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Se está hablando mucho de la utilidad que tienen los sistemas de inteligencia artificial generativa para abordar tareas rutinarias o que exigen el procesamiento de un enorme volumen de datos con el fin de extraer conclusiones. Pero para obtener el máximo rendimiento de la IA es necesario darle las indicaciones necesarias y adecuadas, de forma precisa y con detalles para que pueda ofrecer las respuestas y los resultados más adecuados al escenario que tiene que resolver. De ahí que la mayor parte de las organizaciones que están adoptando esta tecnología empiecen por formar a sus empleados sobre cómo plantear estas peticiones o instrucciones, más conocidas como prompts. A continuación, detallamos algunos de los que pueden resultar más útiles en el trabajo de los despachos.

Afinar bien en lo que se le pide a una IA puede ser la clave para obtener el máximo rendimiento del algoritmo. Pero ¿qué es un prompt? Es una instrucción clara, precisa y detallada con la que pedimos al sistema que realice una tarea. La idea es que la IA procese correctamente el mensaje y genere el resultado que se espera de ella.

En definitiva, son la base para las personas interactúen con las herramientas basadas en inteligencia artificial, para que “comprendan” lo que necesitamos e interpreten adecuadamente nuestra solicitud, logrando generar una respuesta útil a nuestra necesidad. Si no se plantean de manera eficaz, la tecnología podría realizar interpretaciones erróneas de las solicitudes y generar respuestas equivocadas o que no satisfacen las expectativas de lo que se requiere en ese momento.

Con un prompt bien planteado, la IA tiene la posibilidad de adaptarse a cada caso, a cada situación y acertar con precisión en la respuesta que va a elaborar. Solo de esta manera, con instrucciones y peticiones adecuadas, los sistemas de inteligencia artificial generativa cumplen la promesa de transformarse en herramientas de alto impacto estratégico en los negocios.

Cómo elaborar un prompt para los sistemas de IA

Para que un prompt sea eficaz tiene que ser preciso al plantear los objetivos que se persiguen, también debe ser personalizado para que la respuesta se adapte a las necesidades específicas de la personas que está utilizando el sistema de IA y, a la vez, es eficiente, pues son necesarias menos iteraciones para obtener el resultado esperado.

Para crear un prompt eficaz habrá que tener en cuenta el tipo de herramienta que se esté utilizando, por ejemplo, no es lo mismo una herramienta del tipo ChatGPT, centrada en generar texto, que otra de tipo gráfico, en la que los detalles visuales son fundamentales. La práctica también ayudará, pero en algunos casos puede ser un proceso que requiere de tiempo y dedicación.

En resumen, se puede decir que hay que especificar la siguiente información:

1. Plantear un objetivo claro y preciso.

2. Ofrecer contexto, es decir, detalles adicionales sobre lo que se necesita para que la respuesta se adapte bien a cada escenario concreto.

3. Incluir parámetros específicos, como estilo, formato o tono, si se trata de un texto.

4. Testeo y ajustes, es decir, repetir las peticiones con nuevas indicaciones para lograr dar con el resultado más preciso.

 

Algunos prompts útiles para los despachos

1. Fuente de aprendizaje. “Explícame el concepto habeas corpus como si fuera un niño de 10 años y por qué es relevante. Dame un par de ejemplos”. Como si fuera Google, pero más personalizado, cada vez más personas le piden a la IA que les enseñe y aclare conceptos que no conocen. Si hay algún planteamiento que no queda claro, también se le puede pedir que lo desarrolle e ir avanzando en un aprendizaje más profundo.

2. Mejora de escritos. “Revisa este texto y señala los errores y palabras que más se repiten y propón sinónimos” o también “Revisa este texto y adapta la redacción para un público que no tiene conocimientos jurídicos técnicos”. La IA puede ayudar a mejorar la redacción de todo tipo de textos, detectar errores tipográficos, faltas de ortografía, reiteraciones, fallos gramaticales, etc. También se le puede solicitar que lo reescriba con un tono más informal, pero cuidado, porque a veces hay algunas frases que delatan que el texto ha sido escrito por la inteligencia artificial.

3. Traducciones. “Traduce al español este texto en alemán y dale un tono más formal”. Además de cambiar el idioma de un texto, la IA puede directamente personalizarlo según las instrucciones que le des. Otra de las ventajas al usar la IA como traductor es que puedes personalizar la manera en la que quieres que se hagan las traducciones. Puedes aprovechar para cambiar el tono, para que te haga correcciones, o incluso simplemente pedirle que la traducción sea natural para un lector español.

4. Preparar interrogatorios. “Prepara una lista de 10 preguntas a una persona acusada del delito X que cometió en (y detallar las circunstancias). Básate en el artículo X del Código Penal español”. La IA puede ayudarte a elaborar un interrogatorio. Incluso le puedes pedir que plantee otra serie de preguntas si la persona interrogada responde en un sentido concreto.

5. Ideas para un procedimiento judicial. “¿Qué estrategia seguirías para un juicio en el que el acusado ha hecho esto y la defensa plantea esto otro?”. La IA, como si se tratase de un asistente, puede generar una serie de ideas innovadoras (algunas no valdrán) que te pueden inspirar a la hora de afrontar un juicio. Además, si hay alguna propuesta que sea de tu interés, le puedes pedir que profundice más en ese concepto o planteamiento y continuar hasta desarrollarlo de manera más pormenorizada.

Esta tecnología puede ser de gran utilidad, pero hay que tener cierta precaución, sobre todo respecto de las fuentes de datos de las que bebe la IA, que debería ser lo más fiable posible. Será necesario controlar en todo momento que los resultados que arroje sean correctos y no cometa alucinaciones, que son los errores o invenciones que genera el algoritmo cuando no encuentra una respuesta a una consulta.

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