Cargando. Por favor, espere

Portada

Se acercan las vacaciones de verano, un parón que todos necesitamos para descansar, reconectar con la vida fuera del despacho, los amigos, la familia… pero también dispondrás de más tiempo para reflexionar sobre las metas profesionales que queremos alcanzar a partir de septiembre y cómo queremos liderar los equipos humanos con los que convivimos ocho horas al día, a veces, mucho más. ¿Qué clase de líder quieres ser en tu bufete? Si quieres mejorar tus habilidades, ten en cuenta estos consejos.

Dirigir equipos de trabajo no es tan fácil como muchos creen. Es todo un reto, incluso si se cuenta con un talento innato. Pero lo cierto es que, al igual que las habilidades de gestión, en muchos casos hay que aprender y trabajar a diario para ser un buen líder, enfocado en las personas y en los objetivos, que sabe motivar a cada empleado o colaborador de la manera adecuada, como lo necesita cada uno, para que den lo mejor de sí mismo.

Lo primero es hacer un autodiagnóstico realista. ¿Cuáles son mis mejores cualidades para dirigir? ¿Qué debilidades tengo? ¿Hay algún momento que me estrese más o que aflore mi lado negativo? ¿Cuál de todos los miembros de mi equipo plantea mayores desafíos? Puede ser muy útil apuntar estas reflexiones en una libreta y echarles un vistazo a posteriori, en otro momento, antes de septiembre, para analizar con calma las posibles respuestas.

Para guiar esta reflexión, te puede ayudar pensar en tu desempeño en estos tres tipos de habilidades:

1. Habilidades interpersonales. Debes tener claro cómo te comportas con la gente, si tienes facilidad para entablar relaciones con otros directivos que están por encima de ti, con tus pares y con subordinados directos, si tienes la habilidad necesaria para crear un ambiente de confianza. Lo importante es que tengas en cuenta que será necesario que refuerces tu capacidad de diálogo tanto dentro como fuera de tu equipo, para empatizar con las dificultades y logros de los demás, para captar qué es lo que estimula a cada persona para lograr que se comprometa en la consecución de las metas del negocio y también para reconocer los logros que van obteniendo e incentivarles a mejorar su desempeño.

2. Habilidades estratégicas. Tras lo humano, viene la estrategia. Deberás ser capaz de trazar una ruta para alcanzar los objetivos, de organizar el trabajo de tu equipo, delegar en la persona adecuada cada tarea y comunicar con claridad lo que se espera de cada uno, identificar los posibles obstáculos y resolver los problemas, sin dejar de lado la capacidad de improvisación y la creatividad cuando las cosas se tuerzan.

3. Habilidades técnicas. Es lo que te permitirá gestionar y entender mejor las necesidades de tu departamento o área y en esto la formación es fundamental. Reflexiona sobre tus fortalezas en el manejo de programas, software, nuevas tecnologías, tu experiencia o tus conocimientos en una determinada área de práctica. Y considera la posibilidad de realizar algún curso para mejorar aquellas áreas en las que tengas más debilidades o que exija una actualización.

La idea es que centres tu autodiagnóstico en estas tres áreas para dar con las medidas que te permitan reforzar los distintos tipos de habilidades. Pero más allá de esta fase de evaluación, hay una serie de consejos que pueden ser de gran utilidad para enfocar mejor tus comportamientos y actitudes y dar lo mejor de ti como responsable de un equipo humano, tanto a nivel personal como de comunicación, pero también para resolver posibles conflictos, incluso aquellos que no aparecen de manera tan evidente, y para innovar y mejorar el trabajo diario.

Medidas para reforzar tus habilidades

Para transformarte en un mejor líder, será indispensable que refuerces estos tres tipos de habilidades. Si en alguna de ellas presentas más puntos débiles y consideras que requieres de algún refuerzo, hay varias medidas que puedes adoptar.

Un primer paso es la formación o capacitación. Algunas empresas ofrecen una amplia oferta de cursos a nivel interno que puedes aprovechar para mejorar, por ejemplo, tus habilidades interpersonales, la gestión de la frustración, la motivación de los equipos. Otra alternativa es buscar cursos o tutoriales online, priorizando aquellos que impartan profesionales de prestigio.

Una opción interesante puede ser buscar un mentor que te tutorice, que te transmita sus conocimientos y experiencia o bien que te ayude a plantear soluciones eficaces frente a determinados problemas, por ejemplo, descubriendo nuevas rutinas o maneras de hacer las cosas y generando ideas innovadoras. Si buscas a una o varias personas con experiencia, accederás a un amplio abanico de conocimientos adquiridos a lo largo de los años, información de calidad y muy útil para ayudarte a mejorar.

El diálogo directo con tu equipo en un entorno de confianza también es muy recomendable. Lo importante es que los conozcas, que sepas cuáles son sus intereses, sus inquietudes, en qué momento vital se encuentran, qué prioridades vitales tienen y cómo se ven en unos años. Cada persona, por su forma de ser y por sus circunstancias personales, requiere de un tipo de motivación o de otro. Se pueden mantener encuentros individuales semanales o mensuales para conocer mejor a las personas que trabajan contigo. También podéis celebrar alguna actividad semanal como un desayuno un día fijo y, sobre todo, buscar oportunidades y momentos para empatizar con ellos.

Será muy importante practicar la escucha activa, poniendo especial atención a las palabras que utilizan, percibiendo su significado y su intencionalidad. También lo es validar sus sentimientos y comprender sus problemas y dar respuestas y soluciones, generando confianza. Evita interpretar las críticas como un ataque personal e intenta ponerte en los zapatos de tu interlocutor y comprender sus circunstancias.

Si centras tus esfuerzos en mejorar tus habilidades personales y la comunicación con tu equipo, sin dejar de lado la mejora de tu formación y, sobre todo, con el foco en los objetivos de negocio y, además, logras alinear estos tres aspectos, poco a poco te irás convirtiendo en un mejor líder y dejarás atrás tu etapa como un mero gestor.

Scroll