En un contexto en el que los departamentos de asesoría jurídica de las empresas buscan el doble valor de obtener soluciones tangibles para optimizar costes ante la Covid-19 y aportar más valor a sus clientes internos, los proveedores alternativos de servicios legales (ALSP por sus siglas en inglés), han llegado al mercado jurídico español, al que están revolucionado por su apuesta por el talento y la tecnología.
Para conocer las características de este cambio y los rasgos más significativos de las firmas que lideran este modelo, la consultora de marketing jurídico y comunicación legal Gericó Associates, organizó recientemente un evento digital en el que participaron representantes de firmas como Ambar (Axiom España), PwC y Samaniego Law, caracterizada por su novedosa forma de plantear la oferta de servicios jurídicos.
Marc Gericó,Managing Partner de Gericó Associates, inició la sesión destacando la relevancia cada vez mayor de estas firmas en España y América Latina, que cada vez son un actor más relevante en el mercado, en particular porque la crisis ha puesto de manifiesto su necesidad.
Gericó resaltó que una reciente encuesta pone de manifiesto una tendencia global: el 90% de los directores de asesoría jurídica que ya operan con proveedores alternativos mantendrán o incrementarán el trabajo solicitado a este tipo de proveedores. Como muestra de la relevancia de este fenómeno, Gericó destacó que este tipo de firmas facturan alrededor de 9.459 millones de euros a nivel mundial y recordó que incluso el prestigioso directorio internacional Chambers & Partners ha abierto recientemente un capítulo expresamente para los ALSPs.
¿Qué es un ALSP?
Manuel Deó, CEO de Ámbar, firma española asociada a Axiom, los definió como cualquier firma que presta uno o más servicios tradicionalmente prestados por despachos de abogados, a un precio más eficiente y de forma más amplia, en particular, explicando las cosas a sus clientes con claridad y sin complicaciones.
Dicho de otra manera, añadió, se trata de la firma de abogados del futuro, alineada con el cliente para poder ofrecerle un servicio más eficiente y racional. Y no se trata tanto de su carácter alternativo, subrayó, pues ahora todo son ya opciones para el cliente, sino que, como precisó Manuel Esteban, Director de Legal Tech y soluciones de Inteligencia Artificial de Samaniego Law y matemático de profesión, lo que hay que ofrecer ahora a los clientes son soluciones tangibles, adaptadas a sus necesidades.
En este sentido, Pablo Fernández Burgueño, abogado of counsel de PwC Tax & Legal Services especializado en New Law y profesor, enmarcando el debate, definió los ALSPs a través de seis rasgos esenciales: un profundo conocimiento de lo legal; una actitud ante el cliente que sitúa a la firma como parte de su negocio; un conocimiento de la tecnología aplicada a los procesos legales que le permite optimizar procesos; la capacidad de escucha activa con el cliente; la ilusión por el cambio y la aceptación del cambio y la acción sobre el mismo.
La necesidad de talento
Por su parte Manuel Deó, comentó que una de sus preocupaciones al diseñar el business plan de su firma para España era su “bien escaso”: abogados de las mejores firmas y asesorías jurídicas de empresa de España, curtidos en operaciones complejas y con la actitud que ellos buscan.
Y es que, como destacó Pablo Fernández, en este sector no valen los recién llegados, hace falta experiencia y músculo para afrontar los desafíos que deben asumir estas firmas.
En cuanto a la organización del trabajo en el seno de estas nuevas firmas, Deó indicó que el objetivo de la que él dirige es volver a la esencia del escenario previo al modelo Cravath, que define a las firmas contemporáneas y que hoy es considerado hegemónico, recuperando la idea de que los profesionales puedan decidir en qué proyectos trabajan, recuperando así el control y la flexibilidad de que es caracteristica de la abogacía como profesión liberal, logrando así, además, la conciliación entre la vida profesional y personal. Deó reveló además que llevarán este modelo a Latinoamérica empezando por los mercados de Colombia y México, señalando que “esperamos poder contar novedades en las próximas semanas”.
La importancia de los datos para perfilar los servicios más adecuados
En el ámbito de la tecnología, Manuel Esteban, subrayó que “las firmas legales son los empresas que cuentan con mayor información y para la gestión de ese Big Data, la
inteligencia artificial, a través del machine learning y el deep learning, es clave”.
Esteban también destacó varios aspectos clave de la tecnología: la importancia de que permita ofrecer soluciones a medida, la necesidad de que vaya acompañada de personas y procesos y la relevancia de los indicadores y métricas que aporta. En concreto, Esteban afirmó que su firma apuesta por un modelo prescriptivo, en lugar de predictivo, por el que son los propios datos los que dicen lo que hay que hacer a la hora, por ejemplo, de fijar una estrategia o los precios de los servicios.
Para Pablo Fernández, lo más importante “no es la tecnología por la tecnología”, es identificar qué tipo de tecnología se acomoda más a las necesidades de los clientes, destacando que las tecnologías más relevantes para el sector legal son el IoT (Internet of Things o Internet de las Cosas –que Fernández calificó de “Internet of Everything” por lo generalizado de su implantación-, Blockchain, Deep Learning, Machine Learning, Realidad Extendida y Big Data, por mencionar algunas.
Y preguntados por el futuro y lo que está por venir, Manuel Esteban destacó que estamos ante un cambio de paradigma: “estamos en la era del cliente”, señaló. Sobre la vertiente tecnológica, el propio Esteban apuntó a la computación cuántica como factor clave: “con la computación cuántica vamos a resolver problemas que antes tardaban dos siglos en resolverse, en 200 segundos”. Estamos ante “una revolución con mayúsculas”, sentenció.