Director de Coordinación Global de los Servicios Jurídicos del Grupo Iberdrola
Recientemente se ha dado a conocer el informe de Wolters Kluwer «Future Ready Lawyer 2020» («Abogado del Futuro 2020»).
El informe, elaborado en base a una encuesta realizada a 700 profesionales del sector jurídico de 10 países (EEUU, España, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica, Hungría y Polonia), analiza las principales tendencias que van a condicionar el futuro, a tres años vista, del ejercicio de la abogacía, y cómo se van a preparar tanto despachos como asesorías jurídicas corporativas para conseguir mejorar su rendimiento en un contexto tan cambiante como el presente.
Con motivo de la publicación del informe, Diario LA LEY ha realizado una serie de entrevistas a destacados representantes nacionales de la abogacía, la empresa, la universidad y la Administración, cuyas conclusiones se recogen en el informe, sobre ese futuro inmediato que espera al sector legal en nuestro país.
A continuación, se recoge la opinión al respecto de Gerardo Codes, Director de Coordinación Global de los Servicios Jurídicos del Grupo Iberdrola.
El informe «Abogado del Futuro 2020» puede descargarse en este enlace.
¿Cómo ha impactado la situación generada por la pandemia en la forma de trabajar?
El grupo Iberdrola activó su plan de acción global contra la pandemia desde los primeros momentos en que su amenaza fue perceptible, poniendo en el centro a sus empleados, sus proveedores y la sociedad. En este marco, la compañía, que suministra energía a más de 100 millones de personas en todo el mundo, ha implementado más de 150 medidas a nivel global para asegurar este objetivo.
Respecto a la forma de trabajar, el impacto más obvio y comentado desde el primer momento ha sido la explosión del trabajo en remoto.
Nuestros servicios jurídicos han teletrabajado prácticamente en su totalidad, adaptándose de manera rápida y eficaz a esta nueva fórmula de trabajo. Se ha generalizado el uso de las videollamadas y de reuniones a través de plataformas digitales (Teams y Skype, entre otras), y se han implementado fórmulas de trabajo procedentes de las denominadas metodologías ágiles —reuniones periódicas muy frecuentes para comunicar los avances de cada uno y actualizar los objetivos-. Esto no es algo nuevo para nuestros abogados, puesto que, dado el carácter internacional de nuestra empresa, eran herramientas que se utilizaban de manera regular con los abogados internos de otras jurisdicciones.
Asimismo, se ha reforzado la comunicación dentro de todos los equipos, al objeto de mantener alto el ánimo y la idea de que seguimos juntos trabajando.
¿Qué atributos o características considera que están siendo más relevantes para la resiliencia de los despachos durante esta crisis?
La incertidumbre generada por la pandemia está obligando a los directivos de las empresas a tomar decisiones difíciles que deben transmitir a un personal disperso, recluido y lleno de preguntas sin respuestas. A nivel interno, proporcionar transparencia sobre lo que está sucediendo dentro de la compañía ha ayudado a apaciguar la inquietud que estamos viviendo.
Y tranquilidad y transparencia es lo que, desde Iberdrola, se ha intentado trasladar a toda la plantilla.
Empezando por la cúpula. Nuestro presidente mantuvo una reunión virtual con los casi 9.000 empleados de la compañía en España para hablarles de la evolución de la empresa y los planes de futuro, así como para responder a las más 200 preguntas que se plantearon telemáticamente.
Agradeció a todos los profesionales de Iberdrola su dedicación y esfuerzo, especialmente durante estos últimos dos meses de pandemia, y nos animó a seguir desempeñando nuestra labor con la máxima diligencia.
Estas mismas reuniones se han celebrado con los empleados presentes en los otros países en los que opera el grupo.
Desde la dirección legal hemos querido extrapolar este mensaje a todos nuestros abogados, manteniendo reuniones periódicas con ellos, lanzando mensajes positivos y de refuerzo, y proporcionando la información actualizada sobre la situación de la empresa, las medidas que se están adoptando y cómo están funcionando los Servicios Jurídicos.
En definitiva, nos hemos dado cuenta de que hoy más que nunca, nuestros abogados necesitan que sus directores les transmitan seguridad y confianza. Y nuestro reto es hacerlo con la complejidad adicional que supone realizarlo a través de una pantalla.
¿Qué áreas o profesionales jurídicos van a enfrentarse a cambios más disruptivos? ¿Cuál considera que va a ser el impacto a largo plazo sobre su forma de trabajar y sobre la oferta de valor que proponen a sus clientes?
En términos generales, todas las direcciones del grupo Iberdrola van a tener que enfrentarse a cambios tras la pandemia. Pero en el caso de nuestra asesoría jurídica no se consideran cambios disruptivos.
