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Antecedentes

La Unión de Mercados de Capitales (UMC), lanzada en 2015, busca desarrollar los mercados de capitales en la Unión Europea, reducir su fragmentación y ofrecer a las empresas alternativas de financiación distintas de los préstamos bancarios, adaptándose a su crecimiento y madurez. Esto diversifica las fuentes de capital, reduce riesgos y ayuda al crecimiento empresarial, incluyendo a las pymes. Aunque el avance en la cotización es clave para la UMC, se requiere un desarrollo más rápido y una mayor inversión en áreas estratégicas como sostenibilidad, digitalización y autonomía.

Para facilitar el acceso al capital público, la Directiva 2014/65/UE (LA LEY 9348/2014) creó los mercados de pymes en expansión, diseñados específicamente para estas empresas, con normativas más flexibles e incentivos que les permitan escalar a mercados de mayor envergadura. Aunque el Reglamento 2019/2115 introdujo simplificaciones en los mercados de pymes, se considera necesario avanzar en la eliminación de obstáculos normativos, tal como recomiendan expertos y el Foro de Alto Nivel sobre la UMC.

En el contexto de la recuperación tras la pandemia de COVID-19, se implementaron cambios normativos para ayudar a las empresas a recapitalizarse y atraer inversión en los mercados públicos. Sin embargo, estas medidas han tenido un impacto limitado, lo que subraya la necesidad de una acción más eficaz para cumplir con los objetivos de la UMC y optimizar la integración y accesibilidad de los mercados de capital.

Objetivos

El Reglamento (UE) 2024/2809 (LA LEY 25577/2024) tiene como objetivo facilitar el acceso de las empresas, incluidas las pequeñas y medianas empresas (pymes), a los mercados públicos de capital en la Unión Europea, reduciendo los costes y eliminando barreras normativas significativas. Esto responde a la necesidad de avanzar en la Unión de Mercados de Capitales (UMC), una iniciativa lanzada en 2015 para desarrollar los mercados de capitales, reducir su fragmentación y diversificar las fuentes de financiación más allá de los préstamos bancarios. Aunque se han introducido simplificaciones normativas previas, como la Directiva 2014/65/UE (LA LEY 9348/2014) y el Reglamento 2019/2115, se identificaron limitaciones que requerían una intervención adicional, especialmente tras la pandemia de COVID-19, que resaltó la urgencia de mejorar el acceso a los mercados de capital para apoyar la recuperación económica.

El Reglamento introduce medidas para simplificar los requisitos de divulgación en los folletos para Ofertas Públicas Iniciales (OPI) y emisiones secundarias, reduciendo su extensión y coste mediante formatos normalizados y límites de páginas. Además, establece nuevos tipos de folletos, como el folleto de la Unión de Seguimiento, diseñado para emisiones secundarias y la transición de empresas de mercados de pymes en expansión a mercados regulados, y el folleto de Emisión de la Unión de Crecimiento, adaptado a las necesidades específicas de las pymes, con requisitos menos estrictos. Estas medidas buscan armonizar el acceso a los mercados en toda la UE, permitiendo a las empresas beneficiarse de regímenes de pasaporte que facilitan la utilización de folletos en distintos Estados miembros. También se reconocen folletos de terceros países que cumplan con criterios de equivalencia, promoviendo una mayor integración transfronteriza.

El Reglamento pone énfasis en la transparencia y la protección de los inversores mediante la presentación clara de los factores de riesgo y la inclusión obligatoria de notas de síntesis simplificadas para facilitar la comprensión. Asimismo, impulsa la digitalización al eliminar la obligación de distribuir folletos impresos y fomentar la presentación y divulgación electrónica. Se refuerzan los procedimientos de supervisión mediante plazos claros para la revisión y aprobación de folletos, y se promueve la cooperación entre las autoridades nacionales y la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA).

Para garantizar la proporcionalidad, las sanciones administrativas se ajustarán al tamaño y capacidad económica de las empresas, especialmente las pymes y microempresas. Esto asegura un enfoque equilibrado que fomenta la participación de estas empresas en los mercados públicos. En general, este Reglamento busca fomentar un entorno regulador más eficiente, accesible y competitivo, alineado con los objetivos de la UMC y adaptado a las necesidades de recuperación económica y modernización del sistema financiero de la Unión Europea.

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