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Tal vez porque la relación del jurista lo es habitualmente directamente con la Ley se olvida que la misma antes que norma es producto de un razonamiento, concretamente y con permiso de la Inteligencia Artificial, de uno humano, de un razonamiento que analiza las necesidades sociales y propone soluciones que sean capaces de garantizar la paz y la convivencia sobre los fundamentos básicos de la sociedad: la justicia, la libertad, la igualdad o el pluralismo.

El Derecho es un producto humano. Esto no puede olvidarse nunca y, además, jamás será de otra manera. Y desde esta concepción, el Derecho, bien entendido como conjunto normativo, como poder subjetivo del individuo o como armazón legal al servicio de una práctica profesional, sólo puede abordarse desde el respeto a la pluralidad de quienes lo estudian, aplican o, en último término, son receptores de sus consecuencias. En definitiva, el Derecho no puede asimilarse sin su componente social porque el Derecho es sociedad, una herramienta a su servicio.

Cuando esta sección -«Diálogos para el futuro judicial»- nació de unas conversaciones informales a principios de 2020 y con ocasión de la trágica pandemia de coronavirus el propósito de sus creadores —entre quienes se halla el firmante de este texto— no era otro que subrayar la consideración anterior del Derecho como algo inexorablemente unido a la sociedad, y, más concretamente, a los profesionales que conforman la amplia y diversa comunidad jurídica: abogados, jueces, procuradores, graduados sociales, letrados de la administración de justicia o fiscales. Todos ellos eran -y son- los protagonistas de un Derecho que, en aquel momento, afrontaba el reto de resistir una crisis sanitaria sabiendo que el día después a la misma sería igual de crítico.

A lo largo de estos años, afortunadamente, la COVID-19 ha quedado atrás, no sin que debamos recordar todo lo ocurrido y el impacto altísimo en vidas humanas de la enfermedad. El reto de su superación y otros nuevos han ido siendo analizados por profesionales jurídicos del mal alto prestigio, abordándose el estudio de reformas legales, sentencias de interés público o problemas judiciales fundamentales. Son más de 300 los jueces, abogados y otros profesionales del Derecho los que se han reunido, generosamente, en esta sección para ofrecer conocimiento, opinión y rigor. Un ejercicio de generosidad y responsabilidad, como el mismo Derecho en su concepción más primitiva. Un ejercicio individual pero al servicio del colectivo inmenso y cada día mayor de lectores y suscriptores del Diario LA LEY.

Estas líneas no serían justas sino permitiesen un agradecimiento sincero a todas las personas que hacen posible la sección, a los responsables de una u otra área, a quienes permanecen anónimos pero, indudablemente, son necesarios, imprescindibles, para que este Diálogo de 100 ediciones no se silencie, para que su eco siga sirviendo al debate jurídico, a la construcción de ideas, a la mejora social y a la contribución normativa. A todos, a unos, a otros… Gracias.

Finalmente, cabe señalar que el Diálogo para ser tal requiere interlocución, el otro, el que escucha, el que lee, el que después continúa la senda marcada por el primer opinador, por el primer comentarista. El lector de «Diálogos para el futuro judicial», el lector de Diario LA LEY es el auténtico producto humano que, hoy, cinco años después, sigue manteniendo la coherencia y la necesidad de esta iniciativa. Sin nuestros lectores esto sería un Diálogo callado, un soliloquio sin trascendencia ni utilidad. No es así. De nuevo: gracias.

Estas palabras se perderán el tiempo —así debe ser— y llegarán otras, nuevas, impacientes, originales. Pero nada nace de la nada. Todo es consecuencial. Y cuando dentro de algún tiempo, tal vez cinco años más, podamos mirar atrás, ojalá la vista nos devuelva a esta sección, a su propósito, a sus ediciones, a todos los que la hicieron posible. Entonces, quizá, volvamos a hacer memoria y comprobemos que el Derecho, siempre, es Diálogo. Siempre.

Gracias a todos,

Felices 100 ediciones.

Álvaro Perea González

Coordinador de la sección «Diálogos para el futuro judicial»

Letrado de la Administración de Justicia

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