profesionalización, donde un Advisory Board ayuda a gestionar la transición generacional y fortalecer la gobernanza. En otro orden, están implantándose Advisory Boards en corporaciones en expansión internacional que buscan orientación para entrar en nuevos mercados y enfrentar desafíos regulatorios y en las grandes corporaciones que requieren expertos en áreas específicas, como sostenibilidad, transformación digital o regulación financiera. En todos estos casos, un Advisory Board proporciona un enfoque estratégico, un respaldo experto y una ventaja competitiva decisiva.
La composición de los Advisory Boards suele estar de media entre 3 a 6 miembros (con máximos de menos de 15), y su práctica es que haya unas 6 o 7 reuniones anuales como media, aunque se suele mantener una comunicación continua con la empresa, al ser la confianza el factor base y la relación informal la señal distintiva. Las empresas contratantes en el mundo anglosajón —como media— suelen tener un rango mínimo de volumen de negocio de 1,5 mill. USD y medio de 20 mill. USD, aunque como ya hemos apuntado grandes empresas también suelen tener Advsory Boards.
Las empresas suelen celebrar contratos mercantiles de prestación de servicios
Con respecto a la forma de contratación, las empresas suelen celebrar contratos mercantiles de prestación de servicios (Consultancy Agreements), cartas de intenciones (LOI) o meros acuerdos verbales (mayormente para las actuaciones pro-bono frecuentes en la esfera anglosajona). En cuanto a las retribuciones, dependen de los servicios a prestar y el plazo de los mismos, aunque algunos estudios arrojan cifras medias entre los 40-80,000 USD por miembro del Advisory Board.
En conclusión, las compañías españolas, en su crecimiento, cuentan, cada vez más, con asesores especializados, de trayectoria intachable y que tienen experiencia consolidada para afrontar retos empresariales con mayor flexibilidad y facilitar las tomas de decisiones empresariales.
La menor complejidad en la conformación de un Advisoy Board frente al nombramiento de consejeros, la posibilidad de adaptación a situaciones singulares, y la idoneidad para empresas de sectores regulados o familiares hace que en el ICAM demos una especial relevancia al testimonio de estos asesores, analicemos su utilidad real para la adopción de decisiones, su apoyo a los consejeros y su capacidad de adecuación a la variada casuística, todo en el marco del Gobierno Corporativo, inspirador de este Programa Executive para Consejeros y Secretarios de Consejo.