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El Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) entre la UE y Canadá es un acuerdo comercial entre dichas Partes y la piedra angular de estas relaciones bilaterales. Entró en vigor provisionalmente en 2017 y entrará plenamente en vigor una vez que todos los Estados miembros de la UE lo ratifiquen con arreglo a sus procedimientos nacionales. Hasta la fecha lo han ratificado dieciséis de los veintisiete Estados miembros.

Según un comunicado de prensa publicado por la Comisión Europea, el acuerdo

  • Ha contribuido a impulsar el comercio de la UE con Canadá y ha proporcionado a la UE una fuente sólida y fiable de suministro de recursos clave, como la energía y las materias primas. Sobre la base de esta relación más estrecha, la asociación estratégica entre la UE y Canadá en el ámbito de las materias primas, que fue firmada en junio de 2021, ha demostrado ser especialmente importante en el contexto geopolítico actual.
  • Ha generado un crecimiento económico sostenible y puestos de trabajo para la UE. El comercio bilateral de mercancías entre la UE y Canadá ha aumentado un 31 % en los últimos cinco años, alcanzando los 60.000 millones de euros, con un crecimiento aún mayor, del 41 %, en el comercio de productos alimentarios y agrícolas, y las exportaciones de mercancías de la UE a Canadá han aumentado un 26 % desde la entrada en vigor del CETA. El comercio bilateral de servicios ha aumentado un 11 %. Las empresas canadienses invierten más de 240 000 millones de euros en la UE, creando nuevas oportunidades de empleo, ayudando a las empresas y contribuyendo al crecimiento.
  • Es uno de los acuerdos comerciales más ecológicos, inclusivos y sostenibles jamás firmados. Con disposiciones estrictas en materia de clima, medio ambiente y mano de obra, también tiene por objeto aumentar el comercio de bienes, tecnologías y servicios respetuosos con el clima. El comercio bilateral total de bienes medioambientales creció un 27 %, pasando de 4 600 millones de euros a 5.900 millones de euros en 2021. El CETA también tiene por objeto fomentar una mayor igualdad de género y una mayor participación de las pequeñas empresas.
  • Ha dado a la UE un acceso privilegiado a las materias primas de Canadá: ha eliminado aranceles, ha prohibido controles de exportaciones y ha reducido los riesgos de la cadena de suministro también en momentos de alta demanda. Las importaciones en la UE de metales de base procedentes de Canadá han aumentado un 143 % entre 2016 y 2021, mientras que las importaciones de minerales han subido un 131 %. Estos recursos son esenciales para sectores industriales europeos clave, por ejemplo para la producción de baterías en la UE.
  • Ha creado un marco para el comercio de energía con un socio fiable y afín. Las importaciones de energía en la UE procedentes de Canadá aumentaron un 70 % entre 2016 y 2021.
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