En nuestros servicios jurídicos ya habíamos comenzado este proceso de cambio antes de la crisis y habíamos querido integrarnos en el proceso de transformación digital que está llevando a cabo Iberdrola, del mismo modo que ya lo hicimos en el de internacionalización, con un alto nivel de excelencia. Este proceso lo estamos canalizando a través del Proyecto Darwin, que nos está permitiendo implementar nuevas soluciones tecnológicas y reevaluar nuestros procesos para dotarlos de mayor eficiencia.
Nuestra forma de trabajar será mucho más digital. Esto es, consolidaremos el uso de las herramientas digitales como forma habitual de trabajo. Estaremos abiertos a las posibilidades y mejoras que la tecnología legal nos ofrece. Se superarán las reticencias y los miedos que los equipos jurídicos presentaban ante el entorno digital y las herramientas de inteligencia artificial. Gracias a las nuevas posibilidades que nos ofrece la tecnología legal, ofreceremos respuestas más rápidas a nuestros clientes internos y aumentará proactividad en la oferta de servicios.
Además, el teletrabajo pondrá a prueba la eficiencia y la productividad, la rapidez de respuesta, el nivel de avance tecnológico y, lo más importante, los recursos que hoy, entrados en el siglo XXI, ya no son indispensables para el éxito del negocio.
El impacto a largo plazo sobre la forma de trabajar de nuestros abogados y sobre la oferta de valor a sus respectivos clientes internos no debería verse afectado. Al contrario, y como consecuencia precisamente del Proyecto Darwin, debería evolucionar de manera natural para brindar un soporte más eficiente y de mayor calidad a todos los negocios del grupo.
¿Estamos ante un cambio coyuntural en la forma de trabajar de los abogados, o se trata de un cambio definitivo, que ha venido para quedarse? En su caso ¿cómo debería reflejarse ese cambio en los planes formativos de los futuros abogados?
Como he señalado antes, se trata de un proceso en curso con una vocación de permanencia. Pero es un proceso que ya se había iniciado antes de la pandemia y que se ha acelerado a raíz de esta crisis sanitaria, eliminando las dudas sobre la conveniencia de la transformación.
Los planes formativos de este proceso se adaptarán obviamente a las iniciativas derivadas de este proyecto de modernización y, sin duda, incluirán formación tecnológica para que los profesionales de los servicios jurídicos se muevan con naturalidad en este nuevo entorno.
¿Aumentará su inversión en tecnología a la vista del incierto futuro que plantea la pandemia (posibilidad de rebrotes, dificultades para viajar, etc.)? ¿Revisará su modelo tecnológico para aumentar su capacidad y desarrollo? ¿Qué tipo de soluciones tecnológicas considera que se han convertido en críticas, o al menos muy relevantes para el negocio legal?
Antes de la pandemia, Iberdrola ya había realizado la inversión necesaria para que sus empleados pudieran trabajar de manera integral y eficaz de forma remota. Habrá que invertir en las mejoras tecnológicas que, en su caso, pudieran identificarse y su consiguiente formación. Asimismo, se fomentará la colaboración productiva de nuestros profesionales a través de los nuevos soportes e iniciativas.
¿Cómo prevé que impacte la crisis económica, consecuencia de la sanitaria, en el negocio de la abogacía a corto y medio plazo?
En el corto plazo, y como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, los Servicios Jurídicos del grupo Iberdrola han acometido un análisis exhaustivo del impacto de las medidas adoptadas o escenarios surgidos con el objetivo común de encontrar el balance entre el adecuado funcionamiento y la garantía de defensa jurídica de las actividades de la compañía.
Además, se ha realizado un análisis del impacto a largo plazo que esta crisis sanitaria, y la crisis económica que trae aparejada, tendrá en los servicios jurídicos, destacando como aspectos principales el posible incremento de la litigiosidad, una producción normativa muy superior a la actual, el crecimiento de las situaciones concursales, los retos sobre nuevos planteamientos fiscales o el desarrollo de la aplicación de la normativa excepcional provocada por el coronavirus.
¿Qué medidas deberán adoptar para afrontar esos efectos? ¿Cree que habrá fusiones o integraciones de firmas?
En el caso de las asesorías jurídicas de las empresas, crear grupos de expertos aprovechando el know how interno y multidisciplinar que aporta una compañía como la nuestra; aumentar eficiencias y sinergias; compartir el expertise interno o normalizar el uso de tecnología legal y herramientas de Inteligencia Artificial adaptadas a las necesidades en cada caso. Estas actuaciones ya se han implementado en nuestros servicios jurídicos, donde contamos con equipos compuestos no exclusivamente por abogados que han aportado un tremendo valor añadido a nuestra actuación.
Abogado del Futuro 2020 / Future Ready Lawyer 2020 |
Puedes descargarte el informe en su versión original en inglés y traducido al español en ESTE ENLACE. |